dimarts, 30 d’octubre del 2012

Represaliados por el Franquismo: Ellos no se merecen el silencio

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Durante la Guerra Civil española, cerca de 200.000 hombre y mujeres fueron asesinados lejos del frente, ejecutados extrajudicialmente, o tras precarios procesos legales, y al menos 300.000 hombres perdieron la vida en los frentes de batalla. Además, un número desconocido de hombres, mujeres y niños fueron víctimas de los bombardeos y los éxodos que siguieron a la ocupación del territorio por parte de las fuerzas militares de Franco. En el conjunto de España, tras la victoria definitiva de los rebeldes – ejército franquista- a finales de marzo de 1939, alrededor de 20.000 republicanos fueron ejecutados. Muchos más murieron de hambre y enfermedades en las prisiones y los campos de concentración donde se hacinaban en condiciones infrahumanas. Otros sucumbieron a las condiciones esclavistas de los batallones de trabajo. A más de medio millón de refugiados no les quedó otra salida que el exilio”, Paul Preston, El Holocausto Español. Odio y exterminio en la Guerra Civil y después, Debate 2011.
Hoy, el cementerio de Valencia a golpe de dolçaina y tabalet entonaba una melodía trágica, un canto triste en honor a todos los asesinados por la dictadura Franquista que sumió a España bajo un régimen de terror, oscuridad y silencio durante 40 años. A esta cita han acudido algunos colectivos que luchan por la memoria histórica como  Fòrum per la Memòria del País Valencià, CGT, Esquerra Anticapitalista, y familiares de represaliados, entre otros para homenajear a los enterrados en la fosa común de la sección séptima derecha.
Desde la puerta del cementerio se han recorrido algunas de las calles del mismo hasta llegar a una de las fosas comunes donde tienen sepultura anónima republicanos, anarquistas, comunistas o familiares de estos como numerosos menores de edad. Un acto sobrecogedor, donde los allí reunidos, han dado su apoyo al manifiesto leído por los organizadores, al tiempo, que el canta autor Pau Alabajos ha cantado dos canciones, una dedicada al asesinado hace 19 años Guillem Agulló y los enterrados en las fosas comunes. Asimismo, se denunciaba la presencia del monolito a los fascistas sobre la misma fosa común de la Sección 7º Derecha. Tras la lectura, los asistentes han alzado sus voces para nombrar los nombres y sus respectivas edades de las personas que allí yacen y aún esperan un perdón y reconocimiento, hombres, mujeres, niños y recién nacidos que una parte de la sociedad quiere silenciar sin más.
1931, Segunda República Española
El 14 de abril de 1931 se proclamó, legítimamente y en las urnas, la Segunda República española. La República heredó un país sangrado económicamente y necesitado de multitud de reformas. El proyecto de democratización y modernización, que se abrió en 1931, despertó multitud de esperanzas en amplias capas de la población española. Las reformas que se emprendieron abarcaron la educación, la sanidad, el trabajo, y sobre todo, la conocida reforma agraria entre otras.
Sin embargo, el escenario que heredó la República le supuso muchos altibajos, y el gobierno de Casares Quiroga, sin escuchar las continuas advertencias de las organizaciones obreras, vio como el 17 de julio de 1936 el ejército de Marruecos iniciaba la rebelión contra el gobierno de la República. El triunfo parcial del golpe desencadenó la guerra civil y tras esta cruenta guerra se instauró la dictadura del caudillo Francisco Franco Bahamonde, un régimen ilegítimo y totalitarista que bien podemos equiparar al resto de dictaduras fascistas acaecidas en numerosos puntos del planeta.
No obstante, no llegamos a alcanzar el porqué de muchos ciudadanos en negar la historia tal y cómo ocurrió, sí, en España existió una guerra civil, cruenta, pero donde las cifras más altas se encuentran entre el ejército legítimo y no golpista. A los tres años de guerra civil les siguió una represión brutal donde hombres, mujeres y niños fueron exterminados, torturados y violados por sencillamente no pensar igual que el nuevo régimen. Bien claro es el caso de las famosas Trece Rosas o las 17 Rosas de Guillena, donde su crimen fue ser madre, hija, hermana o novia de republicanos, rojos, como solían llamarles, en contra partida, ellas encontraron la humillación, la tortura y el asesinato. La ideología franquista semejaba a la de Hitler en considerar a los “rojos”, al igual que los judíos en la Alemania nazi, en una plaga nociva para el país que había que aniquilar. El salvajismo de los verdugos bien deja constancia de dichas teorías.
¿Tras el franquismo?
Tras cuarenta años de terror, represión, exilio, asesinatos, campos de concentración y tortura, España vivió el periodo de transición democrática al morir el caudillo bajo el silencio más absoluto. A diferencia de otros países que condenaron abiertamente sus dictaduras represivas y totalitarias, en España se ha hecho un acuerdo tácito de silencio y olvido sin rendir homenaje a las numerosas víctimas del régimen y con ello a la historia de nuestro país.
Una mentalidad hipócrita la de muchos ciudadanos españoles que lejos de reconocer la verdad de nuestra propia historia, sí condenan claramente otras dictaduras más allá de nuestras fronteras. Otros, como Pio Moa, encargados de satanizar los logros y conquistas de la Segunda República, al tiempo que ensalzan la dictadura franquista. También están aquellos, una gran mayoría, que miran hacia otro lado sin atender a nuestra deuda con la historia. Y por último, están las fuerzas políticas que silencian todo aquello relacionado con la Segunda República y las víctimas del franquismo.
La historia que atañe al período de la Segunda República, Guerra Civil y Franquismo ha sido manipulada y catapultada al olvido por muchas personas que no entienden que para el desarrollo pleno de nuestra democracia es crucial la condena de la dictadura franquista y lo que ella supuso. Por ello, es obligación de todos los ciudadanos de atender a esta asignatura pendiente para mirar hacia el futuro con una conciencia plena de ciudadanos democráticos y respetuosos con su memoria histórica.
Y no se trata de buscar venganza, de separar a España en dos como dicen muchos, no, ni mucho menos, pero todos los franquistas que murieron en su lucha contra la República, el gobierno legítimo, sí recibieron sus homenajes y sepulturas, cosa muy contraria de lo que ocurre con los miles de desaparecidos que dejo el Franquismo.
Este artículo es un homenaje a todos aquellos que murieron a manos de la dictadura franquista o sufrieron su tortura y vejaciones, y a todas aquellas personas que aún no saben dónde fueron enterrados sus familiares, como es el caso de mi abuela Concha con su hermano, ejecutado a los 22 años por ser militante de la CNT.
Arantxa Carceller, redacción y fotografía.

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