AVILES
21.10.12 - 02:43 -
Dos nuevos casos de 'niños robados' denunciados en Avilés han sido archivados judicialmente, al menos de forma provisional y mientras no haya indicios sobre «alguien concreto» que hubiese intervenido en los hechos objeto de denuncia. En ambos casos se trata de alumbramientos que tuvieron lugar en el Hospital Avilés, antiguo Hospital de Caridad, el primero desvelado por LA VOZ DE AVILÉS el pasado mes de abril, y el segundo protagonizado por una familia de Luanco, que durante años vivió en los barrios de Llaranes y La Luz.
El primero de los casos denunciados tuvo lugar el 13 de noviembre de 1965, cuando M. C. D., madre primeriza, ingresa en el Hospital de Caridad para dar a luz. A su esposo, J. A. R. G. le comunicaron a la mañana siguiente que su mujer había dado a luz a las diez de la noche a una niña, pero que solo había vivido una hora. En una sala le mostraron el cuerpo sin vida de un bebé 'enorme', «que había pesado entre 5,200 kilos y 6,200», y al día siguiente le entregaron una caja blanca , medio abierta, porque el cuerpo sobresalía, que fue depositada en el cementerio de La Carriona.
Años más tarde, cuando empiezan a denunciarse los primeros casos de bebés robados, esta familia avilesina, actualmente residente en Gijón, decide iniciar una investigación y posteriormente interponer la correspondiente denuncia. De la labor de investigación realizada por M. L. R, hija de este matrimonio, se deducen una serie de irregularidades que animan a la familia a seguir adelante. Desde los datos erróneos de la madre y del parto que figuran en el Registro -nombre, edad y lugar de nacimiento equivocados-, a la extraña circunstancia de que en el Hospital Avilés no figure ni un solo dato de la mujer que dio a luz, ni su historial clínico, ni el libro de registro, ni el bautizo del bebé muerto.
Presentada la denuncia, agentes de la Policía, adscritos a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Avilés, investigaron los hechos, recabando datos en el entorno familiar y en el propio centro hospitalario. Inicialmente, un Juzgado de Gijón -ciudad en la que reside en la actualidad el matrimonio- comunicó el archivo del caso, pero sólo cuatro días después, y a través de una llamada de teléfono, se les comunicó desde un Juzgado de Avilés que el sumario seguía abierto. Fue en el mes de junio pasado cuando definitivamente se comunicó el archivo de las diligencias.
Efectivamente, el titular del Juzgado de primera instancia e instrucción nº 2 de Avilés, el magistrado-juez Ricardo Badás Cerezo, dispuso el archivo de la causa «por no acreditarse la existencia de infracción penal alguna».
La decisión se toma después de las diligencias practicadas por el Servicio de Atención a la Familia de la Policía Judicial de la Comisaría de Avilés, que finalmente no pudo aportar ninguna prueba concluyente.
La denuncia había sido presentada por M. L. C. D., hija del matrimonio que, todavía hoy, busca a su otra hija, nacida en el Hospital Avilés el 13 de noviembre de 1965. El matrimonio, que el viernes estuvo en la Redacción de LA VOZ para concretar algunos aspectos de su testimonio, consideran que la Policía se ha encontrado con muchos impedimentos para llevar a cabo su labor, sobre todo en cuanto a la investigación de los archivos del Hospital Avilés se refiere. De momento, esperarán acontecimientos, sin renunciar a seguir adelante.
Nuevo archivo provisional
El archivo de un segundo caso denunciado en Avilés acaba de producirse hace solo unos días. Desde el Juzgado número cuatro de Avilés se opta por archivar provisionalmente las diligencias, ante la imposibilidad de encontrar a «alguien concreto» a quien poder acusar de los hechos, puesto que la denuncia no puede ir contra una institución, sino contra una persona física.
Milagros Gutiérrez, una mujer que en este momento cuenta con 83 años de edad, dio a luz en el Hospital Avilés el 1 de setiembre de 1964. La que iba a ser su sexta hija nació a las siete y media de la mañana, se la entregaron en la habitación, la tuvo en su regazo y posteriormente pasaron el bebé a una cuna, hasta que poco después, «por orden de un médico», la sacaron «porque la niña está grave, se está muriendo», dijeron. Fue una monja la que le comunicó que su hija había muerto, comentándole que «valió más así porque se hubiera quedado ciega».
El relato de los hechos lo hace Carmen Gutiérrez, hija de Milagros, que es además la vicepresidenta del grupo SOS Niños Robados en Asturias, la entidad que agrupa en este momento a 66 familias que representan a igual número de casos denunciados. «Mis padres quisieron traer el cuerpo de mi hermana a Luanco, donde tenemos un panteón familiar, pero les dijeron que ellos se encargaban de todo, y lo que hicieron fue llevarla al cementerio de La Carriona, en donde poco después les dijeron que 'como era tan pequeña ya no había nada'».
Carmen Gutiérrez coincide en general con todas las familias que han presentado denuncias similares en que se repite siempre el mismo operativo: la presencia de una monja, un médico y si acaso una enfermera; los errores que se observan en el legajo y la falta de datos en el archivo de los hospitales, en este caso el Hospital Avilés. La denuncia de esta familia se presentó en el Juzgado número cuatro de Avilés el pasado mes de julio, decidiéndose su archivo hace tan solo unos días, de forma provisional.
Septiembre de 1964
La vicepresidenta de SOS Niños Robados de Asturias aporta además otro dato novedoso. En las dos semanas siguientes al parto de su madre, primeros de septiembre de 1964, se produjo la muerte de un elevado número de niños en Avilés, sin que hubiese una causa que lo justificase. Para Carmen Gutiérrez, «las especiales circunstancias que vivió Avilés en aquellas fechas, con un aluvión de familias venidas de toda España al calor de Ensidesa, muchas de ellas en situaciones muy difíciles, y con un elevadísimo índice de natalidad, pudo propiciar la comisión de este tipo de delitos». Circunstancias a las que se suma, en el caso de las mujeres que habían dado a luz, la autoridad ejercida en aquellos tiempos «por un médico o una monja, que hacía que cualquier mujer se creyera sin rechistar lo que quisieran contarle sobre lo que había sucedido en el quirófano o momentos después de haber dado a luz».
Animada por una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que establece que los delitos por robo de bebés no prescriben, tras ordenar reabrir un caso de hace 34 años, Carmen Gutiérrez recomienda a todas las familias afectadas a denunciar y a «seguir insistiendo» en la investigación aunque inicialmente se puedan ir archivando los casos. «En cuanto haya un indicio de alguien implicado, sabemos que los casos volverán a abrirse», señala.
Carmen Gutiérrez es vicepresidenta de SOS Niños Robados Asturias. :: J. M. U.
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