diumenge, 14 d’octubre del 2012

«Sor María», la hora de la verdad.

http://www.abc.es/20121014/espana/abci-ninos-robados-juez-201210131844.html



El juez Carretero concluye la instrucción y próximamente decidirá si archiva la causa o la lleva a juicio

Día 14/10/2012 - 03.39h
«Sor María», la hora de la verdad
ABC
La religiosa, tras acudir a los Juzgados de Plaza de Castilla
La investigación judicial sobre el presunto robo de una niña en la clínica Santa Cristina de Madrid en 1982, en la que está imputada la religiosa María Gómez Valbuena, conocida como sor María, llega a su fin. El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, tiene que decidir si continúa el procedimiento y prepara la celebración del juicio o archiva el caso. Se trata de la primera denuncia por robos de niños entre los años cuarenta y ochenta que ha sido investigada por un juez, informa Efe.
Carretero admitió a trámite la denuncia de la Fiscalía de Madrid, en la que se enumeraban indicios de delito en la actuación de la religiosa que trabajaba como asistente social en las clínicas Santa Cristina y San Ramón. La acusadora particular, María Luisa Torres, dio a luz el 31 de marzo de 1982 a su hija en la Clínica Santa Cristina de Madrid. Estaba separada de hecho de su marido y acudió a sor María porque le habían dicho que ayudaba a madres con problemas.

Sor María no declaró

Torres, que se reencontró con su hija Pilar hace un año después de confirmarse su relación biológica por unas pruebas de ADN, ratificó ante el juez el 3 de abril de este año que sor María le quitó a la niña «por adúltera», ya que el padre no era su marido.
Unos días después, el 12 de abril, la religiosa se acogió a su derecho a no declarar ante el juez y abandonó los juzgados de Plaza de Castilla escoltada por varios policías y guardias de seguridad y sin hacer declaraciones a los periodistas, en todoterreno con los cristales tintados e intentando escapar del numeroso grupo de fotógrafos y cámaras que esperaban a su salida.
En una carta abierta a la opinión pública, sor María aseguró que son completamente falsos los hechos que se le imputan y que le «repugna» la separación bajo amenazas de un recién nacido de su madre.

El padre adoptivo no pagó por la niña

Al día siguiente, el 13 de abril, Alejandro Alcalde, el padre de la supuesta «niña robada», Pilar Alcalde, manifestó al juez que cuando sor María le entregó al bebé le dijo que su madre quería darla en adopción por «falta de medios» para mantenerla y que «nunca pagó» por la pequeña.
En los meses de septiembre y octubre, Carretero citó a declarar a veinticuatro testigos, en su mayoría médicos, además de requerir pruebas documentales, como las partidas de nacimiento y la escritura de adopción de la supuesta «niña robada» y la historia clínica de la madre biológica.

Responsable de las adopciones

Entre los testigos, el director de la Clínica Santa Cristina en 1982, José Zamarriego, dijo que solamente vio a sor María en dos ocasiones en varias décadas y que tenía confianza en que quienes tramitaban las adopciones hicieran su trabajo de forma correcta. Varios médicos confirmaron en sus declaraciones que la religiosa era la única responsable de las adopciones y que tenía un poder omnímodo para entrar y salir en la zona de los nidos y de las incubadoras, sin que nadie pudiera enmendarle la plana.
Sor María, que tiene 87 años, vive en un convento de las Hermanas de la Caridad en Madrid y sufre diversos problemas de salud, está imputada en este procedimiento por los delitos de detención ilegal y falsedad en documento público.

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