diumenge, 10 de novembre del 2013

De 'Franquito' a ¡Franco, Franco, Franco!

Manuel Vázquez Montalbán - El País Semanal - 29/11/1992

"Mandamos a todos los sacerdotes que desde el día de la ratificación del Concordato, en el curso de la santa misa, rezada o cantada, exceptuando las misas de difuntos, en las primeras oraciones, en las secretas y en las poscomuniones añadan a la oración Et formulas las palabras Ducem nostrum Franciscum". (El cardenal primado Plà y Daniel, 1953).

De pequeño le llamaban Paquito o Paco, diminutivo lógico si recordamos que fue bautizado el 17 de diciembre de 1892 en la parroquia castrense de San Francisco, en El Ferrol, como Francisco Hermenegildo Paulino Teódulo más un montón de apellidos paternos y maternos, según la costumbre de la época y de la gente de posibles. Los Franco no tenían demasiado dinero, pero en El Ferrol los oficiales de Marina eran como una casta aristocrática y endogámica. Paquito, para los niños de su edad, para su familia, diminutivo con el que nunca se sentiría a gusto, sobre todo porque a su primo Francisco Franco Salgado Araujo, más alto, le llamaban Pacón, a pesar de que era huérfano y tenía en la familia Franco Bahamonde el trato de ahijado del padre, don Nicolás. Paquito y Pacón. Así se relacionaron durante años, hasta que, compañeros de carrera militar, el huérfano Pacón se convirtió en el perpetuo actor secundario en el reparto, el amigo del chico, el hombre que ya a punto de morir dejaría escrita su amargura por lo mucho que le había dado a su primo y lo poco que había recibido.

Se le empezó a llamar Franquito en la Academia de Infantería de Toledo, donde ingresó en 1907, tras un viaje desde El Ferrol acompañado por su padre, del que hay testimonio directo redactado por el propio Franco, según consta en el libro de su último médico de cabecera, el doctor Pozuelo, que le incitó a recordar y redactar unas memorias para reactivar al alicaído Franco posterior a la crisis de la flebitis. Una página interesante por lo que revela de constantes de su vida: relación con el padre, retórica en los ojos y en la comprensión de la historia.

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Publicado por María Torres para
Búscame en el ciclo de la vida el 11/09/2013 04:55:00 p.m.