El acto se ha emplazado en el Fossar de la Pedrera del cementerio de Montjuïc de Barcelona y han asistido unas sesenta personas, entre ellas familiares y miembros de otras asociaciones en defensa de la memoria histórica.
Los participantes han hecho ofrendas florales al monumento en homenaje a las víctimas durante la Guerra Civil y el franquismo; a la tumba de Companys, y a la escultura dedicada a los guerrilleros caídos entre los años 1939 y 1955, además de cantar el Cant dels Segadors --el himno catalán-- y guardar en dos ocasiones un minuto de silencio.
Durante los parlamentos ha intervenido el director del Memorial Democràtic, Jordi Palou-Loverdos, quien ha lamentado que algunas resoluciones e interpretaciones de la Ley de la Memoria Histórica por parte de las instituciones españolas "cierren la puerta a investigar los crímenes" de laGuerra Civil.
Por ello, ha reivindicado que su institución "tiene más sentido que nunca para proveer un espacio y un tiempo para hacer memoria" y ofrecer una reparación material y moral de lo ocurrido durante este periodo, y ha abogado por emprender procesos individuales y colectivos pacíficos para solucionar los conflictos.
Por su parte, el presidente de la Asociación Pro Memoria a los Inmolados por la Libertad de Cataluña, Pere Fortuny, ha calificado de "vergüenza política que aún se tenga que reclamar" la rehabilitación jurídica de quienes fueron juzgados y condenados a muerte por tribunales militares ilegales.
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