La posición de los restos indica que fueron arrojados, según Recuerdo y Dignidad
Labores de búsqueda de restos de fusilados por el franquismo en el cementerio de Las Casas, ayer. GONZALO MONTESEGUROFueron arrojados a una fosa común, «tirados de cualquier manera», en el cementerio de Las Casas, donde los encontró ayer la Asociación Recuerdo y Dignidad en las tareas de búsqueda de un centenar de cuerpos, represaliados del franquismo. Por el momento los restos encontrados son los de cuatro personas, enterradas «de una forma poco usual, encogidos», relata el responsable de la asociación, Iván Aparicio.
Según indica, a primera vista los cuerpos no presentaban signos de violencia pero sí encontraron también ayer casquillos en el exterior del cementerio, donde se tiene constancia de que se produjeron fusilamientos. Dos de ellos son de munición nazi, de la Fábrica Nacional de Armas Alemana, lo que arroja dos posibles interpretaciones, o bien que los falangistas utilizaron de este tipo de casquillos, o bien que participaron nazis, de la Legión Cóndor, en los fusilamientos de Las Casas, «nazis matando sorianos», enfatiza Aparicio, matizando que se inclinan para esta segunda opción.
Excavada la zona y encontrados los cuatro cuerpos, en la tarde ayer el trabajo se centró en definir y limpiar los restos con pincel, y el siguiente paso será buscar en una capa inferior por si existieran más cadáveres debajo. «Supongo que descubriremos que hay señales de violencia y en ese caso llamaremos a la Policía Judicial», explica, teniendo en cuenta que Las Casas es el segundo lugar donde se llevaron a cabo el mayor número de ejecuciones, después de Las Matas de Lubia.
Los trabajos continuarán hasta el viernes, «al menos», porque prevén tres ubicaciones distintas y depende de los hallazgos que vayan haciendo y la posibilidad de sacar conclusiones, y en su caso exhumar los restos.
La intervención que se está realizando es el culmen de años de investigación y aportaciones de dos fuentes, por un lado, el testimonio de familiares de víctimas, de hecho, una de las primeras denuncias sobre estas fosas «se recibe de la esposa, ya fallecida, de uno de los asesinados», y por otro, del libro La represión en Soria durante la Guerra civil, que aporta documentación a Recuerdo y Dignidad. Se trata de enterramientos clandestinos de soldados republicanos procedentes del frente de Guadalajara, presos de la catedral de Sigüenza y encarcelados después en el campo de concentración de Santa Clara.
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