Medina de Rioseco, Castromonte y Valbuena acogieron temporalmente a miles de personas que lucharon en el bando "rojo"
Los campos de concentración creados en la provincia de Valladolid durante el final de la Guerra Civil tuvieron una función de "clasificación". Es la precisión que realiza la Asociación de la Memoria Histórica sobre el libro que se presentará este viernes: "Los campos de concentración de Franco", de Carlos Hernández de Miguel. "Sometimiento, tortura y muerte tras las alambradas".
Sobre la aportación histórica se han pronunciado los hispanistas especializados en la Guerra Civil Española: "Una investigación tan heroica como necesaria", afirma Ian Gibson. Según Paul Prestón "los campos fueron parte de una compleja estrategia del terror".
Tres ubicaciones eligieron los represores en la provincia de Valladolid, según esta obra que amplía las investigaciones precedentes sobre los lugares elegidos por los franquistas para la represión de los sospechosos y personas que combatieron contra los golpistas.
En Medina de Rioseco estaba formado por dos recintos: el llamado campo del Canal (radicado en las Paneras de Galindo) y el de la finca de Villagodio.
En Castromonte optaron por el monasterio de la Santa Espina.
Y el tercer lugar estaba en Valvuena de Duero, en concreto en el monasterio de Santa María, en la pedanía de San Bernardo.
Julio del Olmo, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid, ha detallado en la SER la función que tuvieron estos espacios: la "clasificación" en la provincia. En el mejor de los casos, se les enviaba a sus pueblos natales, pero el estigma no desaparecía. Además, se les llamaba a filas para que cumplieran el servicio militar obligatorio durante tres o cuatro años, a pesar de que algunos habían estado en el Ejército durante los tres años del conflicto bélico.
Otros "clasificados" eran enviados a la cárcel o sometidos a juicios sumarísimos que derivaban en la condena y el fusilamiento.
La ARMH pone el ejemplo de José María López Leyz, secretario del Ayuntamiento de La Cistérniga. Este "funcionario" creó en este municipio próximo a la capital vallisoletana el partido Unión Republicana ( un partido republicano pero conservador) y durante la Guerra Civil fue ascendido al grado de capitán. Aunque en el juicio se aportaron testimonios de "personas de derechas" que abogaron por él, los represores le condenaron a muerte. Fue fusilado el 15 de septiembre de 1940. Tenía 43 años y su único pecado fue defender la legalidad.
Los considerados "forajijos" iban directamente a la cárcel o al paredón.
Y próximos a la provincia de Valladolid estaban los campos de Toro (Zamora),Valencia de Don Juan (León), Viñalta (Palencia), Arévalo (Ávila) y Aranda de Duero ( Burgos).
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