diumenge, 17 de gener del 2016

El monolito a Francisco Franco que hasta noviembre estaba en el monte de las Raíces resucita como obra de arte de la mano de Nayra Martín.


http://www.diariodeavisos.com/2016/01/monolito-franco-resucita-como-pieza-arte/


El monolito de Franco resucita como pieza de arte

La artista Nayra Martín, junto a su obra de tres metros de altura. | DA
La artista Nayra Martín, junto a su obra de tres metros de altura. | DA
El monolito dedicado a Francisco Franco que hasta el pasado mes de noviembre se hallaba en el monte de las Raíces, derribado en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, resucita como obra de arte de la mano de Nayra Martín, una joven creadora tinerfeña que residente en Bélgica. Su próximo proyecto expositivo incluirá una escultura claramente inspirada en la controvertida pieza que fue levantada en el monte de La Esperanza (El Rosario) en el año 1956, coincidiendo con el 20 aniversario de “la promesa de adhesión y lealtad de la guarnición de Tenerife a la primera autoridad militar del Archipiélago”, según se dijo en su inauguración.
El monumento de Martín, de 36 años de edad, formará parte de una serie titulada Las Raíces de La Esperanza 1936-2016 y pretende ser una interpretación artística del momento convulso actual. “Los cinco monumentos que formarán la colección estarán basados en los pilares de la sociedad: la política, la economía, la cultura, la religión y el pueblo”. Junto con los dibujos, las vídeos instalaciones y la performance que completarán la muestra, la artista quiere crear un escenario de reflexión sobre “las diferentes facetas del poder y cómo ha evolucionado, o no, desde que el monolito fue construido”.
La pieza inspirada en la ya demolida “será la primera de la serie” y hará alusión al ámbito político. “Mide unos tres metros de altura y está construida con azulejos y piel de jabalí”. El monstruo que asoma de su interior, describe la autora, “representa la fuerza primera que, con su potencia, está rompiendo el monumento por dentro”. Esto es, añade: “La corrupción, los sueldos ridículamente altos, el nepotismo, el sistema anquilosado… La gente lo sabe y sale a la calle a decirlo en masa”. Asegura que se fijó en el monumento de Las Raíces como elemento inspirador tiempo antes de que las palas lo redujeran a escombros. El hecho de que hoy ya no exista tal vez “dé un nuevo giro de tuerca a las posibles interpretaciones” del trabajo; quién sabe si para mejor: “Puede que sea una señal de esperanza”. Lo que no desea Nayra Martín es que, al menos de partida, se le posicione políticamente: “El proyecto ni simpatiza con ninguna ideología ni ofrece soluciones”, dice. “El objetivo”, insiste, “es construir una reflexión desde la experiencia estética para propiciar discusiones sobre el pasado y el presente de nuestras islas-país”.
La joven creadora tinerfeña tiene previsto presentar la colección el próximo septiembre en la sede del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, donde ya expuso hace unos meses, dentro de la colectiva Surrealismo, 80 aniversario. Antes la mostrará en la galería Salon Blanc de la ciudad de Gante, donde tiene fijada actualmente su residencia. “Quiero ofrecer una experiencia bella pero confrontadora”, añade. “Sobre cómo están conectados y cómo un cambio ha de ocurrir, porque las estructuras sobre las que se asienta nuestra sociedad están fallando a la gran mayoría de los ciudadanos en favor de unos pocos”.