http://www.diarioprogresista.es/las-dos-caras-del-pp-respecto-a-las-victimas-del-nazismo-63548.htm
La semana pasada el Ministro de Exteriores del Gobierno del Reino de España acudió a un homenaje a las víctimas españolas del campo de concentración de Mauthausen. Esto no debería ser noticia ya que cualquier gobierno democrático debería estar allá donde se rindieran honores a quienes murieron por defender el Estado de Derecho, el Estado de las libertades democráticas, del mismo modo en que en Francia se homenajea a los republicanos españoles que liberaron París. Sin embargo, que un ministro del Partido Popular haya asistido a este homenaje es noticia porque es sorprendente y demuestra la doble cara del partido político heredero del Movimiento Nacional, sí, el partido heredero del Movimiento por mucho que se quiera lavar esa imagen porque, por mucho que se quiera decir que son los descendientes de la Unión de Centro Democrático de Suárez. No, señores del PP, ustedes son herederos de la Alianza Popular de Manuel Fraga Iribarne y de los exministros franquistas que la fundaron, la Alianza Popular que presentó al último Presidente de Gobierno del franquismo, Carlos Arias Navarro, en las listas al Senado de las primeras elecciones generales. El PP es la organización con dirigentes que asisten a homenajes a los miembros de la División Azul o con militantes que sin rubor alguno posan junto a banderas franquistas o haciendo el saludo fascista. Hay que recordar que el Partido Popular es el primer enemigo de la Ley de Memoria Histórica, una Ley que busca devolver la dignidad a las víctimas del franquismo, víctimas a las que desde que se restituyó la democracia fueron olvidadas con la falsa excusa de que no había que reabrir heridas. Ese es el argumento que ponen los ultraconservadores españoles de Génova 13 para no cumplir la Ley. Por la investigación al franquismo se han inhabilitado a jueces, por ejemplo. Desde que se aprobó la Ley de Memoria Histórica el PP se ha opuesto a cualquier medida que restituya la dignidad a quienes fueron asesinados, fusilados, represaliados, encarcelados y torturados por defender a la democracia. El PP es el partido que pone todas las trabas posibles e imposibles para que no se devuelva a los familiares los restos de quienes fueron ajusticiados por falangistas, militares o requetés durante la guerra y en la posguerra. El PP es el partido que allá donde gobierna no elimina calles, avenidas, monumentos, placas conmemorativas y plazas dedicadas a los generales, a los caídos por dios y por España o a momentos «gloriosos» del bando franquista. El PP es el partido que cuando hay que quitar honores y reconocimientos a Francisco Franco pone todas las trabas posibles y cuando se ve acorralado por la presión ciudadana impone condiciones de condena a otros regímenes actuales. El PP es el partido cuyo presidente organizó y acudió a homenajes a Franco una vez que la dictadura ya había caído. El PP es el partido que insulta a las víctimas un día sí y otro también. Entonces, ¿qué pintaba Margallo en el homenaje a los españoles de Mauthansen? Nada, no pintaba nada. No pintaba nada porque Manuel García-Margallo es miembro de un gobierno que ha sido condenado por la ONU respecto a cómo se está tratando a las víctimas del franquismo, un gobierno que les escupe en la cara cada día que pasa por no querer restituir su dignidad, un gobierno que las desprecia por no querer cumplir una Ley que obliga a retirar todos y cada uno de los símbolos del franquismo que aún hay en nuestro país. ¿Ustedes se imaginan que el gobierno de Angela Merkel defendiera que se mantuviera en Berlin una imaginaria Adolf Hitler Platz? ¿Verdad que no? ¿O que la propia Angela Merkel se opusiera a que se tramiten órdenes de busca y captura de la Interpol a criminales nazis? ¿Verdad que no? En España el gobierno de Mariano Rajoy y del Partido Popular protege a personajes como Billy el Niño, un torturador profesional de la antigua Dirección General de Seguridad o a antiguos ministros franquistas que atentaron contra los Derechos Humanos o que firmaron sentencias de muerte, como es el caso del suegro de Alberto Ruiz Gallardón. Este hombre es interesante porque es un franquista convencido y alardea de ello allá donde se le pregunta. Si un gobierno está protegiendo de la acción de la justicia a personas que presuntamente han cometido crímenes contra la humanidad, ¿por qué ese mismo gobierno acude al homenaje de los españoles muertos en un campo de concentración nazi, españoles a los que el propio Franco pidió que fueran exterminados? Es incomprensible salvo si lo miramos desde un punto de vista propagandístico. Si tanto respeto le despiertan al PP las víctimas españolas del nazismo, creo que es el momento en que empiecen a respetar a las víctimas del franquismo, a las víctimas del Movimiento Nacional del que son herederos por mucho que se quieran enmascarar bajo las siglas de UCD. |
MARTES, 12 DE MAYO DE 2015 JOSÉ ANTONIO GÓMEZ |
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