diumenge, 20 de setembre del 2015

Buscan restos de la Libertaria, represaliada por la República y el franquismo


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Cultura | 20/09/2015 - 11:51h
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Pedro Espinosa

Cádiz, 20 sep (EFE).-

La Junta ha iniciado los trabajos de exhumación de una fosa en Paterna de Rivera (Cádiz) donde podría estar el cuerpo de María Silva, la Libertaria, superviviente, en 1933, de los sucesos de Casas Viejas y fusilada en 1936, aunque el hallazgo no llegaría a tiempo para su hijo, que murió buscándola.
Según ha explicado la Consejería de Cultura, los trabajos de exhumación en la fosa hallada en Paterna han comenzado con el objetivo de "individualizar y estudiar antropológicamente los restos de un mínimo de 10 personas".

El Ayuntamiento de Paterna y el historiador José Luis Gutiérrez Molina han dicho a Efe que existe la posibilidad de que una de esas personas sea María Silva Cruz, una persona crucial para entender el final de la República, la represión franquista y también la lucha por rescatar la memoria histórica de España.

María Silva nació el 20 de abril de 1915 en el municipio gaditano de Benalup, entonces conocido como Casas Viejas, y era nieta del carbonero y dirigente de la CNT Francisco Cruz Gutiérrez, conocido como Seisdedos.

El 11 de enero de 1933 la choza de Seisdedos fue quemada por guardias de asalto de la República que prendieron fuego a la casa con una decena de personas dentro, entre ellas María Silva, quien junto a un niño pudo escapar y sobrevivir a la tragedia en la que murieron su abuelo y otros familiares.

Aquellos sucesos, que causaron gran conmoción e hicieron llegar hasta el pequeño pueblo gaditano a decenas de periodistas, convirtieron a María Silva en un símbolo de la libertad, de ahí el apodo que se llevó de Libertaria, aunque ella y su pareja Miguel Pérez Cordón se convirtieron en objetivo de la represión franquista.
Gutiérrez Molina relata que los testimonios orales han situado la muerte de María Silva en 1936, sólo un mes después del golpe de estado del 18 de julio, cuando fue capturada y fusilada, según algunas fuentes, en la laguna de la Janda, en el término municipal del pueblo vecino de Medina Sidonia, donde ella residía, aunque este extremo nunca ha sido confirmado.

El historiador ve "como una posibilidad con muchos condicionantes" que el cuerpo de María Silva se encuentre en la fosa común del cementerio de Paterna, ya que se sabe que en aquellos días algunos de los cuerpos fusilados en la laguna de Medina fueron llevados al camposanto de la localidad vecina.

La excavación iniciada estos días, que se retoma este lunes con la supervisión del arqueólogo Jesús Román, pretende atender las reclamaciones del Ayuntamiento y de varios familiares de Paterna, donde su asociación de memoria histórica calcula que hubo hasta 38 desapariciones.

Según relata Gutiérrez Molina, María Silva fue detenida el 19 de agosto de 1936, pero no hay unanimidad sobre donde fue asesinada y qué ocurrió después con su cadáver.

"Muchos creen que la mataron en la laguna de Medina y sobre su cuerpo, para unos fue arrojado a una fosa en el ventorrillo del Retín o quedó en la propia laguna; pero para otros, su cuerpo fue devuelto a Paterna, en cuyo cementerio fue enterrada", explica el historiador.

Este experto cree que si aparecen los huesos de una chica joven será fácil determinar si es o no María Silva porque una de sus hermanas, de 98 años, vive aún en Francia y sería posible hacer pruebas de ADN.

Si finalmente se confirma el hallazgo llegará tarde para su hijo Juan Pérez Silva, quien murió hace dos años, tras dedicar gran parte de su vida a buscar los restos de su madre y a luchar judicialmente para que la Libertaria fuera declarada oficialmente muerta, algo que un juzgado de Chicana decretó en 2011.

Cuatro años antes Juan Pérez trató también de que la muerte de su madre fuera esclarecida judicialmente con una denuncia ante la Audiencia Nacional, que llegó a atender inicialmente el juez Baltasar Garzón, aunque después se inhibió y un juzgado de instrucción terminó archivándola.