La “memoria histórica” y los gestos contra la simbología y vestigio del franquismo constituyen una de las líneas ideológicas más claras del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Carmen Calvo tiene en marcha la tramitación de una Ley de Memoria Democrática que dará un vuelta de tuerca a lo que ya establece la Ley de Memoria Histórica de 2007.
Uno de los ámbitos donde la aplicación de estas medidas provoca más polémica es el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas, donde quedan nombres, estatuas, placas y otros elementos que recuerdan a Franco -muy vinculado a la Academia General Militar de Zaragoza y a la Legión, por ejemplo- y a algunos miembros destacados del bando franquista de la Guerra Civil y de la dictadura.
El Chivato ha podido comprobar que recientemente el Ministerio de Defensa ha dado un paso en lo que se refiere a puesta a disposición del público de documentación de los años de la dictadura. El Tribunal Militar Territorial Primero ha acordado entregar a la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural del Ministerio de Defensa más de 20.000 cajas con legajos y documentos de ese tribunal.
Se trata de causas judiciales del Ejército de Tierra seguidas en Madrid, Ávila, Segovia, Badajoz, Cáceres, Ciudad Real, Cuenca y Toledo entre los años 1936 (el inicio de la Guerra Civil) y 1980, cinco años después de la muerte de Franco.
También hay expedientes administrativos de Tierra, causas judiciales relacionadas con el Ejército del Aire, ficheros metálicos, causas judiciales de los juzgados militares de Valencia, pero relacionadas con la provincia de Albacete...
Entre los miles y miles de documentos, destacan los papeles originales del proceso judicial que se siguió contra Miguel Hernández. El poeta y dramaturgo de Orihuela participó en la Guerra Civil en el bando republicano. Se afilió al Partido Comunista y ejerció de comisario político de varias unidades, incluido el mítico Quinto Regimiento.
Al acabar la guerra, Miguel Hernández fue encarcelado por la dictadura y en marzo de 1940 el Consejo de Guerra Permanente nº 5 del Tribunal Militar de Prensa de Madrid le condenó a muerte por un delito de “adhesión a la rebelión”. Poco después se le conmutó la pena capital por 30 años de cárcel. El poeta murió de tuberculosis en 1942 en la prisión de Alicante.
Todos los legajos originales del proceso judicial contra Miguel Hernández pasan ahora a depositarse en el Archivo General de Histórico de Defensa, que está ubicado en el Acuartelamiento Infante Don Juan, en el Paseo de Moret de Madrid.
La web del archivo señala que “las causas judiciales, el fondo más voluminoso y consultado de este archivo, quedan sujetas a lo señalado por la Ley 52/2007 de Memoria Histórica en su artículo 3”, que declara la ilegitimidad de los tribunales, jurados y otros órganos administrativos y durante y después de la guerra puso en marcha para reprimir a los disidentes “por motivos políticos, ideológicos o de creencia religiosa”.
Se considera que este fondo documental de 20.000 cajas del Tribunal Militar Territorial Primero “contiene un patrimonio documental histórico de inestimable valor” que es objeto constante de consulta por investigadores y familiares de los implicados.
Con el traslado al Archivo General e Histórico de Defensa el valor de ese fondo documental, subraya el ministerio, se ve multiplicado al unificarse todos los legajos en un único archivo, lo que facilitará el acceso y la consulta para los interesados en todos estos papeles que recogen la historia del Tribunal Militar Territorial Primero durante la dictadura de Franco.
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