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María Torres / 28 Nov
2012
Pasear por Madrid,
“capital de la gloria”, y encontrarse con algo que haya sobrevivido a la
eliminación sistemática de símbolos republicanos realizada por el franquismo, no
deja de ser algo sorprendente.
El último reducto
monumental de la II República en Madrid es la Fuente de Cabestreros, una fuente
republicana como se puede leer en la leyenda de su lado norte: REPÚBLICA ESPAÑOLA -
AYUNTAMIENTO DE MADRID.
Sobreviviente de los
bombardeos fascistas de la guerra civil y lo que es más inaudito, a cuarenta
años de dictadura, para la que pasó desapercibida, está situada en esquina de la calle Mesón de Paredes con la
calle de los Cabestreros, en pleno barrio de Lavapiés, uno de los más castizos
del Madrid de entonces y antigua judería. Barrio obrero abandonado por la
administración franquista, seguramente porque estaba lleno de rojos a los que
no daba tiempo a matar. Era tanto el trabajo acumulado … Posiblemente a este
descuido voluntario se deba la conservación de la fuente levantada en la II
República. A esto y a que según cuentan los vecinos del barrio, tras el fin de
la contienda y la victoria del generalísimo por la gracia de dios, tapiaron con
yeso y ladrillos la placa que hacía alusión a la República.
La fuente de Cabestreros originalmente producía agua de
manantial. Se sabe que ya en el siglo XVII otro surtidor manaba en el mismo
lugar y de cuya agua se decía que tenía poderes “vigorizantes” para los
hombres, aumentando considerablemente su virilidad. Y así se escuchaba hace
años por Lavapiés: "Este es un
macho porque ha bebido el agua de Cabestreros". A veces se la llamó Fuente
de los Machos o de los Valentones. Abstenerse de acercarse a la
fuente los que se crean esta leyenda, pues de sus caños ya no mana el líquido
elemento.
Fue construida y conectada al circuito del Canal de Isabel II en
el año 1934 y tuvo una compañera, hoy desaparecida, junto a la calle de
Embajadores.
A los pies de la Cuesta de los Ciegos, en la calle de Segovia,
se encuentra la Fuente de la Cuesta de los Ciegos. Construida
en 1932, ostenta
el escudo de la Villa de Madrid utilizado durante la República,
con la corona mural en lugar de la corona real. Representa al Oso y el Madroño
en un cuartel, y en otro al Dragón.
Estas dos fuentes, es lo único que existe en Madrid con
emblemas republicanos. Que fácil les resultó deshacerse de todo con el ordeno y
mando y la amenaza de las balas.
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