Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme..... "Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
dissabte, 31 d’agost del 2013
El PP, el franquismo y el discurso del maltratador Pedro A. García Bilbao.
http://www.foroporlamemoria.info/2013/08/el-pp-el-franquismo-y-el-discurso-del-maltratador/
Pedro A. García Bilbao. Foro por la Memoria de Guadalajara, - 29 agosto 2013
Es igual que el discurso del maltratador, del miserable que ha torturado y golpeado a su esposa hasta matarla delante de sus hijos e impuesto durante años el silencio y la desmemoria, para tiempo después, cuando alguien pretende recordar a la víctima, bramar y vomitar todo su odio cuando se pretende recordarla. La verdad no importa, no importa que ella quisiera sencillamente cambiar las cosas, vivir su propia vida y procurar un futuro mejor para sus hijos. Al maltratador impune, la verdad no le interesa. Hemos asistido ya muchas veces a este tipo de reacción pública, mitad autojustificación, mitad ataque: el maltratador actuó hasta matar por culpa de la víctima, porque era una mala mujer y él, que tanto la quería, tuvo que matarla a golpes. Y claro, ahora no le gusta nada que un nieto quiera recordar a la muerta o incluso ponerla como ejemplo. Les molesta a todos los maltratadores y a sus herederos que se les recuerde el pasado, y no digamos ya que se le suelte en su cara que su presente de paz y tranquilidad se basa en un crimen espantoso y en la mentira y la calumnia a sus víctimas. Pero hay una segunda parte que no se debe olvidar, el maltratador al que se le fuerza a enfrentarse a su crimen, no sólo se molesta, también se revuelve y amenaza con volver a hacerlo si se le obliga. El maltrato es un crimen que no prescribe, es continuado y siempre mantiene en alto la amenaza si permanece impune. Les molesta, sí, mucho, que se les obligue a encarar su pasado.
Muy parecida ha sido la reacción de Rafael Hernando, portavoz adjunto del PP, en el transcurso de la polémica de estos días, levantada por los excesos de nostalgia franquista de destacados miembros de ese partido y su organización juvenil. El vómito de odio y desprecio con el que el sr. portavoz adjunto ha pretendido zanjar las cosas y reprender públicamente a unos y otros, ha sobrepasado esta vez su propia marca de barbaridades. Ha responsabilizado a la IIª República del horror del golpe, la guerra y la dictadura posterior, la República «culpable del millón de muertos» y de «la mayor tragedia de nuestra historia»; ha pedido que el PSOE expulse a los militantes que usen la bandera republicana y se ha extendido en unas curiosas interpretaciones sobre el sacrificio aliado en Normandía para detener a «Hitler y a Stalin», olvidando que los republicanos españoles entregaron sus vidas contra el fascismo en todos los frentes y que nuestra bandera nacional, la tricolor, ondeó el día de la Liberación en París, mientras la bandera franquista unida al uniforme de los verdugos combatía voluntariamente en una monstruosa guerra de agresión. Hernando olvida muchas cosas ciertamente, como por ejemplo que su ciudad natal fue bombardeada 22 veces por unidades de la Luftwaffe bajo mando franquista.
Entre la notoria cantidad de estupideces que ha soltado el sr. Hernando, sorprenden los juicios que emite sobre la bandera republicana y sus comparaciones con la actualmente vigente. Estamos ante un caso de ignorancia trufada de odio ciego. Es preciso ser un perfecto ignorante —algo grave siendo diputado— para no reconocer la bandera republicana como constitucional. La Tricolor es una bandera constitucional, no está vigente, cierto, pero representa esos valores. A diferencia de la bandera bicolor que nació para diferenciar las propiedades de la familia Borbón en el Mediterráneo, la bandera Tricolor representa nuestra tradición de lucha por las libertades frente al despotismo real y como tal fue adoptada libremente por nuestro pueblo un día de Abril de 1931 en el que brilló la ilusión y esperanza. La discusión planteada por Hernando es absurda. La actualmente vigente y la Tricolor son constitucionales, una oficial y la otra no, tan sencillo como eso, aunque para alguien capaz de disculpar una dictadura cimentada en un genocidio y en el expolio de sus victimas, estos detalles no deben tener mucha importancia.
Los militantes de Nuevas Generaciones que en estos días se han hecho fotos con banderas franquistas, haciendo el saludo fascista o mostrado su apoyo al levantamiento faccioso de 1936, parecen inquietar a Rafael Hernando. El motivo parece claro, esas muestras explícitas de apego a la dictadura, resultan «inconvenientes», pues muestran a las claras el verdadero entorno y los referentes morales del Partido Popular.
El Partido Popular es «postfranquista», considera que esa «historia» es algo pasado, del remoto pasado y que no debe ser recordado; olvido y silencio sí, pero condena nunca. Para el PP, el golpe y la dictadura fueron necesarios, dolorosos pero necesarios, como pretende el maltatador que lo son los golpes a su víctima, y los cientos de miles de muertos, presos, deportados, torturados y asesinados, el precio que hubo que pagar para lograr vencer a la «República» y merced a ello, alcanzar la extraordinaria placidez de la que habló Mayor Oreja y poner así las bases de nuestra flamante democracia actual. El discurso del maltratador. «Tuvimos que matarla, no nos obligues a hablar de ello». En este discurso no hay lugar ni para la memoria ni para la verdad, al fín y al cabo, el expolio de las víctimas todavía sigue y está en la base de la situación de privilegio y abuso que las políticas del gobierno Rajoy pretenden afianzar para siempre.
El Partido Popular nació del fango franquista, de la necesidad de cambiarlo todo para que nada cambiase en la transición miserable basada en la impunidad del franquismo. En los años de la primera transición, en ciudades como Guadalajara —un ejemplo como tantos otros—, de la que es oriundo el sr. portavoz adjunto del PP, del magma de Falange y de Fuerza Nueva salieron numerosos cuadros jóvenes, hijos de «distinguidas» familias que encontraron mejor acomodo y un futuro político de éxito en las filas de Alianza Popular, aunque las envidias y resentimientos entre las facciones de la extrema derecha local camuflada bajo las siglas de Alianza Popular obligase a alguno de aquellos señoritos a desarrollar su carrera política en otras provincias. Hoy les molesta que les recuerden la basura de la que proceden y ladran su odio hacia la memoria de la República, que no solo se resiste a desaparecer sino que se perfila en el horizonte como la esperanza que necesita nuestro pueblo para ganar el futuro.
¿Cómo hemos podido llegar a esta situación?
Es difícil de comprender, pero debemos hacernos a la idea del hecho de que el franquismo sigue siendo legal, legales sus tribunales y sentencias, impunes sus crímenes, y que los señoritos fascistas del PP pueden darnos a todos lecciones de democracia porque ellos son los herederos de la finca. Esa es la cruda realidad. Una realidad en la que el sr. alcalde de Guadalajara, del PP, por supuesto, se niega a autorizar una placa que recoja los mil doscientos nombres de personas asesinadas por la dictadura entre 1939 y 1944, en la fosa común del cementerio de la capital. Mala conciencia, odio y nulos valores democráticos definen las políticas públicas del PP hacia las víctimas del terrorismo franquista. Pero por muy despreciable que sea esta conducta del PP, ¿qué podríamos decir de los que se lo han consentido desde la izquierda todos estos años y han sido sus cómplices?
Se trata, a fin de cuentas, del problema de la impunidad del franquismo. Por ella, Hernando se permite decir lo que dice, el alcalde de Baralla justificar los cientos de miles de asesinatos o Mayor Oreja, la placidez de aquellos años. Si lo logran es por la complicidad del PSOE y de cuentos votaron a favor de la Ley de Memoria que no cuestionaba la legalidad franquista.
Hay una conexión directa entre todo este horror que Hernando pretende ocultar y las medidas de gobierno que se aplican cada día, condenando a la miseria a millones de personas y arruinando el futuro del país. Hay odio y desprecio, darwinismo social y un clasismo atroz en las acciones del gobierno del PP. Sabemos cuál es su origen. Y para vencerles habrá que sacar la basura de una vez y declarar ilegal el franquismo y anular la Ley de Amnistía y situar a todos estos defensores de los crímenes de la dictadura ante la justicia.
Caso rinde hoy homenaje a las víctimas de la represión franquista
http://ocio.lne.es/agenda/noticias/nws-219031-caso-rinde-hoy-homenaje-victimas-represion-franquista.html
Campo de Caso, M. Á. G.
El Campo acoge hoy los actos centrales de las I Jornadas de Memoria y homenaje a las víctimas del franquismo del concejo de Caso. Las actividades arrancarán a las 13.00 horas en el puente romano con un tributo a todas aquellas personas de Caso que fueron represaliadas por el régimen franquista o lucharon contra la dictadura. «Se recordará de forma especial a todos los que nos están entre nosotros, esperando con este acto de memoria poder hacer receptores a sus familiares de todo nuestro reconocimiento y cariño hacia ellas», indicaron los representantes de la entidad organizadora Estaya de la Memoria de L'Altu Nalón.
A continuación, a las 14.00 horas, tendrá lugar una comida de fraternidad y más tarde, a partir de las 19.00 horas, tendrá lugar el I Concierto de la Memoria, con la actuación de Salvador Amor y Gabriel Ortega que presentarán por primera vez en Asturias su disco «Rojo. Cancionero y banderas rotas».
Las jornadas tuvieron su anticipo ayer, con la presentación de la asociación organizadora y la proyección del documental «21X12» sobre la fosa común del cementerio de Oviedo «donde ocho vecinos de Caso fueron arrojados junto a otras 1.700 personas tras ser fusilados, por lo que se rindió para ellos y para el resto de personas del concejo asesinados por los franquistas un recuerdo especial».
Corresponsal Tageszeitung: “En Alemania, sería impensable equiparar la bandera de la República de Weimar con la nazi”
http://www.radiocable.com/wandler-bandera-republicana348.html
29 de Agosto de 2013
Corresponsal Tageszeitung: “En Alemania, sería impensable equiparar la bandera de la República de Weimar con la nazi”
Reiner Wandler, del diario aleman Die Tageszeitung asegura en radiocable.com que le parece “incomprensible” que Rafael Hernando, haya equiparado la exhibición de banderas de la II República con la de la insignia y otros símbolos franquistas hecha por militantes y cargos del PP: “Uno fue un regimen legal y constitucional y lo otro un golpe de Estado”. Explica que en Alemania todos los partidos, menos el neonazi, se declaran antifascistas en sus estatutos. Por ello sería la “muerte política” aparecer con banderas o con declaraciones comprensivas con el fascismo.
Entrevista a Reiner Wandler: Escuchar
Reiner Wandler asegura: “Algo asi en Alemania sería impensable por varias razones. Primero porque la bandera nazi como tal está, como todos los símbolos nazis, prohibidos. Es decir que salir en una foto exhibiéndolos sería un delito. Por otro lado cualquier declaración de simpatía o de entender algo de aquello, defenderlo de alguna manera o equipararlo con otras cosas sería directamente la muerte política”.
Añade que en Alemania “hasta las juventudes del partido de Angela Merkel declaran en sus estatutos que son antifascistas. De hecho todos los partidos alemanes, menos el neonazi, son antifascistas en sus estatutos. Y muchas veces hasta la derecha conservadora participa en las marchas contra los neonazis”.
Explica que no le sorprende que casos asi estén sucediendo en España: “Hitler fue derrotado y se suicidó, por tanto hubo una limpia ideológica y personal en Alemania. En España, Franco murió en la cama. Además en Alemania hubo una catarsis y durante años la culpa colectiva fue una parte central del debate. En España, la derecha nunca ha hecho autocrítica o una reflexión sobre su parte de culpa. Encima es una derecha que equipara el fascismo español con la República, sin tener en cuenta que era el sistema legal, constitucional. Lo otro fue un golpe de Estado.”
Y en relación a la equiparación hecha por el portavoz del PP Rafael Hernando de la exhibición de la bandera franquista con la republicana, Reiner Wandler dice: “Para mi es imcomprensible. Una cosa es la legalidad vigente y democrática y lo otro un golpe de Estado y el fascismo. No es comparable en ningun sentido. Sí, los dos emplearon las armas en la Guerra Civil. Pero unos atacaron el regimen y democrático y otros lo defendieron. No es una diferencia pequeña, sino muy grande. En Alemania sería impensable hacer una equiparación entre la República de Weimar y el fascismo”.
Sos exhumará los primeros cuerpos en los últimos dos años
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/sos-exhumara-los-primeros-cuerpos-en-los-ultimos-dos-anos_877809.html
M. VALLÉS 24/08/2013
El 20 de julio de 1936 las tropas franquistas entraron en Sos del Rey Católico. De la refriega resultó muerta Saturnina Arbea, que en ese momento estaba por la calle, intentando resguardar a un grupo de niños. Dicen que fue una bala perdida. Mariano Legarre cayó en uno de los múltiples tiroteos que se desencadenaron en el municipio. Ambos fueron enterrados al día siguiente. Sus familias no recibieron comunicación alguna. El lunes sus cuerpos serán exhumados. El proyecto ha sido sufragado gracias a las donaciones de la gente --6.900 euros--. Las instituciones han dado la espalda a todo lo que tenga que ver con la Memoria Histórica. De hecho no se ha hecho nada desde el 2011, cuando se acabaron las subvenciones del Gobierno central y el autonómico.
Para saber qué había sido de los cuerpos de Saturnina y Mariano hubo que recurrir, años más tarde, a las autopsias. Así descubrieron que descansaban en el cementerio de Sos. El lunes los restos serán exhumados a petición de las familias. La asociación Charata para la recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo y la asociación por la recuperación e investigación contra el olvido (Arico) son las encargadas de coordinar los trabajos.
La financiación del proyecto, 6.900 euros, se ha conseguido a través de las aportaciones que ha realizado la gente en los últimos meses de verano. Era la única alternativa que las asociaciones tenían para llevar adelante la exhumación porque ninguna institución pública ha dado ni un euro en subvenciones. "La gente se ha volcado, la respuesta ha sido muy buena, pero las administraciones se han portado fatal, estamos decepcionados con su respuesta", explica Miguel Ángel Capapé, presidente de Arico. En total ha recibido 237 donaciones, que van desde los cinco euros hasta los 200. Y han recogido ya 7.395 euros.
En el proyecto trabajarán desde el lunes tres arqueólogos, que ayer ya tomaron muestras de georradar para delimitar bien la zona del cementerio donde se cree que están los cuerpos. "Esperamos localizarlos pronto porque el lugar en el que se va a excavar apenas tiene 30 metros cuadrados", cuenta Capapé.
SIN AYUDAS Arico y Charata han tenido que recurrir a la ayuda de la gente para poder llevar a buen término la exhumación que habían pedido las familias. Fue la única vía que encontraron. "Las ayudas que concedía Vicepresidencia del Gobierno de Aragón se acabaron en el 2011. Desde entonces ya no se apoya esta causa, así que las donaciones son una buena alternativa. Las administraciones no han respondido, ni creo que lo hagan", subraya el presidente de Arico.
La situación con la que se han encontrado en Sos del Rey Católico no es una excepción. La asociación para la recuperación de la Memoria Histárica lamenta que desde el 2011 no sea posible acceder a ayudas públicas. Fue ese año precisamente cuando en Santa Eulalia se exhumaron 13 cuerpos. Este es el último proyecto desarrollado en Aragón.
"No podemos hacer nada porque no tenemos ni un duro. La última exhumación que se hizo en Aragón fue en el 2011 en Santa Eulalia de Gállego. Desde entonces nada. A lo máximo que podemos aspirar es a hacer informes", denuncia Virginia Lasala de la Asociación para Recuperación de la Memoria Histórica.
Manaña 31 de agosto nos vemos en la plaza de la Gavidia (Sevilla) a las 12 de la mañana.
Manaña 31 de agosto nos vemos en la plaza de la Gavidia
(Sevilla) a las 12 de la mañana.
Mientras podéis ir leyendo, y reflexionando, sobre este trabajo y lo relacionado con él en:
Mientras podéis ir leyendo, y reflexionando, sobre este trabajo y lo relacionado con él en:
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Si lo que dice ahí el Ministerio de Justicia, se llevara a la práctica, por parte de las instituciones tendríamos varios miles de desaparecidos "juridicos" menos.
Cecilio Gordillo. Coord. RMHSA de CGT.A
Si lo que dice ahí el Ministerio de Justicia, se llevara a la práctica, por parte de las instituciones tendríamos varios miles de desaparecidos "juridicos" menos.
Cecilio Gordillo. Coord. RMHSA de CGT.A
SOBRE EL CONCEPTO DE DESAPARECIDO
Francisco Espinosa Maestre. Historiador.
Francisco Espinosa Maestre. Historiador.
Foto: 2010. Plaza de
la Gavidia (Sevilla)
Hay que definir y acotar una palabra que se usa con dema-siada
facilidad y que corre el riesgo de perder su sentido. Urge además clarificarlo
para saber claramente de qué hablamos cuando nos referimos a los desaparecidos a consecuencia del golpe militar del 18 de julio. De
entrada y muy en general podríamos llamar desaparecido a la persona, detenida
ilegalmente por motivos políticos, cuyo rastro se pierde en el proceso represivo.
La geografía de los
desaparecidos, como la de las fosas comunes, se superpone a la geografía del
golpe militar triunfante. Un proceso que se abre en julio con la ocupación de
medio país y se cierra en abril de 1939. Pero fue especialmente en los territorios
ocupados desde los primeros momentos donde los golpistas aplicaron el plan de
exterminio de sus enemigos políticos y de clase. En noviembre de 1936, cuando
el golpe se convierte en guerra, los países fascistas se vuelcan con Franco y
éste pasa a ser el jefe único y absoluto de los sublevados, se producen una
serie de cambios que se impondrán paulatinamente y que pueden darse por
establecidos en marzo de 1937. Me refiero a la estrategia del terror, al paso
de los bandos de guerra al de los consejos de guerra sumarísimos de urgencia,
procedimiento este que se prolongará hasta los primeros años cuarenta, cuando
con motivo del derrumbe nazi-fascista la dictadura considere oportuno dar por
concluida la matanza iniciada en julio de 1936.
Es pues en esos meses que van de julio de 1936
a febrero de 1937 cuando se producen la mayor parte de
los casos de desaparición. Personas detenidas por grupos militares o
paramilitares cuyas familias intentan localizarlos y ayudarles. Dado el número
de locales habilitados como prisiones y la desproporcionada cantidad de
personas detenidas, la alimentación de éstas recayó sobre los familiares, que
debieron peregrinar de sitio en sitio hasta dar con quien buscaban y acercarse
todos los días para llevarle ropa y alimento. Todo ello hasta que un día, y
esto forma parte de la memoria familiar de mucha gente, se le comunicaba que el
preso “ya no necesitaba comer”.
Inmediatamente se
iniciaba otro peregrinaje por los lugares de muerte más habituales para tratar
de localizar el cadáver y tratar de darle sepultura digna. Algunas veces esto
se hizo con el visto bueno de la autoridad militar. Podrían citarse dos casos
conocidos: el de García de Leaniz en
Sevilla o el de los hermanos Pla en
Badajoz, todos pertenecientes a conocidas familias burguesas a las que por
mediaciones varias se concedió este privilegio. También sabemos de casos en los
que en los años cuarenta y cincuenta se abrieron algunas fosas para sacar los
restos de algunas personas. En este sentido resultaron claves las notas tomadas
en el 36 por los propios enterradores. Desconocemos la magnitud de estos casos.
Sin embargo la mayor parte de las víctimas quedaron para siempre en las fosas
abiertas para la ocasión.
En el suroeste la
mayor parte de las fosas, todas las de las grandes ciudades por ejemplo, se
abrieron dentro de los cementerios. Sin embargo en pueblos de zonas rurales
hubo también fosas abiertas en descampados e incluso en fincas privadas. Por
documentos que se conservan en los archivos municipales sabemos que los
Ayuntamientos se encargaron de dar sepultura a los cadáveres abandonados en sus
términos. Los nombres de las víctimas no fueron recogidos; si acaso se hizo
constar en el registro el número de “desconocidos” que eran inhumados. En
ocasiones, debido a la confluencia de varios pueblos, se optó por un punto
intermedio donde el número de muertos acumulados obligó a abrir una fosa.
Actualmente buen número de ellas se encuentran bajo construcciones de nichos
levantadas posteriormente. En otros casos (Huelva, Badajoz) se han conservado
como zonas de césped y se ha erigido una lápida conmemorativa. En algunos
lugares, caso de Sevilla, los restos de las dos fosas principales, fueron
trasladados al osario general en los años sesenta. Por su parte las fosas abiertas
fuera de los cementerios, bastante controladas por los mapas de fosas
recientemente elaborados, plantean numerosos problemas, como prueba lo que
viene ocurriendo en Extremadura, donde muy pocos de los trabajos realizados han
dado resultado.
Recordemos que
durante esos meses del bando de guerra se celebraron en general muy pocos
consejos de guerra. Casi siempre a militares y marcados por el carácter
ejemplarizante en el caso de civiles. Pero en esto, como en otras cosas, los
golpistas actuaron con bastante autonomía, de forma que si en el sur se
impusieron los terroríficos bandos en Galicia se adelantó de manera selectiva
la maquinaria represiva de los consejos de guerra. De cara a lo que tratamos la
diferencia es importante: los bandos no dejaban huella de la víctima salvo en
los archivos de los organismos represores, mientras que los consejos de guerra
que concluían en pena de muerte acababan con un certificado médico de defunción
y con la comunicación al Registro Civil para su inscripción. Sin embargo, por
más que se supiera que había acabado en una fosa común, en la mayor parte de
estos casos no quedaba constancia oficial del lugar de la inhumación, motivo
por el cual también entran dentro de la categoría de desaparecidos. Una
excepción sería la ciudad de Huelva, cuyos consejos de guerra indican incluso el lugar exacto donde fueron
enterrados los condenados a muerte. Otra excepción sería Córdoba, donde también
se indica el lugar de enterramiento (por ejemplo hay personas de las que se dan
las coordenadas y la profundidad a la que han sido enterradas en la fosa común:
siete metros).
Esto marca una serie
de diferencias muy importantes entre las zonas ocupadas entre julio de 1936 y
febrero de 1937, y las que lo fueron posteriormente, donde se fue un poco más
cuidadoso con las formalidades. Sería el caso de los territorios ocupados tras
la puesta en marcha de la Fiscalía del Ejército de Ocupación, presidida por el
jurídico militar Felipe Acedo Colunga
y que inició sus actividades en la ciudad de Málaga en febrero del 37. De su
contundencia dan muestra estas cifras: 2.168 víctimas de febrero a diciembre de
1937 (febrero: 627, marzo: 877, abril: 365…), todas ellas inscritas en el Registro
Civil de Málaga; mientras tanto, en los pueblos ocupados se seguía con los
bandos de guerra. Sin embargo, en Málaga, pese a la inscripción registral, no
quedó rastro individualizado del lugar donde cada persona fue inhumada.
Por el decreto 67 de 10 de noviembre de 1936 y aunque no se mencionara a las
víctimas de la represión se abrió una puerta a la inscripción de las personas
desaparecidas en los meses anteriores. Dicho proceso se extenderá a los largo
de varias décadas: primero en los cuarenta y cincuenta, luego descenderá en los
sesenta y setenta y emergerá de nuevo durante la transición y en los años
ochenta y noventa a consecuencia de la Ley de Pensiones de Guerra de 1979. De
todo esto podemos hacernos una idea por el caso de Huelva, una provincia muy
afectada por la represión: entre 1936 y 1990 fueron inscritas en los libros de
defunciones de la provincia 3.040 personas, de las que sólo 520 serían
inscripciones realizadas en plazo legal; el resto fueron diferidas: 1.989 entre
1936 y 1975 y 531 desde 1979
a 1990. Pero lo que hay que tener en cuenta es que estos
3.040 casos representan menos del 50 % de las personas asesinadas en la
provincia. Tenemos constancia de que fueron más de seis mil pero sólo podemos
dar la identidad de algo menos de la mitad de los que aún quedan por inscribir.
¿Podemos considerar desaparecidos a estos más de cuatro mil onubenses
asesinados entre 1936 y 1945? No. En el caso de Huelva, como se ha dicho,
habría que exceptuar a los que lo fueron por sentencia de consejo de guerra.
Por el contrario sí habrá que tener en cuenta a los asesinados tras consejo de
guerra en las restantes ciudades que hemos estudiado (Badajoz, Sevilla,
Málaga). Hubo también familias que, pese al consejo de guerra, la sentencia y
la inscripción, nunca supieron qué fue
de los suyos. Nadie se lo comunicó. En todo caso, ¿qué representa el número de asesinados por sentencia respecto al del
total de desaparecidos? En el suroeste muy poco. En el caso de Huelva, con
más de seis mil, no pasan de 400; en el de Badajoz, con más de siete mil
asesinados censados hasta ahora (falta media provincia), sobrepasa ligeramente
los mil casos, y en el de Sevilla-provincia de once mil quinientas víctimas
sólo pasaron por los tribunales militares 631. Es decir, la desproporción es
absoluta.
Incluso cabría hacer
una matización más: hubo personas que pasaron por consejo de guerra y que
fueron inscritas en los registros civiles a las que podemos considerar
desaparecidos. No ya porque no exista constancia oficial del lugar donde yacen
los restos, sino simplemente porque ni una cosa ni otra se comunicó a la
familia, que quedó tan a oscuras como si se tratarse de un desaparecido por
bando de guerra. Esto ocurrió con frecuencia cuando comenzó a actuar la
Fiscalía del Ejército de Ocupación a partir de febrero de 1937. En Málaga, por
ejemplo, fueron asesinadas muchas personas de provincias limítrofes cuyas
familias nunca supieron qué fue de ellas. Y en este mismo sentido hubo
numerosos casos de familias a las que nunca se comunicó la inscripción del
familiar en el registro civil, tanto en un caso como el citado de Málaga como
en otros donde la inscripción se hizo por orden superior sin decir nada a los
familiares. A la larga estas irregularidades produjeron casos de dobles y
triples inscripciones. No obstante, la mayor parte de los que llegaron a los
libros de defunciones lo fueron por necesidades de sus familias.
Foto: Sevilla. `todos (…) los nombres´ entrega
información a Garzón
Todas estas consideraciones muestran las dificulta-des de la
investigación y lo complicado que puede resultar establecer cuáles de las
personas incluidas en los listados no entran dentro de la categoría de
desaparecidos.
Hay más problemas.
Las columnas de Franco fueron eliminando en su marcha hacia Madrid a los
milicianos republicanos que apresaban. Basta mirar el Diario de operaciones de
Varela o los escritos de algunos capellanes castrenses (especialmente el padre
Huidobro, que llegó a denunciar estos hechos). Por supuesto no se molestaron en
inscribirlos en registro alguno. Esto desborda ampliamente el concepto de
“víctimas en acción de guerra”, concepto que desborda nuestro objetivo y que
queda fuera de nuestro campo de análisis. Otro ejemplo de esta ambigüedad
serían los casos de personas fallecidas en defensa de sus localidades o fruto
de los bombardeos previos a la ocupación. Los registros no sólo no informan de
esta circunstancia sino que, con el claro objetivo de ocultar la represión,
para rellenar la causa de muerte recurrieron en cientos de casos a la formula “Choque con la fuerza pública”,
a sabiendas de que se trataba de personas a las que se aplicó el bando de
guerra. Es éste un terreno en el que, faltándonos como nos faltan los informes
militares realizados tras la toma de pueblos y ciudades, informes a los que se
aludía en los propios documentos militares y que detallaban bajas propias y
ajenas, número de detenidos, etc., todos son conjeturas.
Dicho esto, podemos
decir que, en relación con el golpe militar del 18 de julio de 1936, un
desaparecido es la persona que, inscrita o no en el registro de defunciones,
habiendo pasado o no por consejo de guerra, fue detenida ilegalmente, recluida
en lugar conocido o no y asesinada, careciéndose de constancia oficial sobre el
lugar donde yacen sus restos.
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