dissabte, 24 de juny del 2023

Franquismo solo hubo uno: la represión franquista más allá de la posguerra

 https://www.deia.eus/historias-vascas/2023/06/24/franquismo-hubo-represion-franquista-posguerra-6966857.html

Investigaciones como las realizadas en Gipuzkoa demuestran que la represión no fue solo un fenómeno en un contexto de posguerra

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En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra

La eliminación física del adversario tras el golpe militar y la inmediata posguerra, provocó que a partir de mediados de la década de 1940 la oposición al régimen fascista se encontrara en el exilio, encarcelada o sepultada. Se impuso entonces la paz de los muertos, unos modos represivos indirectos, intimidatorios, aplicados en todos los ámbitos de la vida social, tanto en la esfera pública como en la privada, en las escuelas, en los centros de trabajo, en los hogares, o en las relaciones entre ambos sexos.

“Y en España paz”, titulaba el diario falangista Unidad en 1945. Un eslogan que el régimen recuperó en 1964 para conmemorar el 25º aniversario del fin de la guerra. Sin embargo, 1964 ya no era 1945, y aunque intentará dar una imagen de estabilidad, los últimos años de la dictadura se caracterizaron por el aumento de la represión directa y la sistemática violación de derechos humanos. Fundamentalmente contra grupos opositores con cada vez más presencia en el espacio público, pero también de forma indiscriminada cuando perdió el control.

El origen de esta nueva y adversa situación para la dictadura lo encontramos en la llegada a la mayoría de edad de una generación que no había vivido la Guerra del 36 ni las formas de represión más crueles de la posguerra. La pérdida progresiva del miedo y el contacto con el exterior propició que jóvenes de diferente extracto social, de diversos sectores profesionales, de ideologías o familias políticas dispares, compartieran un mismo objetivo: derrocar a la dictadura, unirse al mundo, cambiar todo lo que debía ser cambiado.

Pudo cambiar el modelo económico, incluso el discurso en función del contexto internacional, pero su razón de ser se mantuvo intacta

Hego Euskal Herria, y en particular Gipuzkoa, se convertirá entonces en el foco más activo contra el régimen, debido en gran medida a dos factores principales. Por una parte, el pueblo vasco reactivaba su conciencia como tal, en un intento de preservar o recuperar su lengua, su identidad, y en último término, para amplios sectores de la sociedad, su “liberación nacional” frente al asimilacionismo cultural impuesto por el Estado español. En segundo lugar, su condición de territorio fuertemente industrializado, incentivó la movilización de la clase obrera en demanda de una mejora en las condiciones de vida y laborales. Y en el trasfondo de todo ello, un contexto internacional no del todo desconocido para la sociedad vasca a pesar de la censura, y en el que influyó especialmente el auge de grupos de izquierdas en el mundo capitalista y la sucesión de movimientos de liberación nacional en África, Asia y América Latina.

Por tanto, lo que resultó determinante fue la conjunción de estos dos factores, la reivindicación nacional y la social. Una interrelación que fue señalada tanto por agentes del régimen como José Sainz (uno de los máximos responsables de la Brigada Político-Social en este período, sustituto de Melitón Manzanas) refiriéndose a la coincidencia de “los dos virus, el separatista y el del progresismo, en su disconformidad y oposición al Régimen”, como por el filósofo Jean-Paul Sartre, el catedrático de Ciencia Política y abogado Pedro Ibarra, historiadores como Pau Casanellas, antiguos dirigentes de ETA como Mario Onaindia, e incluso instituciones como el Gobierno Vasco a través del programa educativo Herenegun!.

En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra

En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra FONDO FAMILIAR

En respuesta, aquella aparente relajación en materia represiva se esfumó rápidamente a medida que la oposición aumentaba sus acciones. La pretendida homogeneización de la economía española con el resto de países capitalistas con democracias parlamentarias estables, se fraguaba mientras se mantenía la excepcionalidad política de una dictadura que no dudaría en generalizar la represión ante cualquier aspiración de cambio político. Una violencia ejercida fundamentalmente mediante el recurso al estado de excepción, la intervención de tribunales militares y ordinarios de excepción de acorde a una legislación de guerra, y el uso de la fuerza por parte de los diferentes cuerpos policiales.

En este sentido, el análisis de la represión ejercida por el franquismo permite medir el alcance real de la violencia de raíz política y, a su vez, el alto grado de desproporcionalidad entre la acción antifranquista de carácter violento y la violencia de Estado. Más aún, los datos permiten afirmar que allí donde el antifranquismo era más fuerte (Hego Euskal Herria, y principalmente Gipuzkoa), la represión fue más dura.

La característica de su acción represiva fue la impunidad con la que actuaron, y el ejercicio de ésta de manera indiscriminada

De los 11 estados de excepción dictados por la dictadura entre 1956 y 1975 en el conjunto del Estado español, cinco se circunscribieron únicamente a provincias vascas (Gipuzkoa y/o Bizkaia). En ningún otro lugar, salvo en Asturias en una ocasión, se dictaron estados de excepción limitados a una provincia en concreto. Los dos de 1968 y el de 1970 se aplicaron exclusivamente a Gipuzkoa. Estos, junto a los dictados para el conjunto del Estado español, supusieron que entre la aprobación del estado de excepción del 3 de agosto de 1968 y la derogación el 5 de febrero de 1971 del decretado el 4 de diciembre de 1970, los guipuzcoanos vivieran diez de esos treinta meses en este régimen de excepcionalidad.

Los tribunales militares y civiles de excepción fueron piedra angular del aparato represivo. Entre 1970 y 1974 se contabilizan alrededor de 1.000 procedimientos penales militares en territorio vasco por “acciones criminales seguidas con motivo de actividades separatistas”. Por su parte, en cuanto a las personas represaliadas por el TOP, si se tiene en cuenta el número de habitantes en cada una de las provincias y se realiza una media ponderada de los procesados por su lugar de nacimiento, las cuatro provincias que conforman Hego Euskal Herria ocupan los primeros cuatro puestos con respecto al número de encausados por cada 10.000 habitantes.

Por su parte, las acciones represoras de las fuerzas policiales fueron llevadas a cabo por los tres cuerpos operativos: Guardia Civil, Policía Armada y el Cuerpo General de Policía, siendo los dos primeros dependientes del Ejército. La característica fundamental de su acción represiva fue la impunidad con la que actuaron, y el ejercicio de ésta de manera indiscriminada, sobre todo en períodos de estado de excepción. El resultado, 911 casos de torturas y más de 700 víctimas en la Comunidad Autónoma Vasca entre 1960 y 1975.

En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra

En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra ARTURO DELGADO

Pero esta impunidad no sólo se tradujo en torturas, sino también muertos. En controles de carretera, en manifestaciones, en supuestos enfrentamientos, o a consecuencia de esos malos tratos en comisaría. Los estudios elaborados hasta la fecha indican que es en tierra vasca donde se dio el mayor número de víctimas mortales causadas por agentes policiales durante los últimos años de la dictadura franquista. Únicamente en Gipuzkoa se contabilizan 18 fallecidos entre 1960 y 1975: quince en actuaciones policiales, dos fusilados y un suicidio tras haber sido torturado durante días por la policía. De las 18 víctimas solo cuatro eran militantes de organizaciones opositoras armadas.

En definitiva, los movimientos nacionalistas y de izquierdas asentados en Hego Euskal Herria fueron capaces de generar en los años 60 –y hasta el final de la dictadura– la oposición al franquismo de mayor capacidad movilizadora del Estado español. Como réplica, la dictadura volvió a reactivar la represión directa de los años más duros de la inmediata posguerra. De nuevo, los aparatos represivos del Estado franquista volverán a generalizar las acusaciones de “rojo”, “rojo-separatista” o “vasco-separatista” como elemento irrefutable de prueba, en un ejercicio represivo que causó decenas de muertos y centenares de casos de torturas; y que además, abrió un nuevo ciclo violento en el marco del histórico conflicto vasco.

Por tanto, franquismo solo hubo uno. Pudo cambiar el modelo económico, incluso parte del discurso en función del contexto internacional, pero su razón de ser, su aparato represivo, sus principios y objetivos se mantuvieron intactos. Se impuso matando y pereció matando. Siguió vulnerando derechos y libertades básicos de manera ininterrumpida y hasta su extinción. Derechos y libertades que en países con democracias parlamentarias consolidadas estaban en principio garantizados y que por tanto debieran de suponer el disfrute y ejercicio de la vida humana en condiciones de plena dignidad. Continuó utilizando la violencia de manera sistemática contra cualquier forma de oposición, y siguió ejecutando su proyecto renacionalizador basado en la eliminación de cualquier otro concepto de pertenencia a un grupo social o cultura política.

En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra

En imágenes: la represión franquista más allá de la posguerra ARTURO DELGADO

Asimismo, de acuerdo con el historiador Emilio Majuelo, cabe señalar el peligro de fijar el año 1960 como génesis de investigaciones, marcos legislativos y políticas públicas en materia de violencia política, ya que se corre el riesgo de llevar a “una exculpación del régimen fascista” en su uso sistemático de la violencia para centrarlo en la respuesta de los grupos opositores (especialmente ETA), lo que provocaría que la dictadura desapareciera del “objeto de análisis”.

Y es que no son pocas las muestras de blanqueamiento de la dictadura franquista en sus últimos años, incluso desde organismos estatales, en su obsesión por deslegitimizar la actividad antifranquista del nacionalismo vasco en cualquiera de sus variantes. Por ello, resulta necesario resaltar algo tan obvio como que la violencia ejercida por un régimen dictatorial es siempre ilegítima. Pero además, investigaciones como las realizadas en Gipuzkoa, demuestran que la represión, tal y como recordaba Julián Casanova, no fue solo un fenómeno en un contexto de posguerra. Una violencia de Estado que siempre fue en un alto grado cuantitativa y cualitativamente más vulneradora de derechos humanos que la acción antifranquista; afectando esta represión a amplios sectores de la sociedad que nada tenían que ver con acciones violentas contrarias a la dictadura.

El autor: Javier Buces Cabello

Nacido en Sevilla en 1982. Licenciado en Historia por la Universidad de Deusto en 2005. Doctor por la Universidad del País Vasco en 2021 con mención Cum Laude. Investigador de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y profesor asociado de la UPNA. Autor de varias publicaciones relativas a la dictadura franquista y al conflicto vasco en el ámbito local y provincial, entre ellas ‘Oposición, represión y graves violaciones de derechos humanos en Gipuzkoa (1960-1975)’.

"A mi padre lo tiraron en un pozo por ser sindicalista": memorial para las víctimas del franquismo en Canarias

 https://www.infolibre.es/cultura/contramonumento-memoria-victimas-franquismo-canarias_1_1527910.html

Fotografías de víctimas del franquismo en Canarias.

Aunque no hay cifras oficiales, se estiman entre 1.500 y 3.000 las personas muertas y desaparecidas en Canarias durante la Guerra Civil y la represión franquista, siendo el método del ahogamiento forzoso uno de los más comunes aunque, por supuesto, no el único, pues también se las fusiló o se las hizo desaparecer en simas, pozos, barrancos o tubos volcánicos. Además, al menos 45 canarios fueron deportados a campos de concentración nazis.

Víctimas represaliadas pero no olvidadas, que ahora se convierten en el núcleo resplandeciente de un monumento colectivo en el Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife. Un depósito industrial de la refinería de la ciudad (la primera que se instaló en España en 1930 y que es propiedad de CEPSA), cuyo petróleo fue enviado a la península como energía para la maquinaria militar fascista, y con la complicidad entre altos funcionarios y empresarios involucrados en la conspiración del Golpe de Estado de 1936.

Con el paso de los años, este gran depósito, propiedad de CEPSA, fue rehabilitado y adaptado como espacio cultural que ahora es emblema de Santa Cruz de Tenerife por su singularidad y por acoger eventos musicales y proyectos de arte contemporáneo. En un paso más en esta reconversión, los artistas Miguel G. Morales y Eugenio Merino resignifican este espacio cultural que se convierte, del 29 de junio al 10 de septiembre, en un monumento a la memoria de las personas asesinadas o hechas desaparecer durante la represión franquista en Canarias.

El Tanque, que fuera foco de la lucha obrera y el movimiento sindical desde los años veinte, se transforma así en el único memorial en recuerdo a todas las personas asesinadas durante el Golpe de Estado y la represión en el archipiélago. "La refinería tuvo un papel activo en el Golpe de Estado, que se inició en Tenerife, y la posterior Guerra Civil. El petróleo de este tanque, y de otros similares, fue enviado a la península para abastecer la maquinaria militar fascista contra el gobierno republicano legítimo. La refinería quedará desmantelada pronto y toda esta memoria desaparecerá, salvo este Tanque recuperado por la ciudadanía", explican a infoLibre ambos artistas.

Así las cosas, el monumento colectivo que han proyectado es una forma de "resignificar el pasado de estas instalaciones, como origen mismo del golpe de Estado, y transformarlo en un contramonumento que cuestione la historia de los vencedores". "En una ciudad como Santa Cruz de Tenerife, que tiene la mayor concentración de monumentos fascistas desde el punto de vista de la extensión física del territorio, es esencial que desde la cultura se combata toda esta propaganda que se está protegiendo desde la política", añaden.

La obra se activará con la participación de los familiares de las víctimas y se completará con la videoinstalación Monumento a la Oscuridad. La ciudadanía puede participar en la construcción de este monumento colectivo enviando las fotografías y los nombres de las personas represaliadas al correo electrónico monumentoalaoscuridad@gmail.com. Los artistas se encargarán de imprimirlas y pegarlas posteriormente en el muro.

El 29 de junio, día de la inauguración, como si de la primera piedra de un monumento se tratara, la presidenta de la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas, Pino Sosa, pegará el cartel con la fotografía de su padre, José Sosa Deniz. Pino ha dedicado toda su vida a buscar los restos de su padre y a la lucha por la reparación y la justicia democrática. Ella, a diferencia de otros familiares desaparecidos en Canarias, pudo descubrir en 2018 los restos mortales de su progenitor en el pozo de Tenoya, junto a los de otras catorce personas. A Pino Sosa se unirán otros familiares procedentes de La Palma, La Gomera, Gran Canaria o Tenerife.

"Desde los dos añitos empecé a preguntar quién es y dónde está mi padre. Me preguntaba 'por qué yo no tengo padre como todos los niños' y cuando fui creciendo la respuesta era 'se lo llevaron los hombres'. Iba por la calle y decían '¿de quién es esa niña?' De José, el que tiraron al pozo. Yo no lo comprendía. Cuando me decían 'esa niña es hija de un rojo' tampoco lo comprendía. Empecé a tomar conciencia, ya sabía que a mi padre lo habían tirado en un pozo porque era sindicalista, así que comencé a recopilar todo porque tenía que buscar a mi padre, que no fue un criminal, sino una buena persona, un demócrata", relata Pino Sosa en un vídeo al que ha tenido acceso infoLibre y que formará parte de la instalación.

Al llegar, el espectador se encontrará un espacio con un muro vacío en uno de sus lados y con una video proyección en la otra, a la espera de que la acción comience. Es, en palabras de Miguel G. Morales y Eugenio Merino, una "formalización minimalista que pondrá todo el peso y todo el significado en la presencia y la acción de los familiares de las víctimas". En ese sentido será, por tanto, un "monumento vivo" que es el Tanque mismo: "En su interior sólo hemos proyectado la construcción de un muro negro de ocho metros de alto en el que se irán pegando fotografías de los asesinados o hechos desaparecer en Canarias durante la represión franquista". 

Concretamente, la videoinstalación es el resultado de la acción que Miguel G. Morales y Eugenio Merino realizaron en la Bahía de Santa Cruz de Tenerife en 2022. Ambos crearon un "contramonumento" en el lugar donde fue asesinado en febrero de 1937 el poeta y ensayista Domingo López Torres, junto con otras doce personas. Con la ayuda de dos buzos y un cámara submarino, Francis Pérez, arrojaron una placa conmemorativa de bronce con las palabras "Monumento a la Oscuridad", en la geolocalización 28°28'11"N 16°13'32"W. "La intención era activar un significado del mar como fosa común y hacer un memorial a todas las personas hechas desaparecer en él", remarcan.

Además, se podrá acceder a todos los archivos que han servido como base para esta investigación. Por primera vez se podrá ver el manuscrito original de Lo Imprevisto, obra decisiva de Domingo López Torres escrita en la prisión de Fyffes con las ilustraciones del también represaliado Luís Ortiz Rosales. Asimismo, los artistas le han propuesto al músico José A. Fajardo la adaptación musical de algunos de estos poemas, que podrán ser escuchados en un concierto que se desarrollará en el interior del Tanque como parte del mismo memorial el próximo mes de septiembre. El acceso será público y gratuito.

Además, hay toda una investigación compuesta por documentos, archivos, testimonios orales, fotografías y objetos. "Como todo memorial o monumento abierto al público, queremos que en la entrada al espacio de reflexión, el visitante tenga toda la información del contexto histórico y político del momento, de la refinería o de cómo llegamos a la geolocalización de los asesinatos cometidos en el mar", apuntan, destacando a su vez que la caja que dio pie a todo este proyecto, con fotografías originales, documentos y el manuscrito de Lo Imprevisto, le fue entregada a Miguel G. Morales por Luchi Morin, la hija de la prometida de López Torres: "Nos parece necesario hacer accesible a nuevos públicos el poemario de Domingo y por eso le propusimos al músico canario Fajardo su reinterpretación. La idea es que su música también forme parte del monumento".

Un memorial para no olvidar un pasado del que nunca se habla lo suficiente, como defiende Pino Sosa, quien recuerda que cuando empezó a luchar por la memoria de sus padres y el resto de represaliados canarios la tenían por "loca" y muchos ni sabían ni creían que todo eso hubiera pasado. "Tuve muchas discusiones con políticos. Me decían que no revolviera, pero yo no cesaba, quería buscar a mi padre y a todos los demócratas que habían tirado en pozos y simas. Se juntaron más familiares y seguimos adelante. Que no se olviden estos sucesos porque lo que se olvida se puede volver a repetir, y no me gustaría que a ningún niño le faltara mi padre como me faltó a mí. Que no se olvide esto que ocurrió en toda España y más en Canarias, donde no hubo guerra, sino una represión brutal de la que no se podía hablar", plantea.

Coinciden con ella los dos artistas, quienes subrayan que El Tanque tiene una historia relevante en el golpe de Estado y la posterior Guerra Civil, por lo que es "importante recordar que se decidió utilizar el petróleo de esta refinería para ayudar a los golpistas". "La memoria de estos demócratas asesinados vilmente debería restituirse con el honor que se les arrebató. Que el silencio sobre estas personas sea solo el del respeto y no el del olvido", reclaman, al tiempo que dan un paso más en su investigación sobre la visibilización de las personas desaparecidas en la represión, en el contexto de una ciudad como Santa Cruz que está siendo incapaz de despojarse de sus vestigios fascistas incumpliendo la ley de Memoria Histórica. No en vano, las ocho capitales canarias albergan un total de 200 monumentos franquistas en la actualidad.

Una realidad que ambos lamentan y que achacan a la falta de intención política y cívica: "Está claro que la Transición mantuvo a los herederos del franquismo, y sus símbolos, en el poder. En el caso de Santa Cruz de Tenerife se incumple con la ley de Memoria Histórica de Canarias y además el mismo ayuntamiento ha presentado recursos judiciales en contra de su retirada. Los vestigios más importantes en Canarias son lugares de humillación, como dice Clemente Bernat. Son monumentos cuya única función es enaltecer a los criminales y humillar a las víctimas. A diferencia de los lugares de memoria, estos deberían ser destruidos en un estado democrático. No se puede ni se debe soportar".

Yo vi a mi padre llorar por primera vez en 2013 con ochenta años, mientras me relataba lo que nunca antes se había atrevido a contar. Porque mi padre, con seis años vio desaparecer al suyo y nunca más le fue permitido hacer preguntas

Ignasi Vidal i Canyelles — Nieto de represaliado por el franquismo

"Yo vi a mi padre llorar por primera vez en 2013 con ochenta años, mientras me relataba lo que nunca antes se había atrevido a contar. Porque mi padre, con seis años vio desaparecer al suyo y nunca más le fue permitido hacer preguntas", comparte con infoLibre Ignasi Vidal i Canyelles, nieto de Emili Vidal i Arabi, uno de los represaliados en Canarias, en su caso arrojado al mar, que vuelven de alguna manera a la vida a través de esta iniciativa en la que participar, según sus palabras, es también un "homenaje a todas esas personas que no se han rendido y que están ayudando a poner luz sobre tanta oscuridad, a sacar a la luz toda esta vileza". 

"Todos los desaparecidos y asesinados tienen derecho a la restitución y la reparación, y todos los que tuvieron sentencias deben ser absueltos. A los desaparecidos hay que encontrarles. Los que fueron a parar al mar ya sabemos que eso no podrá ser, pero hay que buscar en todos los rincones para hallar listas negras, apuntes de los asesinos si es que existen, y poder decirles los familiares de esas personas que la memoria de sus seres queridos está limpia", subraya, aún añadiendo Vida i Canyelles: "Es evidente que a todas esas personas que desaparecieron los asesinaron verdugos, pero los que daban las órdenes y sus herederos, que se aprovecharon de toda esa barbarie, siguen siendo los que ponen todas las trabas administrativas en forma de leyes o de decretos. O dicen que lo mejor es olvidar, claro, para que nadie les pregunte el origen de sus bienes y propiedades. También a los familiares de los asesinos y verdugos se les tendría que decir de dónde procede su fortuna. Hasta que no quede un foso por abrir, un pozo por inspeccionar, una cuneta por destapar".

Seguiré luchando hasta sacar de los pozos, las simas y las cunetas a todos esos demócratas que faltan. Que las familias sigan luchando, que tengan fe, que se conseguirá y hay buenas personas también en el mundo que nos ayudan

Pino Sosa — Presidenta de la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas

Pino Sosa recuerda, asimismo, la "inmensa alegría" que sintió cuando le comunicaron al fin que habían encontrado los restos de su padre. "Fue un descanso, sentí que me arropaban y que no estaba loca", confiesa, subrayando que todos los esfuerzos valen la pena: "Seguiré luchando hasta sacar de los pozos, las simas y las cunetas a todos esos demócratas que faltan. Que las familias sigan luchando, que tengan fe, que se conseguirá y hay buenas personas también en el mundo que nos ayudan. Entonces no teníamos una sociedad como la que tentemos y no quisiera que volviera todo aquello que pasamos nosotros. A la juventud le pido que busquen, investiguen y sepan la verdad. El que busca encuentra. Y los muertos tienen que estar en los cementerios, no en las simas, los pozos y los fondos de los barrancos".

Este proyecto ha contado con la inestimable ayuda de investigadores e historiadores de Canarias y colectivos como la ARMH Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica, Asociación por la Memoria Histórica de Arucas y la Asociación de Memoria Histórica de La Palma. Además, han colaborado los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote y del Ayuntamiento de Tías. El proyecto está comisariado por Adonay Bermúdez y se podrá visitar desde el 29 de junio hasta el 10 de septiembre en el Espacio Cultural El Tanque (c/ Adán Martín Menis s/n en Santa Cruz de Tenerife, espacio adscrito al Gobierno de Canarias). "La intención es poner en evidencia cómo ha pervivido la memoria de los vencedores frente a la de los vencidos, la de los fascistas frente a la de los republicanos. Es una forma de reparar y hacer justicia, aunque sea simbólica", terminan Miguel G. Morales y Eugenio Merino.

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