El acto de apertura ha congregado a más de 500 personas entre familiares y autoridades para iniciar los trabajos de excavación y exhumación de los represaliados
La 'Fossa de la Terra' comenzará a partir de hoy los trabajos de excavación y exhumación de las más de 250 personas, represaliadas tras la Guerra Civil, que allí yacen. Es la más grande de la Comunitat Valenciana -no hay constancia de ninguna otra con tantos fusilados y fusiladas- y aglutina a personas de profesiones relacionadas con el campo, en su gran mayoría. Labradores, campesinos y jornaleros descansan con chóferes, obreros e incluso agentes de seguros y guardias civiles que se mantuvieron fieles a la República.
Las víctimas han sido homenajeadas hoy en un acto organizado por la Conselleria de Transparencia y Memoria Democrática al que han asistido familiares de todos ellos, de segunda generación, ya que los hijos e hijas directos de estas personas represaliadas han fallecido casi todos o su avanzada edad les ha impedido desplazarse hasta el Cementerio de Paterna. Sin embargo, nietos y nietas, sobrinos y sobrinas de todos ellos han asistido ataviados con flores rojas, amarillas y moradas para honrar su memoria y dar paso a los trabajos que dignificarán su muerte.
El acto ha estado presidido por la Asociación de Familiares de Víctimas de la Fosa 126, el Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, la consellera de Memoria Histórica, Rosa Pérez Garijo, y diputados y alcaldes de muchos de los municipios a los que estos represaliados pertenecían: desde Torrent hasta Beniparrell, Villar del Arzobispo, Massanassa, Alcàsser, Benaguasil, Masamagrell... y un listado infinito que incluye otras partes de España como Murcia, Ciudad Real, Girona y Teruel.
Todos ellos fueron asesinados en cuatro días diferentes: el 27 y 29 de agosto y el 11, 12 y 14 de septiembre de 1940. Las más de 250 víctimas están enterradas en cinco sacas distintas y ahora los equipos de arqueólogos tendrán que ver la disposición de los cuerpos.
La apertura de la fosa tendrá que hacerse con cuidado porque se trata de la famosa lápida 'de les rajoles', ya que todos los nombres de los allí enterrados tienen un azulejo con su nombre, su profesión y su lugar de nacimiento o de residencia.
Se espera que esta tarea se realice con cuidado por el significado que tiene esta estructura, realizada en los años 80 por parte de los familiares. En su momento fue construida para que fuera fácil sacarla sin necesidad de destruirla, pero serán los técnicos los que determinen el modus operandi que se aplicará.
A partir de ese momento, se excavará y se exhumarán los cuerpos al mismo tiempo que los familiares se realicen las pruebas de ADN para poder cotejarlo con los huesos allados. Como ha explicado María Navarro, la presidenta de la asociación, "tenemos a 99 familias localizadas, todavía nos queda por localizar a más de 100 para poder identificar todos los cuerpos.
Los trabajos se prolongarán durante seis meses y cada familia decidirá después qué quiere hacer con su familiar, si llevarlo a su pueblo de origen o mantener aquí sus restos en un futuro mausoleo que se construirá para ellos, como otros que ya existen en Paterna.
La sensación de "llegar tarde"
"Siempre tenemos la extraña sensación de que hemos llegado tarde, porque los descendientes directos no han llegado hasta aquí", confesaba la consellera de Memoria Democrática, Rosa Pérez Garijo. El inicio de los trabajos en la fosa 126 de Paterna representa "un paso imprescindible para conseguir un territorio libre de fosas", que no es otra cosa que "un país donde la impunidad no vuelva a imponerse sobre la dignidad, la decencia y la verdad".
La consellera Pérez Garijo ha afirmado que "no podemos olvidar", pero sobre todo, "no queremos olvidar que bajo este minúsculo rectángulo de tierra yacen más de 170 personas asesinadas a sangre fría y que en el espacio que nos rodea se enterraron más de dos mil, durante una matanza sistemática perpetrada en nombre de Dios y de la patria".
"Queremos que las familias puedan hacer su duelo, restablecer los vínculos más íntimos con nuestro pasado, reconstruir una historia familiar ocultada por el terror institucionalizado y por una vergüenza impuesta", ha subrayado la consellera de Calidad Democrática.
Pérez Garijo ha lamentado que 81 años después "todavía hay quién querría que no excavamos esta tierra porque no lo estiman prioritario", una cuestión que la consellera ha considerado "urgente" para restaurar la decencia de un país o hacer una mínima reparación cuando el tiempo de la verdadera justicia ya pasó con la desaparición física de los verdugos.