REPORTAJE | La ciudad manchega tiene un centro escolar dedicado a José María del Moral, destacado cargo de la dictadura, conserva una placa al fundador de Falange en pleno centro urbano y alberga a quince represaliados que no exhuma ni homenajea.
CIUDAD REAL.- En diciembre de 2017 el Ayuntamiento de Tomelloso aprobó el trámite para el cambio de la denominación del CEIP 'José Antonio', en referencia a José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española, por el nombre del barrio en el que dicho colegio está situado, pasando a llamarse CEIP 'Maternidad'.
Una variación que fue bien recibida por los vecinos de la localidad manchega y cuya sustitución se hizo finalmente oficial en marzo de 2018 a través de la resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Con esta acción el Consistorio, gobernado desde 2015 por el PSOE, se enorgullecía de haber eliminado cualquier resquicio en la vulneración de la Ley de Memoria Histórica, después de haberle retirado también el año anterior el cargo de alcalde honorario de la ciudad al dictador Francisco Franco.
Pero la asimilación cultural a lo largo de los años ha provocado cierta desinformación en la sociedad y en las corporaciones municipales sobre lo que no es franquismo y sí lo es. En este punto es donde hay que recordar que cualquier homenaje a personalidades de participación política e institucional durante la dictadura, opuesta los valores democráticos, vulnera la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura.
Una normativa con la que la ciudad de Tomelloso tiene cuentas pendientes. En la actualidad, el CEIP 'José María del Moral' de Tomelloso, situado en la avenida Juan Carlos I, al igual que el barrio del mismo nombre donde se encuentra el centro educativo, hace referencia a José María del Moral Pérez de Zayas, gobernador de Ciudad Real y Procurador de las Cortes durante el franquismo.
En este sentido también se da el caso de la existencia de otro colegio en el municipio ciudadrealeño de Ballesteros de Calatrava, que aún mantiene dicha denominación.
Ambos han sido denunciados públicamente ya que suponen una vulneración clara de la actual normativa memorialista, concretamente del primer apartado del artículo 15 sobre Símbolos y monumentos públicos, por el cual cita que "Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas".
Además, es imposible ampararse bajo cualquier argumento en el segundo apartado que alude a que "Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley", ya que el nombre de cualquier centro educativo, en este caso los dos ejemplos de los CEIP 'José María del Moral' no aluden a razones privadas al ser centros públicos, ni tampoco a cualquier ámbito histórico-artístico o religioso, sino al político durante una dictadura.
SU PAPEL EN EL FRANQUISMO
Son muchos los alumnos y padres que han pasado por sus instalaciones durante décadas y muy pocos se han preguntado el por qué de dicha denominación del centro educativo. Tal vez por la creencia de ser un homenaje a un ilustre vecino de la ciudad, pero es algo que acaba siendo todo lo contrario.
José María del Moral Pérez de Zayas (1917-2014) ejerció durante la mayor parte de su vida funciones políticas en la dictadura franquista. Su principal cargo en la dictadura fue ocupar el cargo de Procurador de las Cortes entre los periodos (1949-1952) y (1956-1965). Del mismo modo fue Gobernador de Ciudad Real entre 1952 a 1956, un periodo muy pequeño que le valió sorprendentemente el nombramiento de varios centros educativos con su nombre. Y más tarde, Gobernador de Guipúzcoa entre 1956 y 1961, así como Delegado Nacional de Prensa, Propaganda y Radio de las FET y de las JONS entre 1961-1965, principal institución de extensión de la ideología fascista durante el mandato de Franco.
Si la figura de José María del Moral fuese únicamente la función docente podría haber pasado inadvertida o incluso ignorada, teniendo en cuenta que en aquella época cualquier individuo estaba a favor del régimen o no lo estaba, lo que indudablemente en este último caso traía sus consecuencias.
Aunque contribuyó en la reconstrucción y levantamiento de los Molinos de Campo de Criptana, la restauración del Corral de Comedias de Almagro y el del Sacro Convento y Castillo de Calatrava La Nueva, no se debe pasar por alto su desempeño en el cargo como Procurador en las Cortes.
Aun cuando desde un principio pueda parecer llamativo, la creencia popular del funcionamiento de la dictadura franquista lleva a pensar al imaginario colectivo que la figura de Franco era la única posible en asegurar la garantía y el funcionamiento total de Estado, sin embargo, sí existían unas Cortes franquistas cuyo funcionamiento se extendió entre 1942 a 1977.
A esta institución se le otorgaban funciones como órgano representativo, función legislativa en la preparación y elaboración de leyes, cierto control en la Administración, funciones extraordinarias en la Sucesión de la Jefatura del Estado, Constitución de la Reforma de las Leyes Fundamentales del Reino, ratificación de Tratados o convenios internacionales que pudiesen afectar a la soberanía y aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Así mismo, cada uno de los Procuradores tenía privilegios de inviolabilidad, inmunidad, fuero y compensación económica, tal como se cita en el Reglamento de las Cortes de 1957.
Como Procurador de las Cortes su participación le hace tan responsable como cualquier otro del sostenimiento de la dictadura, la represión y la política antidemocrática que rigió España desde 1939 a 1975. Durante su cargo como Procurador vio la luz la Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958, promulgada por Francisco Franco y aprobada por aclamación en las Cortes.
Esa fue una de las leyes del ideario fascista en España y punto principal de la represión de la dictadura a todo aquel que no comulgase con el régimen, entendida como la serie de argumentos ideológicos que dieron a la consecución de lo que el fascismo denominaba "Cruzada nacional", durante la Guerra Civil española y los años más duros de represión durante la Posguerra.
No olvidemos que la represión franquista no solo se concibe como un tipo de represión física como la violencia o el asesinato, sino es concebida como cualquier tipo de represión, amenazas o extorsión hacia una persona o colectivo por su ideología ya sea política, religiosa, sexual o étnica. De este modo, las Cortes franquistas también tuvieron un papel protagonista en la elaboración y seguimiento de todos los tipos de represión estructural como son la educativa, religiosa, étnica, laboral, cultural e incluso lingüística.
ALABADO POR EL RÉGIMEN
José María del Moral, a pesar de ser vendido como una figura poco exaltada por el franquismo y considerado por el propio régimen como un "burócrata aceptable", fue una pieza fundamental en el intento de la dictadura por la aceptación social y política la provincia de Ciudad Real.
De este modo Francisco Franco le condecoró en cuatro ocasiones con las mayores distinciones como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 1957, la Medalla de Oro al Mérito Social Penitenciario en 1961, Gran Cruz de la Orden de Cisneros en 1962 y, por último siendo la más llamativa de las condecoraciones, la Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas en 1964, una distinción dada a personalidades dentro del régimen que brindaban especial apoyo y dedicación al mantenimiento de las tesis franquistas a través del ideario de la Falange.
Tampoco es de extrañar dentro del Régimen la relación con las altas esferas. En su archivo personal de su Navarra natal existen fotografías en las que se muestra a José María del Moral acompañando a Francisco Franco en una de las tantas cacerías que se organizaban en la Finca Peñalajo situada en la localidad ciudadrealeña de Viso del Marqués, espacio donde también ha asistido en numerosas ocasiones el rey emérito Juan Carlos I, y a aproximadamente 110 kilómetros de la Finca La Garganta, donde éste conoció por primera vez a Corinna Larsen en 2004.
PLACA A JOSÉ ANTONIO
Otro de los aspectos a tener en cuenta dentro del incumplimiento flagrante de la Ley de Memoria Histórica es la inscripción en piedra en la fachada de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, situada en plena Plaza de España de Tomelloso, frente al Ayuntamiento, donde encontramos la inscripción 'José Antonio Primo de Rivera', en referencia al fundador de La Falange e ideólogo de las tesis fascistas que direccionaron el caudillismo en España.
Este elemento está dentro de una de las graves vulneraciones por parte del Consistorio tomellosero, ya que tras la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en 2007, pese a quejas de colectivos en Memoria de las víctimas de la Guerra Civil y la posterior represión franquista, ha quedado claro que nada se ha hecho al respecto pese a situarse en un espacio público y central del municipio que supone una clara exaltación pública.
Una pasividad institucional respecto a la placa de Primo de Rivera cuyo inicio podríamos fechar en la reforma de dicho edificio religioso entre 2006 y 2007, que incluyó su fachada al completo, momento en el Ayuntamiento, entonces en manos del Partido Popular, eludió su retirada.
A partir de ahí, a sabiendas del incumplimiento, la Diócesis de Ciudad Real y la agrupación de la Iglesia de Tomelloso no han movido un dedo en la eliminación de la inscripción; ni el propio Consistorio ha puesto cartas sobre el asunto, teniendo la obligación de requerir al templo católico su eliminación al homenajear una figura clave en la sublevación militar de 1936 a través de valores antidemocráticos y como fundador del partido político principal del pilar ideológico y político de la represión franquista. El incumplimiento puede verse tras una luminaria que se puso con el fin de intentar tapar la inscripción en lugar de ser eliminada.
Tampoco existió requerimiento alguno aprovechando las obras de remodelación de la Plaza de España en 2019 a cargo de los Fondos FEDER, pese a las grandes magnitudes de las obras.
FOSA COMÚN IGNORADA
Tras la investigación llevada a cabo desde el 2007 por el CIEMEDH (Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos) de la UNED en colaboración con la Diputación de Ciudad Real a través del proyecto 'Mapas de memoria', llama la atención el hallazgo de una fosa común en el Cementerio Municipal de Tomelloso con 15 víctimas represaliadas por el franquismo, entre las que se encuentran: Mariana Antón Ortega 'La roja de la Tejera', Pedro Bódalo Martínez, Enrique Capdevila Rodríguez, Mauro Gómez Amero, Marcelino Marquina Charco, Martín Morcillo Fernández, Francisco Moreno Ayuso, Antolín Navarro Madrid, Manuel Ortega Sánchez, Alfonso Quintanilla Arroyo, Manuel Sánchez Baides, Eusebio Sánchez Muñoz 'Calandria', Leopoldo Tórtola Redondo, Ángel Vecina Fajardo y Daniel Cicuendez Peyres, éste último médico de Tomelloso que según se relata en investigaciones anteriores murió en extrañas circunstancias durante su arresto en los calabozos del Ayuntamiento de Tomelloso en 1947.
Todos los represaliados tenían entre 31 y 69 años de edad, en su mayoría jornaleros y de varias localidades de la Comarca de Tomelloso, todos ellos fusilados entre 1940 y 1947. El Ayuntamiento del municipio aún no ha procedido a ningún tipo de homenaje físico ni institucional, ni tampoco a la señalización de la fosa hasta el requerimiento de alguno de los familiares para su posterior exhumación.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada