Aunque todavía no se hayan juzgado los crímenes del franquismo en nuestro país, parece que hay buenas noticias desde Valencia. Ángel González, exmiembro del PCE (m-l), logra que la Seguridad Social convalide su encierro sin juicio como periodo trabajado.
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El 11 de octubre de 1975, cuarenta días antes de la muerte del dictador. Ángel González García, miembro del Partido Comunista de España (marxista-leninista), fue detenido en el paso fronterizo de Portbou cuando regresaba en tren de una reunión del partido, clandestino e ilegal, celebrada en Lyon. Tenía 21 años y sólo dos años antes había escapado de Valencia y abandonado sus estudios de Arquitectura en la Politècnica al sospechar que podía ser identificado como miembro del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).
Tras su detención en el Talgo, fue torturado durante once días en las dependencias de la antigua Brigada Político-Social en Barcelona: desde agresiones físicas hasta simulacros de paseíllo. Después, el 22 de octubre de 1975, fue conducido a la Cárcel Modelo de Barcelona, donde permaneció encerrado dos años en régimen de prisión provisional sin fianza y sin ser sometido a juicio. El 19 de octubre de 1977, a los dos días de entrar en vigor la Ley de Amnistía, fue puesto en libertad.
Más de 40 años después, aquella lucha política antifranquista le ha sido reconocida a efectos laborales. La dirección en Valencia del Instituto Nacional de la Seguridad Social le ha reconocido esos 729 días entre rejas como tiempo de cotización válido a los efectos de prestaciones para la jubilación, según consta en el certificado expedido por el organismo con fecha de 27 de septiembre.
Tras conseguir este reconocimiento, Ángel González está dispuesto a presentar en el consulado de Argentina en Valencia una denuncia para que sea incorporada a la causa instruida por la juez argentina María Servini sobre los crímenes del franquismo. Quiere que se investigue todo aquello que incorpora a la denuncia. Como las «imborrables torturas» y la «brutalidad» sufrida en prisión, que lo marcaron de por vida y que apenas ha relatado a nadie.
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Programa 2 – ¿Qué pasa ahora con la memoria de Castilla?
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