Los perros de la BPS que Franco tenía para salvaguardar el orden y la ley de su feudo, no solo no perdieron sus puestos con la muerte del dictador, sino que muchos de ellos lo conservaron o fueron ascendidos y condecorados con medallas al mérito policial. Como si torturar a hombres y mujeres indefensos, en muchos casos hasta la muerte tuviese algún mérito. Cuanto mayor era el grado de agresividad, de crueldad, de sadismo a la hora de inflingir torturas a los detenidos, mayor era la recompensa posterior.
Todos estos expolicias fueron requeridos por la justicia argentina en la única causa que se ha abierto en todo el mundo para juzgar los crímenes franquistas. La jueza Servini, instructora de la Querella Argentina solicitó su extradición para poder juzgar sus crímenes y ante la negativa del estado español, solicitó realizar los interrogatorios aquí, a lo que también se negó la justicia española amparándose en la ley de amnistía de 1977, que por un intencionado defecto de forma contempla del mismo modo a las víctimas y a sus verdugos.
No están aquí todos los que son, pero si son todos los que están. Perros asesinos defensores de la tiranía franquista que a día de hoy, 49 años después de muerto el dictador, el Estado sigue negando que la justicia internacional actúe para reparar esta anomalía democrática.
Asturias: PASCUAL HONRADO DE LA FUENTE, Cruz al mérito policial distintivo blanco, cuenta entre sus hazañas las torturas infligidas al dirigente comunista Gerardo Iglesias, ex secretario del PCE y ex presidente de IU
Valencia: BENJAMIN SOLSONA, apodado “El galleta”, destacado miembro de la BPS en Valencia, especialmente cruel con los detenidos a los que mantenía incomunicados muchos más días de lo estipulado en la ley de detenciones. El premio a su labor le vino ya en democracia, siendo nombrado jefe superior de policía en Bilbao.
Barcelona: ATILANO DEL VALLE, a principios de los años 70 es nombrado inspector de la BPS en Barcelona y como ocurrió con la mayoría de los miembros de la policia secreta franquista, tras la muerte del dictador en vez de depurar el cuerpo. Se les reubicó en distintos puestos más o menos importantes, pero siempre reconociendo con un premio su labor, en este caso la cruz al mérito policial distintivo rojo.
ANTONIO JUAN y VICENTE CREIX sádicos como pocos, gustaban de torturar a sus víctimas con objetos punzantes, fueron reclutados por el régimen tras ejercer de espías para el ejército franquista en Barcelona durante la Guerra Civil.
Madrid: ANTONIO GONZALEZ PACHECO “Billy el Niño” un juzgado lo condena por torturas y malos tratos contra el periodista Francisco Lobatón en 1974, desde 1977 formó parte de la BCI. En Julio de ese año Martín Villa le concedió la medalla de plata al mérito policial. La Querella Argentina lo reclama por torturar a 13 personas en la DGS de Madrid entre 1971 y 1975.
ROBERTO CONESA ESCUDERO, a este le viene de antiguo la vocación de torturador, ya en 1939 participó en la detención del grupo de “las 13 rosas”. Obcecado en perseguir toda disidencia al régimen franquista, fué también premiado por Martín Villa con la medalla de oro al mérito policial.
JESUS GONZALEZ REGLERO, miembro del “Grupo Antigrapo” liderado por Pacheco, la prensa lo califica como uno de los más duros y crueles torturadores de la DGS. Tras diversos traslados a San Sebastián, Coruña y Bilbao donde dejó huella de su crueldad, en los 80 el ex ministro Barrionuevo lo nombra director del Gabinete de Información del Ministerio del Interior.
RICARDO ALGAR BARRON y CELDO GALVÁN ABASCAL, incluidos ambos en el proceso abierto por la jueza argentina María Servini, denunciados por José María Galante por malos tratos, torturas y amenazas.
JESUS MARTÍNEZ TORRES, acusado de torturas y trato vejatorio a sus víctimas, con el triunfo del PSOE en 1982 fué ascendido a Comisario General de Información y responsable de “lucha antiterrorista”. Imputado en la causa de los asesinatos cometidos por los GAL.
País Vasco: JESÚS QUINTANA SARACIBAR, en 1976 era capitán de la policia armada al mando de las fuerzas que participaron en el asalto a la iglesia de San Francisco en Vitoria, responsable directo por tanto de los sucesos del 3 de Marzo, que se saldaron con la muerte de 5 obreros.
MANUEL BALLESTEROS, especialmente sádico comenzó su carrera policial al frente de la BPS en Valencia donde en Noviembre de 1968 participó en la detención y tortura de 36 militantes antifranquista.
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