https://nuevarevolucion.es/la-represion-de-la-lengua-y-literatura-gallega-durante-el-franquismo/
Hablar gallego en público era sancionable, y se promovieron eslóganes como “Habla el idioma del Imperio” para reforzar el prestigio del castellano.
Por Lucio Martínez Pereda | 3/02/2025
Durante la dictadura franquista el idioma gallego sufrió una represión sistemática ejecutada en diversos ámbitos. El gallego fue excluido de los actos oficiales, educativos y públicos, quedando su uso relegado al ámbito doméstico y rural. Se pusieron en marcha medidas de españolización forzada, acompañadas de censura, depuraciones, multas y encarcelamientos.
Se implementaron sanciones económicas y confiscaciones de bienes, junto con depuraciones laborales que afectaron a maestros y funcionarios suspendidos de empleo y sueldo durante varios años o incluso separados definitivamente, acusados de los cargos de “gallequista”. Se eliminó la enseñanza del gallego en las escuelas, instaurando un sistema educativo nacionalista y católico que promovía exclusivamente el castellano. En las escuelas, los alumnos que hablaban gallego podían ser castigados físicamente. En los seminarios religiosos, hablar gallego podía conllevar castigos extremos: aplicaciones de cilicios o penitencias físicas prolongadas.
Hablar gallego en público era sancionable, y se promovieron eslóganes como “Habla el idioma del Imperio” para reforzar el prestigio del castellano. La dictadura franquista promovió la ridiculización del gallego como un dialecto culturalmente inferior. Hablar gallego fue asociado con atraso y ruralidad, lo que generó un complejo de inferioridad en muchos hablantes. Muchos padres dejaron de transmitir el idioma a sus hijos para evitarles discriminación en las relaciones sociales y los espacios públicos.
La represión franquista tuvo un impacto devastador sobre la literatura gallega, limitando su desarrollo y difusión. Las comisiones depuradoras de bibliotecas -formadas por sacerdotes y falangista- retiraron, destruyeron y quemaron públicamente obras escritas en gallego de Rosalía De Castro y Curros Enríquez. El Seminario de Estudos galegos fue clausurado y su biblioteca saqueada.
Las pocas obras que se pudieron escribir en gallego durante el franquismo fueron o modificadas o prohibidas. Varios autores gallegos se vieron gravemente afectados por la represión lingüística del franquismo. Ánxel Casal: Editor y alcalde de Santiago, fue fusilado en 1936 por su defensa del idioma gallego. Alfonso Daniel Rodríguez Castelao -escritor y político galleguista- se exilió en Argentina. Ramón Piñeiro -filósofo y editor- sufrió cárcel. Las obras de Eduardo Blanco Amor y Celso Emilio Ferreiro fueron censuradas o alteradas, o prohibidas su difusión.
Los testimonios de personas que sufrieron represión por hablar en gallego son numerosos, fueron recopilados en la obra O “libro negro da lingua galega” del historiador Carlos Callón. Callón recoge que el escritor Carlos Casares fue obligado a escribir miles de veces “No hablaré gallego” durante su etapa como estudiante en el Seminario de Ourense. El escritor también cita como Xabier P. Docampo, fue multado en el Seminario de Lugo por hablar gallego mientras jugaba al fútbol. Isaac Alonso Estraviz fue castigado con cilicio y penitencias físicas en el monasterio de Oseira por usar gallego. En su obra Carlos Callón documenta los castigos físicos aplicados en las escuelas a niños que hablaban gallego: golpes con varas y reglas, bofetadas, arrodillamiento sobre materiales dolorosos como garbanzos o arena, y encierros en armarios escolares. Algunos niños fueron atados a “la silla del castellano” durante horas como castigo de humillación y corrección.
Para finalizar: citaremos los ejemplos más destacados de obras literarias prohibidas o censuradas. En Longa noite de pedra” (1967) de Celso Emilio Ferreiro se prohibió el poema “O edificio”, que fue reemplazado por otro. “A esmorga” de Eduardo Blanco-Amor fue expurgada en sucesivas ediciones, la censura revisó y eliminó fragmentos hasta 1975. La “ Obra completa” de Ramón Cabanillas fue vetada en Galicia por su contenido considerado separatista y anticlerical, tuvo que publicarse en Buenos Aires. «Da esencia da verdade» la traducción de la obra de Heidegger realizada por Ramón Piñeiro fue prohibida por promover la filosofía alemana en gallego.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada