dijous, 7 de febrer del 2013

La masacre de la carretera de Málaga a Almería.





El  7 de febrero de 1937 una inmensa columna humana de ciento cincuenta mil personas compuesta en su gran mayoría por ancianos, heridos, mujeres y niños,  iniciaron una huida hacía la única dirección posible: Almería. Perseguidos por las tropas fascistas, fueron bombardeados, sin piedad  desde el mar,  y desde el aire por la aviación alemana que jugaba a hacer blanco con sus cuerpos.

Gracias a un hombre excepcional, tenemos imágenes de aquellos terribles días. Norman Bethune, médico canadiense, llegó a España como brigadista internacional integrado en el Batallón Mackenzie-Papineau. En febrero de 1937 se trasladó desde Valencia hasta Málaga para ayudar a la población civil que huía de la represión fascista. Fue testigo excepcional de uno de los episodios más dramáticos y crueles de la guerra civil española: la masacre y asesinato de miles de personas en la carretera que une Málaga con Almería. Durante tres días el doctor Bethune y sus ayudantes (Hazen Sise y Thomas Worsley) estuvieron auxiliando y trasladando heridos hasta la capital almeriense, sobre todo niños. Llegó a transportar en su ambulancia a más de treinta personas por viaje.

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