dimecres, 1 de juliol del 2015

JORNADA DE EMOCIONES AYER EN URBASA, DONDE SE REINHUMARON LOS RESTOS DE LOS ASESINADOS EN 1936 TRAS VERIFICAR SUS IDENTIDADES


http://www.noticiasdenavarra.com/2015/06/29/vecinos/estella-y-merindad/la-sima-de-el-raso-de-matadero-a-sepultura


La sima de El Raso: de matadero a sepultura


UN REPORTAJE DE R.USÚA - Lunes, 29 de Junio de 2015 - Actualizado a las 06:12h
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Amaia Urkijo, de espaldas, se dirige a los familiares, situados tras los pequeños contenedores con los restos de los asesinados en 1936.
Amaia Urkijo, de espaldas, se dirige a los familiares, situados tras los pequeños contenedores con los restos de los asesinados en 1936. (R.USÚA)
Vista:
  • Amaia Urkijo, de espaldas, se dirige a los familiares, situados tras los pequeños contenedores con los restos de los asesinados en 1936.
  • Paco Etxeberria, bajando los restos a la sima.
Hoy debe ser un día gozoso porque, tras casi 79 años, vamos a convertir un matadero en una sepultura dignificando lo que hay ahí arriba. Hoy ganamos y sabemos que ha merecido la pena el trabajo hecho”. Con estas palabras, de Balbino García de Albizu Jiménez, comenzó ayer en el Colegio Público Las Améscoas, en Zudaire, una jornada cargada de emociones y en la que se reunieron alrededor de 150 personas incluyendo los familiares de los asesinados en septiembre de 1936 cuyos restos se encontraron en la sima de El Raso, en Urbasa, en 2013, así como los distintos colaboradores, muchísimos, que ha tenido este proyecto estos años.
El objetivo no era otro que explicar todo el proceso y, una vez identificados los restos, reinhumarlos en la sima por deseo expreso de las familias, salvo los de Joxe Urbizu, que se inhumaron hace unos días en su localidad natal, Zegama.

García de Albizu, coordinador y la pieza angular de todo el proyecto en su posición además de nieto de uno de los asesinados, explicó la cronología de los hechos desde que en 1936 fueran asesinadas diez personas y sus cuerpos se arrojasen a la sima. Recordó cómo hace más de 60 años el estellés Eugenio Roa, también presente ayer, bajó a la sima sin apenas medios y descubrió que había restos de más de tres personas, como se pensaba hasta entonces. “Vio lo que había y lo pasó muy mal. Había oído hablar, pero se encontró que había más restos de los previstos”, recordó.
Esa información sirvió para que, años después, Mercedes, hija de uno de los asesinados (Balbino García de Albizu Usarbarrena) contactase con familiares de las otras dos víctimas conocidas (Gregorio García y Balbino Bados) y decidiera cerrar la sima y colocar una lápida con sus nombres.
También el coordinador destacó la infatigable labor de José Mª Jimeno Jurío en la búsqueda de documentación, entre otros, y cómo en 2010 una serie de circunstancias aceleraron todo el proceso. Se aprobaron mociones en cuatro ayuntamientos de Améscoa, en 2012 se realizó un homenaje en Eulate y en Urbasa, y paralelamente el Ayuntamiento de Eulate y el propio García de Albizu solicitaron los permisos para las exhumaciones.
De la mano de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la dirección de Paco Etxeberria y Lourdes Herrasti, en marzo de 2013 empezaron a realizarse los trabajos de exhumación, encontrándose restos de un total de diez personas. Este recordó que queda por conocer la identidad de uno de ellos, aunque tienen pistas y van a seguir investigando. “Gracias a todo el trabajo hecho, otras seis familias saben dónde están los suyos. Así que hoy cerramos parte del ciclo”, dijo García de Albizu.
IDENTIFICACIÓN Los nueve identificados hasta el momento son: Balbino Bados García, Balbino García de Albizu Usarbarrena y Gregorio García Larrambebere (los tres que ya se conocían), así como Narciso Artola Razquin, Paulo Garciandía Arín, Joxe Urbizu Berasategi, Clemente Araña Miguel de Echarri, Andrés González Lorente y Antonio Maiza Miranda.
Herrasti, de Aranzadi, fue la encargada de desgranar ayer cómo fue el proceso de exhumación e identificación de los restos en una sima de 20 metros de altura. Dio algunos detalles del informe antropológico forense que ponen los pelos de punta, como que se hubiesen encontrado restos de cinco perros, supuestamente bajados hasta la sima (no presentaban fracturas de una caída desde tanta altura), para devorar los cuerpos. También señaló que todos ellos recibieron al menos un disparo en la cabeza (dos de ellos dos) y otro también en el tórax, parece ser que al no querer apearse del coche una vez secuestrado.
La investigación histórica aportó muchas pistas para hacer más sencillo el cotejo del ADN y en el caso de las víctimas, las muestras genéticas se tomaron de los dientes. “Los restos estaban tan diseminados por la sima que hubo que recomponer los esqueletos, ya que los perros los habían movido”, dijo Herrasti.
Agregó además que se encontraron también algunos, pocos, objetos personales y hasta una granada defensiva, cuyo origen se desconoce pero que en 2013 fue explotada de forma controlada fuera de la cavidad por el Grupo de Artificieros de la Guardia Civil.
LA REINHUMACIÓN El duro relato de los hechos concluyó en el colegio y los asistentes se trasladaron hasta la sima, donde tuvo lugar la reinhumación de nueve de las diez víctimas (una de ellas, como se ha dicho, sin identificar). Fue un acto repleto de emoción, bajo un sol de justicia, y donde el equipo de Aranzadi se encargó de colocar los restos, -cada uno en su propia caja- tapados por un plástico dentro de la sima.
Cada familia se despidió de los suyos y, al acabar, llegó el momento de las flores que los presentes quisieron dejar allí, para la eternidad, antes de que se cierre la sima definitivamente. La idea es ahora colocar una nueva lápida, que se sume a la que existe, incluyendo los nombres del resto de víctimas.
También algunos familiares se animaron a hablar, dando las gracias especialmente a García de Albizu por su labor. Una de ellas, y que ha colaborado prolijamente en el proyecto, fue Amaia Urkijo. “Balbino, lo que has hecho te lo agradeceré toda la vida y sin ti esto no hubiera sido posible”. Después, explicó que había pasado unos días difíciles y agregó que cuando se identificó a su abuelo tuvo una mezcla de sensaciones. “Por un lado, mucha alegría por encontrarle por fin, pero por el otro, rabia por el engaño, ya que mi familia toda la vida había vivido engañada, no pensábamos que estaba en esta sima”, agregó. Ahora tiene otro reto, y es encontrar a su otro abuelo, que también fue asesinado y todo indica que sus restos están cerca de allí, en Otsoportillo.
A Urbasa acudieron, entre otros colaboradores del proyecto, Edurne Albizu, María Jesús Fernández, Javier García de Eulate, Jaxin Gómez, Luken Goia, Pello Iraizoz, César Layana, Lourdes Lekuona, José Antonio Luquin, Gerardo Murguialday, Mari Carmen Ollo, Carmelo Urra, Diego Urra, Juan Carlos Urra o Roldán Jimeno. Jimeno también quiso dedicar unas palabras. “Mi aita, que junto a otras personas hizo lo que pudo para investigar estos sucesos, hubiera estado feliz y muy orgulloso si hubiera podido ver este momento, este punto y final”, dijo antes de aseverar que “estamos delante de una lápida que puede ser una de las primeras muestras de Memoria Histórica del Estado”.
Esta historia, con todos sus detalles, formará pronto parte del quinto volumen de la obra Conociendo el pasado amescoano, de García de Albizu, un monográfico que hablará sobre los represaliados en el valle dedicando un capítulo a los hechos acaecidos en la sima: El matadero de Urbasa.