dijous, 5 de desembre del 2013

El Stanbrook, el capitán Dickson y el Doctor Peset Aleixandre. Jordi Grau i Gatell.

España había caído. Solo quedaba el puerto de Alicante. La gente se hacinaba. Quedaba para poder huir un barco carbonero, viejo, ajado como la IIª República. Muchos querían subir, el desorden y la desesperación de los vencidos, entre el mar y las tropas franquistas era inenarrable. Solo quien estuvo allí hasta el final podría contarlos. Hombres solos, que solos habían llegado o que habían conseguido que su familia subiera al barco, antes que caer prisioneros se pegaban un tiro en la boca. El capitán del barco, el inglés Archival Dickson había de tomar dos decisiones. Partir o no en un barco que podía irse a pique y permitir subir a los vencidos que cupieran. Los otros ya sabían qué les esperaba: cárcel, campos de concentración, enfermedad y muerte. Decidió zarpar y 3.028 personas, entre ellos 147 niños, encontraron una salida. No zozobró el barco, que llegó a Orán, mientras España y el régimen legal republicano zozobraban.

Valga este recuerdo como agradecimiento a ese capitán inglés, ARCHIVAL DICKSON, que murió 5 meses después en el mar del Norte en la IIª Gran Guerra.




Lo que pasó con los franceses en Orán, con los campos de concentración o con la construcción del tren transsahariano jamás acabado es también otra historia de terror.


Y ahora una historia de esta historia. El último alcalde legal de València, el Doctor Peset Aleixandre, de IR, tenía plaza en el barco. Pero pensó que él nunca había hecho nada a nadie. Bajó y cedió su plaza. Lo detuvieron y lo absolvieron. Pero las detenciones debidas a denuncias anónimas al final, en 1941, lo llevaron al paredón de Paterna (València), muro de la ignominia donde se fusiló a diario hasta 1948. Ahora el Doctor Peset tiene una avenida en València por acuerdo PSOE-PCE en los 80.