dilluns, 28 d’agost del 2017

VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL. La Peña Morquera busca salir a la luz


http://www.diariodeleon.es/noticias/provincia/pena-morquera-busca-salir-luz_1182483.html




El conjunto arqueológico de esta sierra refleja uno de los escenarios de la resistencia republicana en el Frente de León. La Asociación Avecilla y la Junta Vecinal de La Mata de la Bérbula tienen como objetivo dar a conocer una ruta de gran valor histórico, cultural y paisajístico, que podría ser utilizada como importante impulsor turístico


21/08/2017
  • La Peña Morquera busca salir a la luz -
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RAFA REYES | LA MATA
La Guerra Civil española marcó un antes y un después en la historia de nuestro país. Fue el origen de nuestra historia reciente. Los escenarios de dicha contienda siempre han atraído a numerosos curiosos. Y aunque muchos de sus restos se encuentran escondidos bajo tierra, cada vez más gente muestra interés por llegar a ellos. La zona del Alto Curueño, concretamente Peña Morquera, guarda vestigios arqueológicos de importante valor histórico pertenecientes a este periodo bélico.
La Junta Vecinal de La Mata de la Bérbula, en colaboración con la asociación Avecilla, busca la apertura, desbroce y señalización de la senda que discurre desde el pueblo hasta el conjunto arqueológico de Peña Morquera. Javier Llamazares, historiador y natural de León, es uno de los responsables que persigue el fin de poner de manifiesto dichas construcciones. «Estoy involucrado en este proyecto porque desde un principio creí necesario que este tipo de patrimonio debía de ponerse en valor a fin de constituir un elemento atractivo y didáctico para todo aquel que se acerque al alto Curueño», comenta, a la vez que señala que existen diez estructuras en Peña Morquera: seis parapetos, un búnker de galería, una casamata, una trinchera en zig zag y una galería refugio. Ante la gran cantidad de maleza y matorral que ha ido creciendo a lo largo de los años y que entorpecen y ocultan la visión de los restos, la asociación, a través de personas voluntarias, se encarga de las tareas de limpieza.
En caso de que el Ayuntamiento de Valdepiélago proporcionara una ayuda económica, lo primero sería realizar una buena cartelería que señalizara la zona, además de facilitar una información didáctica y amena del conjunto arqueológico para los visitantes. Otro paso importante sería el de pedir los permisos y conseguir un proyecto de excavación.
Javier cree que lo justo «es sacar del ostracismo a aquellas estructuras que fueron testigo del acontecimiento que marcó el siglo XX español, así como servirnos para ser conscientes de que cualquier guerra es la máxima expresión de la sin razón humana». Para iniciar las excavaciones «se requeriría la colaboración de la universidad de León así como del arqueólogo provincial». Hay serios indicios de que haya más materiales de la guerra civil enterrados en Peña Morquera. De hecho, se han encontrado restos de un obús, e incluso balas.
Frente de León
La provincia de León desempeñó un papel importante en la Guerra Civil constituyéndose como un cinturón para aislar el norte. A lo largo del verano de 1936 se fue creando una línea de frente, en las montañas que separan León y Asturias, con fuertes combates por el control de los puertos.
En un breve período de tiempo, los sublevados se hicieron con la ciudad e intentaron tomar el control del sector septentrional, en el que se ubicaban los importantes núcleos mineros de Villablino, Santa Lucía y Sabero. Al comienzo de la contienda, la línea del frente quedaba establecida, de este a oeste, a lo largo de los siguiente enclaves: RiañoLillo-Boñar-La Vecilla-La Robla-La Magdalena-San Pedro de Luna-San Emiliano Puerto de Leitariegos. El Pontón, Tarna y San Isidro facilitaron las redes de comunicación con la provincia asturiana desde los accesos de Riaño y Puebla de Lillo. Así mismo, el puerto de Pajares constituía la vía de acceso a Asturias; mientras que los de Ventana, Somiedo y Leitariegos permitían la entrada desde Ponferrada, y pasando por Villablino, al territorio asturiano.
Los militares sublevados emprendieron acciones para presionar el frente hacia la parte más septentrional y así hacerse con el control de los puertos. En un primer momento, se hacen con el control del puerto de Leiteriegos, al igual que Somiedo y Ventana, que pronto pasarán al bando republicano hasta su caída definitiva.
En la montaña central y oriental, los sublevados inician una marcha desde Boñar, Cistierna y Riaño a fin de controlar los puertos más próximos. Sin embargo, la contraofensiva republicana logra hacerse con la mayoría de los enclaves.
En enero de 1937 el bando republicano lleva a cabo una serie de ofensivas cuyo punto álgido será el embate en el sector de La Robla.
Ya en el mes de marzo, Franco establece como objetivo principal en el Frente Norte, la toma de los territorios republicanos. Por otra parte, el batallón 6 de Laurentino Tejerina tomó las posesiones de Cueto Salón (Robles de la Valcueva) y Peña Morquera (La Mata de la Bérbula). En este bando había muchos mineros, lo que posibilitó la creación de galerías, ya que se conocían muy bien la zona. Estas construcciones servían de refugio ante el ametrallamiento de la aviación. El 25 de septiembre, las tropas del teniente coronel Manso, tomaron estas posesiones así como el pueblo de Valdorria, iniciando la penetración a través del valle del río Curueño. De este modo, en septiembre de 1937, el bando franquista había conseguido romper la línea de La Magdalena-La Robla-La Vecilla. Aprovechan los enclaves tomados en el sector central para ocupar la Pola de Gordón, Peña Ubiña y el Puerto Pajares. Tras la caída de Matallana y La Vecilla, los sublevados tomaron Villamanín y Cármenes. El avance de éstos culminó con la toma de los puertos de San Isidro y Tarna. Esto posibilitó la penetración en el territorio asturiano, tomando la ciudad de Gijón el 21 de octubre de 1937, constituyendo este hecho el punto y final de la conquista del territorio republicano en el norte.
Una vez la guerra llegó a su fin, muchos republicanos se refugiaron en el monte de la fuerte represión franquista, pasando a llamarse maquis. A pesar de que las condiciones en la montaña resultaban realmente duras, la gente de los pueblos (enlaces) suministraba comida a los maquis, incluso mantenían el silencio sobre su posición.
Desde la Junta Vecinal esperan que otras instituciones como la Diputación de León, el Instituto Leonés de Cultura, la Consejería de Cultura de Castilla y León o el Ministerio de Cultura se involucren en este proyecto.
En el mes de octubre se cumplirán 80 años de la caída del Frente Norte. Es una de las razones por las que Javier Rodríguez González, profesor de Historia Contemporánea, junto con Javier Llamazares, impartirá una charla en la que explicará la relevancia que tiene el conjunto de Peña Morquera así como de los hechos históricos que tuvieron lugar en la Guerra Civil.