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Tres son los proyectos en los que está embarcada la Coordinadora para la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos, y que tras varios imprevistos podrán ver la luz este 2022. Se trata de las dos exhumaciones de las fosas comunes de Sasamón y Villela y del homenaje a los 850 represaliados de las fosas comunes del Cementerio de Burgos, un proyecto de investigación que se está acabando de completar.
La presidenta del colectivo burgalés, Soledad Benito, explica que los dos proyectos de excavación se llevarán a cabo entre finales de agosto y principios de septiembre, una vez los agricultores que siembran las tierras afectadas hayan recogido el grano porque «no queremos molestar a nadie». Son dos actuaciones que permitirán recuperar, en principio, una decena de cuerpos, que en algunos casos ya han sido reclamados por sus familias.
La excavación de la fosa común de Villela, en Rebolledo de la Torre, es heredada de la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, recuerda Benito. Ellos han hecho todo el proyecto de investigación, y consiguieron una ayuda de la Junta, pero no han podido acometer la intervención así que el Gobierno autonómico se puso en contacto con la coordinadora de Burgos para ver si podían hacerse cargo.
Y lo asumieron. Así que disponen de los permisos de los propietarios de la parcela, han cumplido con todos los trámites y solo queda esperar a que se pueda entrar en la parcela, a partir del 15 de agosto, apunta Benito. En este caso buscan a siete jóvenes, algunos muy jóvenes, de entre 17 y 20 años, que fueron represaliados en los primeros momentos de la Guerra Civil.
Por lo que respecta a la fosa de Sasamón, en ella buscan a tres represaliados, uno de los cuales reclamado por su familia de Villamayor de Treviño. Aquí han tenido un problema extra pues las propietarias de la parcela se han negado a dar autorización para excavar así que han tenido que solicitar una expropiación temporal del terreno para poder actuar y recuperar los restos.
Macrofosa cementerio
Soledad Benito recuerda que tienen también pendiente realizar un homeneja a los represaliados del Cementerio de San José de Burgos, donde se calcula que hay enterradas alrededor de 850 personas. Unos 630 están en la macrofosa común, el resto, en pequeñas fosas comunes, y con la investigación que están llevando a cabo trata de localizarlos a todos, para poner su nombre y sus apellidos en la placa conmemorativa.
En realidad serán 16 placas, que se completarán con una escultura de una mano, que simulará salir de la tierra, al inicio de la fosa común, y una gran piedra al final de la misma. Llevan años trabajando en el proyecto, pues la labor de investigación ha sido muy minuciosa y compleja, pero están cerca de concluirlo. Además, deberán colocar las placas este año, pues cuentan con ayuda institucional para ello.
Confían en recibir los 25.000 euros del convenio con el Ayuntamiento de Burgos, y completarán la partida con la ayuda de la Junta (les dieron 11.000 euros pero una parte se destinó a la reinhumación de los restos recuperados en la fosa de Ibeas de Juarros). El proyecto busca homenajear a las víctimas, reconocer su existencia y que quede constancia de lo que ocurrió en Burgos.
Desde la Coordinadora por la Recuperación de la Memoria Histórica insisten en que «no van a parar», pase lo que pase con el cambio de Gobierno en Castilla y León y la entrada de Vox. «Lo tenemos clarísimo todas las asociaciones de Castilla y León; quieran o no quieran, digan lo que digan, no vamos a parar. Las familias tenemos derecho a poder enterrar a nuestros muertos», insiste.
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