Los restos de la activista Aurora Picornell, asesinada por el franquismo en la noche de reyes de 1937 y popularmente conocida como la Pasionaria de Mallorca, han sido identificados. Así lo ha anunciado el conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, quien ha subrayado que se trata de una noticia que “cambiará la historia de Balears” y que supone el “triunfo de la sociedad democrática” de las islas.
“Hoy podemos decir que Aurora vuelve a su casa”, ha remarcado el también vicepresidente del Govern balear. Caída en desgracia durante la dictadura, se ha convertido en democracia en un icono de la memoria histórica y del republicanismo.
Nacida en 1912, casada y con una hija pequeña, Picornell era modista de profesión. Responsable de la organización de mujeres del Partido Comunista en Balears, había sido miembro también de la directiva de la Liga Laica de Mallorca. Sindicalista y feminista, fue la primera impulsora del Día de la Mujer Trabajadora en Mallorca. Fue detenida en los primeros días tras el golpe de estado militar, encerrada primero en la Prisión Provincial de Palma y en la Prisión de mujeres de la calle Sales, después. Desapareció junto con otras compañeras la noche del 5 de enero de 1937.
Tres disparos en el cráneo
En concreto, los restos de Picornell, quien, ha manifestado Yllanes, “fue asesinada por mantenerse fiel a sus ideas, por ser sindicalista, feminista, mujer y comunista”, han sido hallados en la fosa número tres del cementerio de Son Coletes, en la localidad mallorquina de Manacor, lo que descarta la hipótesis hasta ahora extendida por la historiografía de que había sido enterrada en la fosa de Porreres, donde sí ha sido identificado su padre, Gabriel Picornell.
El cuerpo se encontraba en buen estado de conservación y se estimó sexo femenino, una edad de entre 23 y 35 años y una estatura aproximada de 151 cm. Presentaba buena salud oral, sin apenas desgaste y ninguna caries ni pérdida en vida. Respecto al trauma perimortem, fueron identificados tres disparos en el cráneo: uno entró por el occipital, otro por la sien derecha y otro por la zona facial izquierda. En el poscráneo también se identificaron lesiones perimortales por el paso de un proyectil de arma de fuego en la cuarta costilla derecha y en el cúbito y radio izquierdos, a la altura de la muñeca. También presentaba una fractura de posible origen contuso en el peroné derecho.
'Las Rojas del Molinar'
Las pruebas de ADN han confirmado que Picornell era una de las cinco mujeres cuyos cuerpos fueron hallados en la fosa número 3 de Son Coletes entre noviembre y diciembre de 2021, durante la segunda fase de excavaciones y exhumaciones del cementerio de Manacor, que llevó a cabo la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con Àtics, dentro del Tercer Plan de Fosas (2020-2021) del Govern Balear.
Todavía no se han podido identificar los restos de las otras cuatro mujeres cuyos cuerpos aparecieron en esa misma fosa, pero todo apunta a que se trata de sus compañeras Belarmina González Rodríguez, Catalina Flaquer Pascual y sus hijas Antònia y Maria Pasqual, todas ellas luchadoras antifascistas, más conocidas como 'Las Cinco Rojas del Molinar'.
Además, junto a los restos de Picornell aparecieron diversos objetos, en su mayoría elementos de vestimenta, y también una pluma estilográfica jaspeada que está siendo restaurada en los laboratorios de Àtics, en Mataró.
“La excavación de Son Coletes ha revolucionado el estudio de la represión franquista, con sorpresas como la de la recuperación de los restos de Pere Llull Fullana, alcalde de Algaida, al que siempre se había situado como asesinado en Son Mas”, ha señalado, por su parte, el secretario autonómico de Memoria Democrática del Govern, Jesús Jurado, quien agradecido a la Comisión de Fosas y Desaparecidos de las Illes Balears su firme decisión de abrir la fosa de Son Coletes a pesar de todos los informes que cuestionaban su viabilidad.
Quien sí ha sido identificado como una de las víctimas asesinadas y enterradas en Porreres es el padre de Aurora Picornell, Gabriel Picornell Serra, cuyos restos se habrían localizado en la fosa número 10 del cementerio, exhumada en febrero de 2021.
La exhumación del cementerio de Son Coletes
Cabe recordar que, entre noviembre y diciembre de 2021, la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con Àtics, llevó a cabo los trabajos de la segunda fase de excavaciones y exhumaciones de Son Coletes, donde se localizaron siete fosas comunes con víctimas de la represión franquista en las que fueron recuperados un total de 38 esqueletos en posición primaria, además de fragmentos óseos con trauma perimortem correspondientes a otras 22 personas. En la fosa número tres fueron identificados tres grupos que corresponderían a momentos diferentes de enterramiento.
El grupo 3 de la fosa tres estaba formado por cinco esqueletos, tres de ellos recuperados completos y dos representados sólo por sus extremidades inferiores, ya que la fosa se vio afectada por la construcción de las criptas en los años cincuenta. Uno de los esqueletos completos corresponde a Aurora Picornell, como ha explicado Almudena García-Rubio, arqueóloga forense de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y coordinadora de los trabajos de exhumación.
El ADN de Ignasi Picornell, clave en la identificación
En concreto, el informe de identificación biológica de Aurora Picornell se ha realizado en el laboratorio BIOMICs de la Universidad del País Vasco (Vitoria-Gasteiz). Según ha explicado García-Rubio, la identificación de los restos de la activista ha sido posible gracias a la comparación con el perfil genético de su hermano Ignasi, identificado en las fosas de Porreres en el año 2016. Ha sido, además, una doble identificación, ya que la comparativa ha servido para identificar también a Gabriel Picornell, padre de Aurora e Ignasi.
Los otros cuatro esqueletos recuperados junto al de Aurora Picornell en la misma fosa no han podido ser identificados biológicamente, pero corresponden a otras cuatro mujeres. Se puede afirmar por tanto, y casi con total seguridad, que se trataría de los cuerpos de sus compañeras Belarmina González Rodríguez, Catalina Flaquer Pascual y sus hijas Antònia y Maria Pasqual, conocidas como 'Las Rojas del Molinar'.
La pluma de Aurora Picornell
Junto al cuerpo de Aurora Picornell fueron recuperados también una serie de objetos, en su mayoría elementos de vestimenta: un botón blanco de nácar, una hebilla metálica, un imperdible, un botón de presión metálico y dos pesos circulares de plomo con orificio central. Además, en el tórax derecho fue hallada una pluma estilográfica jaspeada, la primera encontrada junto a los restos de una mujer, como ha apuntado García-Rubio.
Tanto la pluma como el resto de los objetos están siendo restaurados en los laboratorios de Àtics en Mataró (Barcelona). La restauración y consolidación de manera integral de los objetos asociados a los cuerpos encontrados en las fosas es una iniciativa pionera del Govern balear que se incluyó por primera vez en el Tercer Plan de Fosas.
La familia Picornell, paradigma de la represión franquista
La familia Picornell Femenias fue una familia muy conocida por su activismo político en defensa de los derechos de los trabajadores y de las clases más desfavorecidas. Aunque fue especialmente popular en el barrio palmesano de Es Molinar, su activismo transcendería mucho más allá del barrio y de la ciudad de Palma. Fue también una de las familias más represaliadas por el franquismo.
El padre de la familia, Gabriel Picornell, fue asesinado en Porreres en enero de 1937. A principios del siglo XX militó en el Partido Socialista y más adelante, ya entrada la década de los años veinte, sería uno de los impulsores de la Agrupación Comunista de Palma.
Gabriel Picornell y Joana Femenias tuvieron siete hijos. Además de Aurora, también morirían asesinados en Mallorca sus hermanos Gabriel e Ignasi. Asimismo, el hermano menor, Joan, que marchó a Barcelona para participar en las Olimpiadas Populares junto a la hermana menor, Llibertat, sería deportado años más tarde al campo de concentración nazi de Dachau, en Alemania. Murió poco después de ser liberado como consecuencia de las secuelas.
De las hermanas restantes, dos se quedarían en Mallorca junto a su madre. Llibertat, la menor de todas, que dejó Mallorca con tan solo 15 años, vivió en el exilio en México y Francia, país este último donde pasó el resto de su vida. Llibertat no volvería a pisar la isla hasta la década de los 50, sólo para visitar a su madre y a sus dos hermanas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada