Galardonado, entre otros con reconocimientos, por el Seff, el Festival de Huelva o el de Islantilla, así como del Festival de Guayaquil (Ecuador) o el Rasnov Film Festival de Rumanía, el documental Pico Reja, dirigido por Remedios Malvárez y Arturo Andújar, encierra múltiples historias personales, las de las víctimas de las fosas comunes de Franco. Pero también la historia de una canción: Nana a medias, pieza musical central del filme, interpretada por el escritor cordobés Antonio Manuel y la cantaora onubense Rocío Márquez, y que se ha estrenado el 14 de octubre en todas las plataformas digitales.
El citado dúo había tenido una experiencia compositiva previa, producto de esas causalidades que cada tanto generan las redes sociales. “Escribí un poemario flamenco titulado Daño. Un libro contemporáneo pero homogéneo, redondo, en el que todos los poemas giran sobre el mismo concepto del daño. La intención era que la poesía actual se acercara a algo tan complejo como la métrica flamenca, pero también que el flamenco se abra y sea consciente de la necesidad de actualizar sus letras. Lo adaptamos a teatro e incluso lo presentamos en Cosmopoética acompañados por Alejandro Cortés a la guitarra y Alejandro Rodríguez al baile. Seguimos, de hecho, haciéndolo con Laura Vital y David Caro. El caso es que, un buen día, Rocío empezó a jugar conmigo en Instagram para cantiñear los poemas, para comprobar que tenían la métrica flamenca exigible, pero lo de Pico Reja fue otra cosa”.
Según Márquez, fueron los directores los que les propusieron concebir una canción que sirviera como uno de los pilares de lo que se quería contar en la pantalla. Después de unos primeros tanteos cada uno por su lado, “quedamos en vernos con la idea de que ya terminaríamos de definirlo, pero la siguiente vez que nos vimos, Antonio Manuel me dijo: 'Me temo que ya está terminada'. Así era, y la vi perfecta”.
“Cuando Remedios me llamó, quería que lo hiciéramos entre los dos”, confirma Antonio Manuel. “El caso es que, cuando empecé a escribir la letra, la compuse también con la música. Recuerdo que nos encontramos en un día particularmente muy lluvioso y en efecto, prácticamente todo estaba terminado. Lo que hizo Rocío fue cambiar alguna cosa de orden, arreglarla y hacerla suya, para darle esa impronta que ella tiene, con esa voz luminosa y esa sensibilidad”.
Tema entres partes
No obstante, la presencia de estos creadores no se limita a cantar o tocar la guitarra, sino que a lo largo del metraje desvelan el proceso de creación, articulando todo el relato. “La forma de trabajar de los directores, tanto Remedios como Arturo, fue la de reunirnos varias veces. Ambos nos contaron la estructura de la película, dividida claramente en tres partes: una primera, en la que hablan víctimas del genocidio franquista que tienen a sus familiares en la fosa común de Pico Reja, convirtiendo en Historia la memoria de lo vivido y lo no vivido. La segunda es el momento en que la fosa común habla. Es una parte poética y dura a la vez, porque es la tierra la que está hablando. En la tercera parte debíamos poner música y letra a la esperanza, en que el ejercicio de la memoria se proyectara sobre el futuro. Ese mensaje estuvo presente en todas las reuniones”.
“Es una forma de trabajar muy interesante, porque cuando Rocío y yo nos reunimos para poner en orden la canción, prácticamente conocíamos la película sin haber visto un fotograma”, añade el autor de libros como La huella morisca, Flamenco: arqueología de lo jondo o La luz que fuimos. “Ahí tomé la decisión, compartida con ella, de que si cada uno de nosotros y de nosotras somos lo que hemos vivido y lo que deberíamos haber vivido, pero truncó un asesinato, una guerra; la Nana a medias tenía que contar que la vida no vivida también está viva. Lo está en esos recuerdos que tienen los que sucedieron a las víctimas”.
“La victoria de la luz”
Así, la Nana a medias “versa sobre la vida que está en las piedras, en la tierra, de las ramas, en todo lo que contiene ese recuerdo”, comenta Antonio Manuel. “Eso se reivindica en la canción, por eso no es un mensaje victimista, no es nostálgico ni melancólico, ni derrotista, al contrario: es el mensaje de la victoria de la luz, de cómo generaciones posteriores han cantado la canción que se quedó a medias”.
En cuanto al proceso previo a la grabación, Rocío Márquez explica que “en un principio me acompañaba él con la guitarra, yo fui adornando un poquito, hasta que en la parte de desarrollo musical sí me encargué yo más a fondo. Pensé en Javier Prieto, que toca el hang, y creímos que era una sonoridad que le daba ese punto de ensoñación, era la intención aérea y a la vez de tierra que buscábamos. De timbre era lo que más me resonaba. Se lo propuse, le encantó la idea, porque además está muy comprometido con el tema. Y ya en el estudio empezamos a jugar, él con el hang y yo con el tema de las polifonías, que me interesa mucho”.
Ahora, la canción tiene una segunda vida fuera del ámbito audiovisual. “Demasiadas veces las canciones originales son apósitos, unas adendas, como la bola de navidad de una película. Quizá lo más interesante de este caso es que desde el principio la canción era protagonista del filme, por decisión de los directores. No solo porque ocupa un espacio y un tiempo, sino porque su mensaje es complementario al resto de los mensajes. La canción hace que cante la fosa. Parecía de sentido común que acabara teniendo una vida propia fuera del documental, porque es una bandera de éste”, subraya Antonio Manuel.
“Hemos intentado hacerla desnuda, sin apenas arreglos, cruda, para que la voz de Rocío ocupe casi todo el aire, y que vaya de debajo a arriba, como un gas que se va elevando hasta que lo ocupa todo”, concluye el cordobés. “Solo hay una música de cajita de música, como la que nos dormía cuando éramos niños, pero en este caso no es una nana para que nos durmamos. Es una nana para despertar”.
Pico Reja, la mayor fosa común del exterminio franquista llega al Parlamento Europeo
La fosa común de Pico Reja está situada en el cementerio de Sevilla y se calcula que puede albergar a más de 2.000 víctimas civiles de la represión franquista. Y este jueves ha llegado al Parlamento Europeo con la proyección del documental Pico Reja, “una reconstrucción del recuerdo que trata de crear un espacio para la reflexión, que analiza el pasado y las claves para comprender el presente”, según sus creadores.
La película se ha proyectado este jueves en el Parlamento Europeo en el marco de las jornadas ‘Memoria democrática en el contexto europeo’, organizadas por la eurodiputada socialista Lina Gálvez. Dirigida por Remedios Malvárez y Arturo Andújar, la obra documenta la reciente apertura de la fosa común de Pico Reja en Sevilla, una de las mayores de Europa.
Andalucía fue uno de los territorios más castigados por la represión franquista. Se produjeron más de 50.000 fusilamientos, un tercio de las víctimas españolas, y hubo más desaparecidos que los que sufrió Argentina y Chile juntos durante su dictadura militar. Las fosas del cementerio municipal de Sevilla acogen a más de 14.000 cuerpos de los que hay documentados más de 4.500 represaliados.
A través de los encuentros de dos artistas que se unen para componer una obra musical sobre esta fosa y de los testimonios de los familiares de las víctimas se abordan cuestiones de una época de España que perduran. “Abrir la fosa de Pico Reja es una deuda pendiente con la memoria de los represaliados y con la propia historia de este país”, dicen los creadores.
“El Ayuntamiento de Sevilla, con la exhumación de la fosa Pico Reja, y la Ley de Memoria Democrática restituyen la dignidad de las personas, las familias y los pueblos que sufrieron crimenes y vulneracion de derechos, que quedaron impunes y silenciados”, ha explicado la eurodiputada Lina Gálvez: “”En Pico Reja también se enterró parte de la identidad andaluza, tierra que sufrió la represión más dura, con más de 60.000 personas desaparecidas. Desde el Parlamento Europeo, y en concreto desde la delegación socialista, cogemos el testigo del Gobierno de España para trabajar para reivindicar, como parte esencial de los derechos humanos, el respeto a la memoria democrática“.
La jornada ha contado con las intervenciones Juan Miguel Baquero, periodista especializado en Memoria Histórica y Derechos Humanos y autor de El país de la desmemoria: Del genocidio franquista al silencio interminable (Roca Editorial); y Remedios Malvárez y Arturo Andújar, directores de ‘Pico Reja. La verdad que la tierra esconde’
La fosa es la auténtica protagonista de esta película, y desarrolla su propio relato, incluso descubriendo nuevos hechos que no estaban documentados. A través de entrevistas a familiares de represaliados, muchos de ellos testigos en primera persona de los hechos, la película explica cómo y por qué ocurrieron tales acontecimientos abordando cuestiones de una época que perduran en la actualidad.
Como parte de este relato, la cantaora Rocío Márquez y el poeta y compositor Antonio Manuel Rodríguez se unen para componer una obra musical sobre la fosa: La nana a medias. Ambos artistas, a través de sus encuentros, dan forma a la canción original de la película.
https://www.eldiario.es/carnecruda/programas/pico-reja-fosa-comun-grande-franquismo_132_9079677.html
Pico Reja: la fosa que prueba el exterminio franquista
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Solo en Andalucía la represión franquista dejó más desaparecidos que los que provocó la dictadura argentina y chilena juntas. Hubo más de 50.000 fusilamientos, un tercio de los que se ejecutaron en España. Pico Reja, en el cementerio de San Fernando de Sevilla, es la mayor fosa común abierta en Europa occidental desde Srebrenica, en Bosnia Herzegovina.
Hoy es el Día de la Memoria Histórica y este viernes llega a los cines el documental “Pico Reja, la verdad que la tierra esconde”, una reconstrucción del relato que guardan los huesos de los asesinados y arrojados al vacío de la Historia. Hablamos con Remedios Málvarez y Arturo Andújar, co-directores del documental. Y Contamos historias como las de Francisco Portales, jefe del Matadero Municipal de Sevilla en el 36, que está también escrita en esta fosa, y que recordamos con su nieta, Mª Luisa Hernández.
Además, analizamos los hallazgos recientes en Pico Reja de la columna minera de Huelva con Juan Miguel Baquero, periodista experto en memoria histórica y documentalista de Pico Reja y Fernando Serrulla, antropólogo forense y miembro del equipo de Antropología Física de Aranzadi.
El documental narra también el proceso de dos artistas que se reúnen para componer la banda sonora: una “Nana a medias”, del escritor Antonio Manuel y la cantaora Rocío Márquez. Y con ella nos vamos del infierno enterrado en la tierra callada, al paraíso y la gloria del “Tercer Cielo”, su nuevo disco junto a Bronquio, con quienes nos sumergimos es este universo ignoto para el flamenco y la electrónica. Aquí puedes ver el programa completo en video:
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