Los cuerpos pertenecen a un farmacéutico de Jimena, dos de sus hijos y su empleada del hogar, fusilados en 1937
Hallados los restos de cinco víctimas del franquismo en cementerios de San Roque durante trabajos de exhumación
San Roque/Los trabajos de exhumación en el cementerio de la Estación de San Roque han permitido la localización de los restos de cuatro víctimas de la represión franquista, fusiladas el 3 de febrero de 1937. Se trata de Diego Pitalúa Infantes, farmacéutico de Jimena de la Frontera de 57 años; sus hijos José y Francisco, de 26 y 24 años respectivamente; y la empleada del hogar de la familia, Inés Parra Rondán, de 43 años, madre de tres hijos menores.
El hallazgo fue comunicado por el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y ha sido confirmado por Juan Ignacio Trillo Huertas, investigador especializado en la memoria histórica de la comarca. Trillo, quien llevaba años recopilando información sobre estos asesinatos, se ha presentado este martes en el lugar de la exhumación para aportar datos sobre las víctimas y sus descendientes, con el fin de facilitar las pruebas de ADN que permitirán su identificación definitiva.
Según la investigación de Trillo, las víctimas fueron secuestradas en sus domicilios de Estepona y Jimena por los sublevados franquistas y trasladadas hasta el cementerio sanroqueño, donde fueron ejecutadas sin proceso judicial. No consta que militaran en ninguna formación política, aunque se cree que simpatizaban con Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña. La brutalidad de la represión en la zona dejó centenares de desaparecidos y sembró el terror entre la población civil.
El arqueólogo encargado de la exhumación, Jesús Román, ha detallado que los tres varones aparecieron con la cabeza orientada al norte, mientras que la mujer estaba en sentido inverso. Los análisis preliminares muestran que todos recibieron disparos a quemarropa y que Pitalúa aún llevaba sus gafas en el momento de la ejecución, una imagen estremecedora de lo que debió de ser su último instante.
El Ayuntamiento de San Roque ha destacado su compromiso con la recuperación de la memoria democrática, financiando los trabajos arqueológicos que han permitido este hallazgo. La teniente de alcalde y presidenta de la Comisión Municipal de Memoria Democrática, Ana Ruiz, ha visitado la excavación junto al teniente de alcalde de Estación, Taraguilla y Miraflores, Juan Serván, y ha subrayado la importancia de seguir investigando para identificar a las víctimas y devolverles su dignidad.
Ruiz recordó que en 2022 se localizó en el camposanto de la Estación un "punto caliente", una posible fosa de represaliados. El año pasado se exhumaron tres cuerpos con signos de fusilamiento, y la semana pasada se ampliaron los trabajos hasta hallar los restos de estas cuatro personas. La edil agradeció el esfuerzo del arqueólogo Jesús Román y su equipo, así como la colaboración del Foro por la Memoria y de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que ha financiado parte de los estudios previos con una subvención de 25.000 euros. “Seguiremos trabajando por buscar la verdad y hacer justicia, y para que San Roque sea un lugar donde no habite el olvido”, declaró Ruiz.
El arqueólogo Jesús Román señaló que esta fosa responde a un patrón habitual de la represión franquista en la provincia de Cádiz. "En los pueblos de esta zona no hubo guerra, no hubo combates. Estos asesinatos se enmarcan en la represalia contra personas vinculadas al bando republicano que regresaron a sus localidades tras la caída de Málaga en 1937", explicó. Además, indicó que los cuerpos estaban dispuestos de manera característica: tres boca abajo y uno boca arriba. Las evidencias balísticas y los daños en los huesos confirman que fueron ejecutados a tiros.
Una exhumación esperada desde hace años
El reciente hallazgo de los restos de los Pitalúa supone un avance en la búsqueda de la verdad sobre la represión franquista en el Campo de Gibraltar. Ahora, las pruebas genéticas permitirán confirmar la identidad de las víctimas y, con ello, cerrar una herida abierta desde hace casi 90 años.
Trillo, quien tomó la palabra en el lugar de la exhumación para explicar los detalles del caso, recordó que estos asesinatos fueron cometidos solo por el hecho de defender la legalidad republicana. "Nunca imaginaron que podrían ser asesinados, y por eso no huyeron en La Desbandá", señaló el investigador.
Entre tanto, los descendientes de los Pitalúa, asentados en Jimena, Estepona y Jerez, han recibido la noticia con una mezcla de dolor y alivio. Ahora esperan que, tras décadas de silencio, sus seres queridos puedan recibir la dignidad que les fue arrebatada en 1937.
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