dimarts, 14 de febrer del 2017

En el adiós a Angelina Gatell, poeta y “niña de la guerra”.

https://socialistasdetrescantos.es/2017/02/07/en-el-adios-a-angelina-gatell-poeta-y-nina-de-la-guerra/



El 7 de enero del mes pasado nos dejó una mujer que fue tantas cosas en su vida en pos de la verdad y la libertad que defendió hasta el último momento, que se necesitarían varios folios para contarlas, y con las que se podría hacer, de paso, una radiografía de lo que fue buena parte del Siglo XX, silenciada en gran parte por el régimen franquista. Se llamaba Angelina Gatell y había nacido en Barcelona en el año 1926. En sus más de 90 años de existencia Angelina fue, entre otras cosas, antóloga, traductora, escritora, actriz y profesional del doblaje, en el que trabajaró más de 30 años, y sobre todo una de las mejores poetas de nuestro tiempo. Una mujer perteneciente a la conocida como Generación del 50, que siendo, como tantas otras, una llamada “niña de la guerra”, contribuyó, junto a otra grande como Carmen Conde, con sus trabajos y divulgación a difundir la existencia de un grupo de mujeres poetas silenciadas durante tanto tiempo.
Pero Angelina fue, ante todo, una superviviente en el difícil tiempo que le tocó vivir; y además protestando por lo que consideraba que estaba mal hecho, sobre todo contra la impunidad del franquismo, rasgo que le acompañaría hasta los últimos días de su existencia. De casta le venía a esta mujer, porque procedía de una familia pobre y combativa. “Cuando se proclamó la República –cuenta- mi padre nos llevó a mi hermano Josep y a mí a la Rambla para celebrar entre la multitud el acontecimiento. Te puedes imaginar que me llevó sobre los hombros, porque yo era muy niña y Barcelona una fiesta. Me han contado muchas veces las palabras de mi padre: ‘Quiero que mis hijos lo vean y no lo olviden’. Pues no lo he olvidado”.
El sino de perdedora le acompañaría de por vida: “La guerra fue muy dura, pero la posguerra fue más dura todavía. Porque una guerra siempre lleva consigo algo grandioso al menos, algo de esperanza, pero la posguerra no tenía nada de grandioso. Era la consciencia de que éramos los vencidos, de que nunca levantaríamos cabeza…”. No obstante ello, Angelina siguió en la lucha de la vida, escribiendo libros, como Ceniza en los labiosMemorias y desmemorias o Con Vietnam, entre otros, esta última una antología poética de autores contra la guerra, que ella elaboró en los años sesenta y que sería censurada, como todo lo que se atrevía a salirse de la “norma” establecida por el Régimen franquista.
Con su marido, Eduardo Sánchez Lázaro, fundó el teatro de cámara El Paraíso, trasladándose en el año 1958 a Madrid, donde trabajaría en Televisión Española como actriz y guionista. Época aquella en la que sería fundadora de la tertulia independiente Plaza Mayor, junto a José Hierro, Manrique de Lara y Aurora de Albornoz, al tiempo que mantenía relaciones profesionales con otros prohombres conocidos, como Blas de Otero o Gabriel Celaya. Trabajadora incansable, tradujo más de cien obras de la literatura infantil, escribiendo al tiempo libros de poesía para niños.
Una de sus anécdotas más conocida es haber sido la responsable de que el perro de Heidi se llamara Niebla. Entre sus muchas facetas también está la de directora de doblajes, y entre éstos el de Heidi, y lo recordaba: “Cambié el nombre del perro, José, por Niebla, en homenaje a aquel can hambriento que Neruda y Alberti encontraron y acogieron en un paseo nocturno por el Madrid de 1937. Fue mi guiño a dos grandes poetas que defendieron la República”.
Desde el Grupo Municipal Socialista, deseamos que descanse en paz la que tanto luchó en vida y nuestro afecto a su hijo, vecino de Tres Cantos.
La imagen que ilustra esta entrada pertenece a las web de Adoma.



Angelina Gatell: Cenizas en los labios.