El Govern a través de la empresa ATICOS ha iniciado este martes las tareas para localizar los restos de las fosas de la represión franquista en el antiguo cementerio de Son Coletes, en Manacor. Una intervención que forma parte del segundo Plan de Fosas del Govern y que se prevé que se alargue hasta el 9 de agosto.
Después de una retirada previa de la vegetación, esta martes ha comenzado a trabajar la máquina excavadora facilitada por el Ayuntamiento de Manacor. Los trabajos se han iniciado en la llamada zona 1, que corresponde a la jardinera central del actual cementerio. Un lugar donde se espera localizar posibles restos de una cruz que había en el antiguo cementerio de Son Coletes, a partir de la cual, según las informaciones disponibles, en 1936 habrían enterrado las víctimas en zanjas, partiendo desde el centro de dicha cruz, en línea recta y de una forma radial.
“Partimos de un montón de incertidumbres, con mucha prudencia pero también con la esperanza de localizar algunas de las cientos de víctimas que se enterraron en Son Coletes”, explicó el secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado, “porque , al fin y al cabo, se trata de derechos humanos. Estamos hablando de los derechos de las personas que fueron asesinadas hace 80 años y de los derechos de sus familias. Actuaremos mientras haya alguna posibilidad y las últimas investigaciones nos han abierto nuevas vías”.
Propuesta de intervención
En mayo de 2019, la Sociedad de Ciencias Aranzadi realizaba un estudio de viabilidad del cementerio de Son Coletes, durante el cual encontraba restos de víctimas de la peste bubónica del año 1820. Un primer indicio del antiguo cementerio, que se había utilizado durante la Guerra Civil para enterrar a las víctimas de la represión franquista.
El Proyecto de intervención en el cementerio de Son Coletes, presentado por ATICOS a la Comisión técnica de desaparecidos y fosas de las Baleares, suma a estos indicios el estudio de una fotografía aérea realizada por la aviación de Estados Unidos entre los años 1942-1945, facilitada por el Dr. Cielos Garcia del Departamento de Geografía de la UIB. Un material que ha permitido determinar que, pocos años después de los numerosos asesinatos de 1936, el antiguo cementerio de Son Coletes presentaba una planta completamente cuadrada de 3.600 m2 .
3 zonas para excavar el subsuelo de Son Coletes
En el centro de este espacio había una cruz de hierro, que el ayuntamiento de Manacor había colocado en 1922 para indicar qué tipo de terreno era aquel – un lugar de enterramiento -, ya que se había convertido en un espacio donde pastoreaba el rebaño.
El equipo de ATICOS ha establecido 3 zonas para excavar el subsuelo del cementerio de Son Coletes y poder establecer los límites de los enterramientos de las personas represaliadas. Zonas donde se intuyen alteraciones del terreno a partir del estudio exhaustivo de la fotografía aérea antes mencionada, a la que se han aplicado técnicas de fotointerpretación y georeferenciación.
Las tareas de exhumación, que se han iniciado este martes, se están desarrollando bajo la coordinación de un equipo técnico formado por tres arqueólogos y una antropóloga. Después de la zona 1, la propuesta de intervención en Son Coletes sigue por la llamada zona 2, que consta de dos aberturas en la zona norte de la jardinera, aprovechando los pasillos existentes junto a las tumbas subterráneas. Finalmente, el plan de actuación prevé actuar en la llamada zona 3, que corresponde al área sur de esta jardinera.
El cementerio de Son Coletes
Son Coletes fue creado en 1820 como cementerio de las víctimas de la peste bubónica y fue utilizado durante la Guerra Civil como gran fosa para las ejecuciones indiscriminadas de disidentes y prisioneros. Es, de hecho, uno de los lugares de mayor represión franquista de Mallorca. A día de hoy, no se conoce con exactitud la cuantía del número de víctimas que se enterraron.
Según indica el historiador Antoni Tugores en el Mapa de las fosas comunes de Mallorca, a partir del 17 de agosto de 1936, en Manacor, los organismos sublevados iniciaron una represión sistemática y ejecuciones en el cementerio municipal del Plan de Son Mas. A partir del 24 de agosto, estas ejecuciones y entierros fueron trasladados a Son Coletes para poder disponer de un espacio alejado del núcleo urbano. Entre finales de agosto y septiembre de 1936 Son Coletes fue escenario de grandes ejecuciones, no sólo de víctimas manacorines o mallorquinas, sino que “quizás el número más importante de víctimas enterradas en ese lugar se deba a las capturas de prisioneros de las tropas de Bayo”, indica Tugores.
Tras la represión franquista, Son Coletes fue abandonado hasta que la saturación del cementerio municipal del Plan de Son Mas hizo que el Ayuntamiento de Manacor iniciara, en la segunda mitad de la década de 1950, una serie de reformas y ampliación, con la remoción del terreno consiguiente, que le ha dado el aspecto actual.
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