Los trabajos de exhumación que la Sociedad de Ciencias Aranzadi está realizando en el cementerio de Berriozar desde el pasado día 9 de marzo han dado como resultado la localización de los restos de quince presos del Fuerte de San Cristóbal, un complejo militar que tras el golpe de 1936 pasó a ser utilizado como cárcel para presos políticos de toda España. Por él pasaron hasta 7.000 personas y murieron unas 800, más de 200 fusiladas tras la fuga de 795 presos en 1938, y otras muchas por causas naturales provocadas por la tuberculosis, malnutrición o el hacinamiento. Se ha iniciado ya la exhumación de los cuerpos, y se seguirá trabajando ante la hipótesis probable de que en un estrato inferior haya más cuerpos.
Se trata de una excavación técnicamente compleja por el elevado número de restos localizados en un espacio reducido, por lo que los trabajos continuarán en los días siguientes, según ha informado el Ejecutivo foral.
La consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, ha asistido este lunes a los trabajos de exhumación, acompañada de Martín Zabalza, director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, de Josemi Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria y de Raúl Maiza, alcalde de Berriozar.
Ante las personas asistentes, entre ellas miembros de las asociaciones memorialistas y veinte alumnos y 2 profesoras del Grado Superior de Animación Sociocultural del Centro Integrado Escuela de Educadores y Educadoras, la consejera ha ratificado “el compromiso del Gobierno de Navarra con la búsqueda, localización y exhumación de las víctimas de la violencia desatada por los sublevados en julio de 1936”.
Asimismo, ha remarcado “la importancia de que la sociedad en general, y la juventud en particular, tome conciencia del horror vivido entonces, y el papel que está desempeñando en esa labor el programa ”Escuelas con Memoria“, del Instituto Navarro de la Memoria. ”Son ya cuatro los centros educativos que han asistido durante estos días a los trabajos de exhumación“, ha añadido.
Los restos de munición encontrados hacen pensar que estos restos podrían corresponder a los 21 presos, varios de ellos anarquistas, a quienes mataron bajo una acusación de haber intentado fugarse del penal, ha informado el Ejecutivo. Sus restos fueron trasladados en un camión hasta Berriozar, una imagen que impactó a la población local, que guardó en la memoria la zona del cementerio en que fueron inhumados, ha añadido.
Esta información fue recogida por la asociación Txinparta-Fuerte de San Cristóbal y se incorporó al informe preliminar de Aranzadi. No fueron estos los únicos presos enterrados en este cementerio, ya que otros 26 presos fallecidos por enfermedad fueron enterrados también en este lugar hasta 1942, y cuya localización está resultando más compleja.
Esta exhumación, junto con la recién abordada en Ansoain, forma parte de Plan de Exhumaciones que ha elaborado el Instituto Navarro de la Memoria, de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, para 2022. El plan, en el que han colaborado las asociaciones memorialistas, contempla 23 prospecciones en diferentes lugares de nuestra geografía, con el objetivo de seguir localizando las fosas en las que se encuentran víctimas del golpe militar de 1936. Con estas quince personas son ya 136 los cuerpos recuperados desde que se inició el programa de exhumaciones del Gobierno de Navarra.
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