Con 27 años fue fusilado en París tras combatir al fascismo en España y al nazismo en Francia
Celestino Alfonso, segundo a la izquierda, con la camisa abierta. Fotografía de la familia
El Panteón de París fue el primer monumento de importancia de la capital francesa. Su construcción es anterior a la de monumentos como la Torre Eiffel. Construido entre 1764 y 1790, se encuentra en el Barrio Latino. Es un espacio dedicado a honrar la memoria de personajes ilustres franceses. Alberga los féretros de 75 hombres y 6 mujeres relevantes en la historia de Francia. Entre los enterrados en el Panteón se encuentran Voltaire, Rousseau, Victor Hugo, Émile Zola, Jean Jaurès, Jean Moulin, Louis Braille, Jean Monnet, Sadi Carnot, Pierre y Marie Curie, André Malraux y Soufflot, su arquitecto. Marat y Mirabeau fueron retirados en 1794. A lo largo de su historia el Panteón ha tenido diferentes funciones, tanto religiosas como patrióticas.
Nunca ningún inscrito español en el Pabellón
Bajo la Tercera República y coincidiendo con el funeral de Victor Hugo, el Panteón se convirtió en un edificio destinado a albergar los cuerpos de los hombres ilustres. En 1927, se colocó una placa con los nombres de los escritores franceses muertos durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Se repitió el mismo acto de homenaje después de la Segunda Guerra Mundial, para honrar a los escritores franceses muertos entre 1939 y 1945. Los muros del Panteón llevan también inscritos más de mil nombres de personajes importantes de la historia de la República. Nunca ha habido el nombre de un español en el Panteón, salvo hasta hoy, el del salmantino Celestino Alonso, cuyo nombre ya figura en el Panteón de Hombres Ilustres de París, como combatiente y defensor de la libertad. Lo hace cuando se cumplen 80 años de los fusilamientos por el Tercer Reich de 23 resistentes que se enfrentaron a la invasión nazi de Francia y de París, entre ellos, el español Celestino Alfonso.
Republicano, comunista y combatiente
Celestino Alonso era republicano y comunista, pero sobre todo fue un resistente y combatiente de la Guerra Civil hasta la lucha contra la invasión nazi de Francia. Celestino Alfonso se ha convertido desde hoy en el primer español en el gran espacio monumental francés dedicado a las grandes personalidades francesas, aunque físicamente sus restos continuarán descansando al sur de la capital gala, en el cementerio de Ivry.
Miembro de un valiente comando
Su nombre ya se halla entre las destacadas inscripciones de las glorias francesas, junto a otros 22 miembros de un grupo de la Resistencia contra la ocupación alemana de Francia, capitaneados por el armenio Missak Manouchian, líder de la red en la que estaba enrolado Celestino, descansarán para siempre a la entrada de la cripta. De esta manera, el país galo al que muchos extranjeros salvaron de la garra de Hitler sin que no siempre Francia les hiciera justicia, salda una deuda con ese ejército internacional que perdió la libertad e incluso, como en el caso de Celestino, la vida, por la democracia y contra la barbarie del nazismo.
La red de L’affiche rouge
En estos días se recuerda la heroicidad de Celestino Alfonso que en noviembre de 1943, fue detenido dentro de la res de Manouchian cuando la colaboracionista policía francesa desarticuló el grupo. Casi cuatro meses después, el 21 de febrero de 1944, los miembros de la red fueron fusilados en la fortaleza que hoy es símbolo y memorial de la Resistencia, en Mont Valérien. En la imagen de interior se aprecia el cartel difundido por los nazis, días antes de la ejecución, con los 10 detenidos integrantes del grupo resistente entre los que se halla Celestino. Por el color del cartel, se les conoció como la red de “L’affiche rouge”. Con relación al héroe español, una cita: “Alfonso. Español. Rojo. Siete atentados”.
Celestino, salmantino de Ituero de Azaba, nació en 1916, por lo que cuando lo fusilaron contaba tan solo con 27 años. Había dejado España y emigrado a Francia con su familia a los pocos años de nacer, habiéndose criado en una zona a las afueras de París. Aprendió carpintería y la ejerció. Era militante de desde los años treinta de las Juventudes Comunistas.
Atentado contra dirigente nazi, detención y fusilamiento
Pero su heroicidad no solo la mostró contra los nazis en tierras francesas sino que, en 1936, regresó a España para combatir a otro fascismo, en este caso el de los rebeldes franquistas. Regresa a Francia tras la finalización de la contienda y entra en el grupo de voluntarios denominado “Francotiradores y partisanos-Mano de obra inmigrada”. Desde esta organización participó directamente en el atentado de París contra Julius Ritter, un dirigente nazi. Tras este hecho fue detenido y juzgado por un tribunal militar alemán.
“Mi vida ha sido un poco corta”
Para siempre quedará en la memoria de la historia de los patriotas y antifascistas españoles su carta, dirigida a su familia, escrita en francés y redactada pocas horas antes de su fusilamiento: “Hoy a las tres seré fusilado. No soy más que un soldado que muere por Francia. Sé por qué muero y estoy orgulloso. Mi vida ha sido un poco corta y espero que la vuestra sea más larga”. En otra carta, Celestino recomendaba y pedía que su hijo tuviera una buena formación: “No me arrepiento de mi pasado. Si hubiera que recomenzar, sería el primero. Yo os pido mucho coraje y que mi hijo tenga una buena educación”.
“A los grandes hombres, el reconocimiento de la patria”
Francia, que no siempre ha sido justa con los no nacionales que la defendieron del fascismo, cierra hoy esa herida en forma de deuda de gratitud. Ciertamente, ya lo había hecho antes cuando se rotuló en Ivry una calle dedicada a Celestino Alfonso. Tras tener su nombre en el Pabellón de Ilustres de París y una calle en Ivry, la memoria de un patriota, de los de verdad, queda honrada para siempre. Como está escrito a la entrada del Panteón, es un recuerdo “A los grandes hombres, el reconocimiento de la patria”. Ahora solo falta que en España, en su región y su pueblo, también brille con letras de honor y oro el nombre de Celestino Alfonso.
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