sábado, 22 de abril de 2017
Ofensiva por el flanco derecho
Así de bonita fue la conquista de América
En los últimos meses se han publicado varios libros que la derecha ha recibido con gran alborozo, porque legitiman ideas y valores conservadores. Aquí van tres microrreseñas:
El Gran Nivelador (The Great Leveller): Walter Scheidel, un reconocido historiador de laUniversidad de Stanford, afirma que la desigualdad es inherente al ser humano, al menos durante los últimos miles de años. Y que siempre que ha habido nivelación socioeconómica ha sido gracias a desastres y crímenes atroces. No es que Scheidel sea un gran defensor de la desigualdad, ojo: él simplemente documenta lo que hay (o lo que él cree que hay). Moraleja: Otro mundo no es posible. Toca vivir esclavos y además morir de rodillas. O eso o pandemias, guerras mundiales y genocidios. Los sectores más conservadores de Estados Unidos lo han aplaudido fervientemente. Best-seller en Norteamérica.
Imperio y leyenda negra de María Elvira Roca es una apología del imperio español. Un libro tan carente de originalidad como plagado de errores factuales. Pero sirve para que nos volvamos a sentir orgullosos de ser españoles y de haber conquistado la mitad del mundo. La desaparición de las poblaciones indígenas en el Caribe, los trabajos forzados, los reasentamientos masivos, el saqueo de las riquezas americanas, las conversiones forzosas, la esclavitud de cientos de miles de africanos: daños colaterales muy exagerados por los extranjeros que nos tienen manía y que eran peores que nosotros. Un argumento de extraordinaria pereza intelectual ("y tú más") que recuerda a las manifas pro-Franco cuando la comunidad internacional criticaba las barbaridades del régimen: "Contra la injerencia extranjera". Cuatro ediciones en el momento de escribir esta nota. Éxito editorial.
1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular de Álvarez Tardío y Roberto Villa es un minucioso estudio de las actas electorales de febrero de 1936. Nada que objetar. El planteamiento del estudio, sin embargo, carece de originalidad y el método de análisis es tan tendencioso como el título del libro. Santos Juliá ha demostrado que los cálculos fallan por la base, dado que para que salgan los números los autores tienen que contar a la derecha como un bloque electoral, cosa que ni fue ni pudo haber sido. En cualquier caso, la conclusión implícita (o no) es que los primeros golpistas en España fueron los de izquierdas ¿De quién es la culpa de la Guerra Civil por tanto? Exacto. Otro bestseller entre lectores conservadores, necesitados no solo de que los suyos venzan en las guerras, sino de que además tengan razón.
La reacción de la izquierda en España ha sido contudente. Tan solo el libro de las elecciones ha merecido reseñas críticas y no precisamente por afines a Podemos: Santos Juliá y Jorge Reverte.
Mientras la versión más retrógrada de la historia triunfa en las librerías, los intelectuales más a la izquierda llegan a la conclusión de que el enemigo a batir es Javier Cercas con su última novela, que ha sido objeto de furibundas recensiones. Cercas hace poco escribió lo siguiente:
"Ese es el mínimo acuerdo sobre el pasado que necesitamos: un acuerdo que condene de forma taxativa el golpe del 18 de julio y el franquismo y que diga taxativamente que ni fueron necesarios ni inevitables, y que el golpe militar y la dictadura constituyeron un error sin paliativos. Por desgracia, la derecha española, o buena parte de la derecha española, todavía no tiene claro el pasado y por tanto carecemos de un acuerdo completo sobre el presente, lo que significa que el pasado sigue sin digerirse, sigue siendo un lastre y un freno, de vez en cuando un arma arrojadiza. Y por eso casi nunca sabemos adónde vamos, ni qué hacer con el futuro."Es posible que los críticos de Cercas tengan razón en su anális de la novela y sus ambigüedades políticas. Pero me da la impresión de que no se están enterando muy bien de por dónde viene la ofensiva, la que nos puede devolver a la verdad de la dictadura. Libros como el de Álvarez Tardío y Villa nos alejan cada vez más de ese mínimo acuerdo sobre el pasado que necesita nuestra sociedad. Libros como el de Roca sirven para nutrir un chovinismovetusto que es lo que menos necesitamos en un mundo amenazado por nacionalismos excluyentes, aventuras neoimperiales y xenofobia.
Es contra esta ofensiva, la del flanco derecho, contra la que hay que luchar usando las armas de nuestro oficio académico: la razón, la erudición, la retórica.
Las cuentas galanas de 1936
Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García certifican el fraude electoral que permitió la victoria del Frente Popular tras años de trabajo sobre las actas.
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