dimarts, 17 de juliol del 2018

82 años del vuelo del Dragon Rapide

http://blogs.publico.es/memoria-publica/2016/07/06/80-anos-del-vuelo-del-dragon-rapit/



Se cumplen 80 años del vuelo que llevó a Franco desde la base de Gando a Marruecos, considerado el acto inaugural de la Guerra Civil
El 18 de julio de 1936 alza el vuelo en el aeródromo de Gando el Dragon Rapide.En su interior, junto al piloto y el mecánico, viaja el comandante general de las Islas Canarias, calculador, frio, taimado y hermético, Francisco Franco. La aeronave se dirige a a Tetuán, para que Franco se ponga al frente de las fuerzas del ejército de África como uno de los cabecillas de la sublevación militar que ese mismo día desafía con una insolencia criminal al gobierno legítimo de la II República.

Antes del de llegar a Tetuán y abrir a España en canal, hay personajes en la sombra, caciques que quieren seguir siéndolo, monárquicos trasnochados, ricos banqueros que su fortuna se hizo con negocios sucios y generales llenos de rencor hacia el nuevo gobierno que les quito prebendas y los ato cortos. Con estos mimbres la República estaba sentenciada.
Franco había sido destinado a Santa Cruz de Tenerife al mando de la Capitanía General de Canarias. Antes de salir para las Islas, Franco asiste a una reunión a la que, entre otros, también asisten los generales Mola y Goded, en la que se decide preparar un golpe de Estado capitaneado por el general Sanjurjo (entonces desterrado en Portugal). Franco, sin rechazar la conspiración, no se compromete. Desde Canarias recibe puntualmente información mostrándose siempre indeciso y cauteloso.
Se había previsto que Franco se pusiera al mando de las tropas españolas en el norte de África, puesto para el que había sido elegido por su fama de estratega demostrada en la Guerra de Marruecos, que le había valido su rápido ascenso a general, y por su actuación en la represión del conato revolucionario de los mineros asturianos en 1934. No obstante, para su salida de Canarias, era imprescindible contar con un  avión.

De un avión, de una organización importante y dinero. Pero todo está previsto. El General Emilio Mola, dio luz verde al viaje, Juan March, puso el dinero. Juan Ignacio Luca de Tena, director de ABC, encargado de la desinformación previa al golpe. Juan de la Cierva, inventor del autogiro, elegiría el avión. Luis Bolín, corresponsal de ABC, en Londres, organizaría los contactos técnicos. El Duque de Alba, con poderosas amistades en Londres se haría cargo del seguro , de 10.000 libras esterlinas, y el Marqués de Mérito, tapadera aristocrática del viaje.

El aparato elegido finalmente sería un De Havilland D.H.89 Dragon Rapide. El aparato elegido por De la Cierva, matriculado G-ACYR, pertenecía a la Olley Air Service Ltd., situada en Croydon, al sur de Londres. A su piloto, Cecil Bebb, se le hizo creer que iba a transportar a un líder rebelde del Rif, quien se dispondría a organizar un levantamiento en Marruecos. La excusa del vuelo a Canarias ante las autoridades españolas sería la de un supuesto viaje turístico. Para aparentarlo, el coronel retirado Hugh Pollard, su hija Diana y una amiga de ésta, Dorothy Watson, irían en el avión, junto con Bolín, el mecánico Rice y el radiotelegrafista Bryers.

El Dragon Rapide, que había sido alquilado en Inglaterra gracias al dinero de Juan March, capitalista de cabecera de los sublevados, que luego le devolverían ampliamente los favores durante la larga noche de la dictadura, aterrizó en Casablanca y desde allí tomo rumbo a Gran Canaria. Pero Franco tenía que tomar el avión en Tenerife y ya estaba levantando sospechas y rumores.Una muerte le allanó el camino. Los acontecimientos parecieron obrar en su favor el día 16 de Julio cuando, en un entrenamiento en el campo de tiro de La Isleta, el general Amado Balmes, gobernador militar de las Islas Orientales, se disparó, según la versión oficial, por accidente, falleciendo posteriormente. Sin embargo, siempre se ha mantenido la sospecha de que aquel percance no fuera fortuito.Balmes era leal a la República. Franco ya tenía excusa para viajar a Tenerife para asistir al funeral de Balmes.

A las 14:33 horas el Dragon Rapide despega camino de Casablanca y rumbo a Tetuan y cuando emprenda vuelo, las cartas estarán echadas y ya no habrá vuelta atrás para este país.

El 19 de Julio de 1936, en el aeropuerto de Tetuan, del Dragon Rapide baja Franco vestido de General con fajín rojo y borlas doradas. Toma el mando del Ejército de África. La guerra civil ha comenzado y a una de las dos Españas se le helara el corazón


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http://www.rebelion.org/noticia.php?id=153261

Un In memoriam de las hijas y nietas del primer oficial asesinado por las tropas franquistas


Para el amigo y referente Enrique Ruiz-Capillas, un represaliado y torturado, uno de los 462 “catalanes” más vigilados por el franquismo.

Se hallaba destinado en Getafe cuando estalló en Jaca, el 12 de diciembre de 1930, la sublevación republicana de Fermín Galán y García Hernández [1]. El día 15, un nuevo intento de pronunciamiento republicano tuvo lugar en su destino. Los oficiales, él incluido, solicitaron del jefe de la base que se les permitiera no disparar contra sus compañeros sublevados. También ellos fueran acusados de rebelión militar. Entró en prisión con sus compañeros. Fue por poco tiempo. El 14 de abril de 1931 se proclamaba la Segunda República española. Fue amnistiado.

En junio de 1932 se le destinó a la Base de hidroaviones de El Atalayón, cerca de Melilla, a orillas de la Mar Chica. En 1934, un decreto del Gobierno -el bienio negro radical-cedista- obligaba a declarar a los militares "que no pertenecían a ninguna sociedad política y/o sindical". Él declaró no pertenecer a ningún partido ni sindicato. Cuando estalló la Revolución de Asturias, octubre del 1934, un oficial escribió en un medio de la época: "mientras exista la Legión no entrará el comunismo en España". Al leerlo, escribió una carta al general jefe de la circunscripción oriental del Protectorado, Manuel Romerales. Preguntó si se había derogado el decreto de no pertenencia a sociedades políticas. El general jefe ordenó su arresto y la incoación de expediente judicial. Durante el tiempo que estuvo en prisión no perdió el tiempo y diseñó un motor a reacción, original y revolucionario para su época. Le denominó Mototurbocompresor de Reacción. Fue patentado en el Registro de la Propiedad Industrial de Madrid el 28 de marzo de 1935.

El 17 de julio de 1936 era viernes. Los aviones de la base militar de Hidro del Atalayón de Melilla estaban desmontados para una revisión mecánica. La mayoría de la tropa gozaba de un permiso; un soldado, Eduardo Sánchez, disfrutaba del suyo. Sus padres tenían un bar en la ciudad. Ese mismo día recibió una orden. Tenía que volver al cuartel con urgencia. Llegó en bicicleta a media mañana del día siguiente, 18 de julio. La carretera estaba sembrada de muertos. El soldado republicano encontró la base tomada por las tropas franquistas. Su mejor amigo, en un rincón de los hangares, estaba sentado en el suelo. Lloraba y estaba visiblemente "perturbado". Acababan de matar al primer oficial fusilado por los franquistas. Era el capitán Virgilio Leret Ruiz (1902-1936).

"A mi padre lo fusiló un pelotón que obligaron a formar a sus propios soldados", comentó Carlota Leret O'Neill, su hija menor [3]. Semidesnudo y con un brazo roto. No lo supo hasta 2010 por una carta que le envió Angelina Gatell, la viuda del soldado Eduardo Sánchez.

Aviador e ingeniero, Leret Ruiz fue uno de los precursores del motor a reacción. El primer avión con motor a reacción, diseñado por el alemán Hans von Ohain, voló en agosto de 1939, al filo de la Segunda Guerra Mundial. Cuatro años antes, Leret había patentado su invento en España. De no haber sido asesinado, habría empezado su construcción en septiembre de 1936. Su hija Carlota ha señalado que "Azaña tenía mucho interés en que se empezaran a hacer las pruebas de lo que habría sido el primer motor a reacción del mundo".

En el expediente oficial que halló Carlota Leret, señaló Braulio García Jaén, se relata que había sido fusilado cinco días después del comienzo de la Guerra. La información era falsa. Un informe secreto elevado al Partido Comunista en España en 1937 por un teniente que desertó del banco franquista, y que un mando militar en activo le remitió posteriormente a Carlota Leret, así lo revela. Junto a él fueron fusilados dos alféreces: Armando González Corral y Luis Calvo Calavia.

Setenta y seis años después de su fusilamiento, sus hijas y nietos, que siguen viviendo en Venezuela, en Caracas, han publicado el 17 de julio de 2012, en el diario matutino y global [5], la siguiente nota:

“IN MEMORIAM de VIRGILIO LERET RUIZ COMANDANTE DE LA BASE DE HIDROAVIONES DEL ATALAYÓN DE MELILLA ASESINADO EL 17 DE JUIO DE 1936 y de todas las víctimas del terrorismo franquista cuyos asesinatos, torturas y persecuciones han sido silenciadas con la complicidad de muchos seudodemócratas y seudosocialistas, y con la indiferencia de las instituciones del Estado, para quienes hay un terrorismo malo y un terrorismo bueno; para quienes hay unas víctimas que merecen justicia y otras que merecen olvido; para quienes hay unos criminales que merecen se castigados y otros que todavía dan nombre a calles españolas [6] o, incluso, a salas del Congreso de los diputados.
Sus hijas y sus nietos. Caracas, 17 de julio de 2012”.

Todos los demócratas antifranquistas celebramos y nos reconocemos en esta nota. Todos los familiares de asesinados y represaliados comprendemos muy bien los motivos y sentimientos que envuelven esas palabras. Este nieto de un obrero asesinado tres años después, fusilado como Laret Ruiz, agradece desde lo más profundo de su corazón la veracidad y autenticidad del texto de los familiares del capitán Virgilio Leret Ruiz. Gracias, compañeros, gracias.

Notas:
[1] Tomo la información del artículo de BRAULIO GARCÍA JAÉN publicado en Público en 2011: http://www.publico.es/culturas/366873/acabamos-de-fusilar-al-capitan y de http://www.noticiasdenavarra.com/2011/03/15/ocio-y-cultura/cultura/un-documental-rescata-la-figura-del-militar-e-ingeniero-pamplones-virgilio-leret-ruiz
[2] Recuerdos de su viuda, la poetisa Angelina Gatell
[3] Su madre fue la escritora de origen mexicano Carlota O'Neill. Falleció en 2000. Tomo el apunte de Wikipedia: “Carlota O'Neill (Madrid, 1905-Caracas, 2000) fue encarcelada en Melilla y sus hijas enviadas a un colegio de huérfanas militares en Madrid. En la cárcel recibió la maleta que contenía los planos y la memoria del motor turbocompresor, consiguió sacarlos envueltos en ropa sucia y ponerlos a salvo en casa de una compañera presa. Ya en libertad, en el otoño de 1941, la autora de Una mujer en la guerra de España entregó los planos al agregado aéreo de la Embajada británica en España. "Mi madre pensó que los planos podían ayudar a los aliados, que estaban perdiendo la guerra", cuenta Carlota [su hija menor], en su casa de Madrid. Él murió poco después en el frente de la II Guerra Mundial”. Carlota O’Neill, que había desarrollado su trayectoria feminista como dramaturga y como directora del periódico Nosotras, fue detenida, como otras tantas hijas y mujeres de republicanos, y separada de sus hijas, Carlota y Mariela. Fue “juzgada” por un tribunal militar 18 meses después de su detención y fue condenada a seis años de prisión: “por saber ruso, por subversiva y por su responsabilidad en los actos de su marido”. Tras su salida de la cárcel, O'Neill pudo recuperar, después de grandes esfuerzos, la custodia de sus hijas y se exilió en Venezuela y luego en México.
[4] La tumba del cementerio sobre la que Carlota Lerey O’Neill depositó ramos de flores tampoco albergaba el cuerpo de su padre. El soldado Sánchez siempre recordó las palabras de su amigo, el soldado perturbado por lo sucedido, y así se lo contó a sus hijos y a su mujer: el cadáver de Leret se lo llevaron en un camión. "Eso de que lo enterraron en un cementerio es mentira", aseguró Angelina Gatell.
[5] El País, 17 de julio de 2011, p. 45.
[6] Sin excluir Cataluña desde luego. Un “Museu Olímpic i de l'Esport”, Avinguda de l'Estadi, 60, al lado del Estadi Olímpic de Barcelona, lleva por nombre “Joan Antoni Samaranch”, un franquista de toda la vida que fue despedido con honores de Estado por el anterior gobierno tripartito catalán, “catalanista” y “de izquierdas”.