Nunca creí que llegaría este día", ha dicho la mujer
Después de 84 años, Concha ha podido abrazar los restos de su padre después de que fuese ejecutado durante la Guerra Civil Española. Claudio Doroteo Diéguez Loza, vecino de Etxarri Aranatz fue detenido y fusilado en Alsasua el 13 de septiembre de 1936.
Aunque en un principio se sospechaba que sus restos podían estar enterrados bajo la antigua carretera N-1 que pasa por el municipio, al final fueron recuperados en las exhumaciones realizadas en la Sima de Otsoportillo en 2016 y 2017.
Dichos restos pudieron ser identificados gracias a una muestra de su hija, Concha Diéguez, depositada en el Banco de ADN público del Gobierno de Navarra.
Concha, al recibir la caja con los restos de su padre por parte del El Instituto Navarro de la Memoria no ha podido evitar romper a llorar y, aunque ha reconocido que no perdía las esperanzas, nunca pensó que llegaría ese día.
La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, quien también estaba presente, ha recordado que Claudio Diéguez, “como la inmensa mayoría de víctimas de la represión franquista en Navarra, fue asesinado únicamente por sus ideas políticas y su actividad sindical”.
Concha abraza los restos de su padre tras 84 años
De esta noticia se ha hecho eco el periódico The Tennessee Tribune, en cuyo artículo relata que el día 18 de diciembre el gobierno de Navarra, devolvió los restos de Claudio Doroteo Diéguez Loza a su hija Concha Diéguez.
Según el periódico, Concha y otros 15 familiares recibieron los restos, y se la puede ver abrazando el ataúd que los contiene mientras sus familiares la consuelan.
Claudio Doroteo Diéguez Loza fue ejecutado en la ciudad de Alsasua el 13 de septiembre de 1936 y, posteriormente, se informó a su familia que había sido asesinado por fuerzas pro Francisco Franco, debido a “sus ideas políticas y su trabajo en sindicatos”.
Después de confirmar su identidad, su familia lo volvió a enterrar el 20 de diciembre.
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