Los nuevos trabajos de exhumación de víctimas de la represión franquista en el cementerio de San José, en Cádiz, se han cerrado con 24 personas más localizadas (de las 36 víctimas del golpismo que se buscaban). Hasta el momento, son ya 81 asesinados los hallados en las diferentes fases acometidas desde el pasado mandato. Y quedan por ejecutar todavía dos campañas más.
Francisco Bouza, José Cacheiro, José Cebada, Augusto Curty, Agustón Dorado, José Egea, Diego Fernández, Clemente Galé, Bartolomé García, José Gutiérrez, José Hernández, Enrique López, José Mata, Francisco Martínez, Manuel Moreno, José Muñoz, Joaquín Naranjo, Antonio Quintana, Manuel Ramos, Ramón Real, Victoriano Rey, Juan de Dios Ríos, José Rodríguez, Salvador Sánchez, Francisco Sánchez, José Soto y Adolfo Trinidad. Son los nombres de las víctimas que pueden vincularse a los últimos restos localizados.
El concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, acompañado por el arqueólogo municipal, Pepe Gener, y el miembro de la Plataforma por la Memoria Histórica de Cádiz, Antonio Chico, ha repasado los resultados de este último proyecto de excavación arqueológica de las sepulturas colectivas (medias sepulturas) del camposanto clausurado; labores ejecutadas entre marzo y junio en las que se han invertido casi 40.000 euros, un dinero aportado por la empresa municipal Cemabasa.
Antes de compartir los resultados, Vila ha agradecido tanto a Cemabasa como a todo el equipo técnico de investigación que ha estado trabajando en las labores de exhumación “el esfuerzo realizado para cumplir con la verdad, justicia y reparación, para hacer de Cádiz una ciudad más digna, dando respuesta, consuelo y paz a los familiares que siguen buscando a sus antepasados y que fueron fusilados siendo víctimas de la represión franquista entre el verano de 1936 y principios de 1937”. Asimismo, también ha tenido palabras de agradecimiento para los familiares de asesinados “que han dado el paso y nos están acompañando en este proceso”.
Finalmente, en esta campaña se han excavado un total de 20 sepulturas colectivas ubicadas en los patios 3 y 6 del cementerio en las que se han localizado 24 cadáveres que han sido clasificados, según las características contextuales, en tres grupos. Por un lado, víctimas por evidencia de arma de fuego, que han sido 13 en total; y por otro víctimas por evidencia contextual, cuatro casos en los que no se ha registrado evidencias de fallecimiento por un disparo, pero sí datos arqueológicos y antropológicos que certifican que son las víctimas inhumadas en esa sepultura.
“En uno de los casos se plantea la relación con un represaliado que, según consta en el informe del instituto forense de 1936, fue asesinado por degollamiento. Los otros han sido parcialmente alterados por exhumaciones posteriores, destruyéndose las evidencias óseas de fallecimiento por arma de fuego o algún otro tipo de muerte violenta”, ha detallado el concejal responsable.
Y el tercer grupo clasificado es el de conjunto de restos óseos en posición secundaria, al que pertenecen aquellos huesos sin conexión anatómica, es decir, no conservan su posición original de cuando fueron enterrados, pero con fracturas en fresco provocadas de forma violenta. En total, se han contabilizado siete.
Martín Vila ha resaltado que la individualización definitiva de los restos localizados “se realiza mediante análisis comparativo de ADN entre muestras óseas e hisopados de los familiares”. Por lo tanto, a pesar de que el registro del cementerio ubica con nombre y apellidos a las víctimas, no se considera su identificación hasta que no se obtenga un resultado positivo de dichas pruebas.
En este punto, ya han concluido todas las actuaciones en medias sepulturas; partiendo de los tipos de inhumación, quedan por ejecutar todavía dos campañas que se centran en la finalización de la fosa común norte (Patio 1) -que queda por excavar aproximadamente una cuarta parte, con una duración de mes y medio o dos meses- y una excavación arqueológica en la fosa sur (Patio 1). Al respecto, el Ayuntamiento cuenta con fondos para ello tras la obtención, mediante concurrencia competitiva de una subvención de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), por lo que está previsto que se retomen las tareas en septiembre.
“Hasta el momento, el número de víctimas localizadas en el cementerio San José según el tipo de enterramiento son 81, de las cuales 43 personas se han encontrado en medias sepulturas, 37 en el Patio 1 de la fosa común norte y una en las tareas de indagación en la fosa común sur”, ha precisado el edil izquierdista.
“UN TRABAJO TREMENDO”
El arqueólogo municipal, Pepe Gener, ha abundado que el término ‘media sepultura’ es una denominación específica del cementerio gaditano, y está relacionado con el precio, ya que costaba la mitad de una sepultura individual al tratarse de enterramientos colectivos. Así, en cada media sepultura, “que es una fosa colectiva construida en la que se depositaban muchos cadáveres y en la mayoría de los casos los familiares no tenían constancia de donde estaban enterradas las víctimas hasta que no pasaba mucho tiempo”. “Es muy importante saber esto para evitar confusiones a la hora de querer dignificar un supuesto enterramiento en fosa”, ha recalcado.
Gener ha recordado que el inicio del proceso de recuperación de los cuerpos en las medias sepulturas parte de los trabajos relacionados con la sustracción de neonatos para adopción ilegal realizados por el Ayuntamiento (los casos de bebés robados durante el franquismo). Con motivo de esas tareas se empezó a sospechar que no todas las sepulturas fueron exhumadas en su totalidad, y se pudo comprobar que en algunas de estas sepulturas colectivas (medias sepulturas), bajo los enterramientos infantiles, se conservaban inhumaciones.
Así, ha destacado el volumen del trabajo realizado en las 20 medias sepulturas, “de las que no sólo han extraído 24 personas”. “Hemos exhumado con metodología arqueológica los siguientes individuos: 95 fetos y párvulos, 45 extremidades amputadas, y 84 individuos adultos, lo que da un total de 224 individuos, a lo que hay que sumar 15 osarios mezclados entre diferentes niveles”.
Es por ello que también ha agradecido “el trabajo tan tremendo” que ha realizado su equipo técnico, integrado por los arqueólogos Fátima Barreiro y Francisco José Moncayo, por el arqueólogo forense Enrique José Estévez, el historiador José Luis Gutiérrez Molina y el operario Luis Núñez.
“QUE TOMEN NOTA ODIADORES Y RENCOROSOS”
Por su lado, la Plataforma por la Memoria Histórica local, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, recordando que ha colaborado modestamente en esta actuación, quiere mostrar públicamente su satisfacción por los trabajos realizados durante estos tres últimos meses: “con ellos, esta ciudad es algo mejor a pesar del rancio olor que inunda el ambiente si sólo se fija en la cabecera decana y algunas redes sociales. Afortunadamente, Cádiz es mucho más que ellos”.
“Termina la quinta intervención en el cementerio en la que se han rescatado 24 de las 36 víctimas del golpismo que se buscaban. Una alegría que no ha sido completa porque, lamentablemente, entre los restos no encontrados figuraba algunos de los familiares de quienes habían reclamado su búsqueda. Un hecho que no por habitual deja de doler”, se añade.
En paralelo, se muestra satisfacción “porque nuestras campañas de difusión han ayudado a la localización de familiares de algunas de las víctimas. De esta manera hemos aportado un grano de arena en esta tarea de resaneamiento social”. Y en especial se resalta el equipo de ha trabajado sean arqueólogos, antropólogos o peones: “no sólo han demostrado una completa profesionalidad sino además la sensibilidad tan necesaria en este tipo de intervenciones. Un trabajo que han realizado, a diferencia de otros casos, en casi completo silencio público, muchos días en soledad y soportando embrollos burocráticos”.
Desde la plataforma memorialista se incide en que ahora toca avanzar hacia las últimas intervenciones en San José: el remate de la fosa norte y la intervención en la sur, “seguro que no hay tanto intervalo de tiempo como en ocasiones anteriores. Estamos llegando al final de un camino que cuando empezamos se adivinaba más tortuoso”.
“Podemos decir que estamos alcanzando nuestros últimos objetivos en lo que respecta a las exhumaciones. Que tomen nota odiadores y rencorosos profesionales y aficionados”, se sentencia.
Pero este colectivo (que en los últimos días ha denunciado actos vandálicos sobre placas que recuerdan a víctimas del franquismo en la ciudad) no acaba allí y hace la siguiente reflexión ante el ruido generado por la placa de Pemán y el nombre del estadio Carranza: “estamos en plena campaña de los campeones del rencor, el odio, la desmemoria y la censura, escrita y violenta, contra todo aquello que pueda poner en duda su victoria y las terribles consecuencias que ocasionaron y el papel que en ellas tuvieron determinadas figuras políticas e intelectuales. Días llevan con los ventiladores de la mierda en marcha, la Brunete mediática disparando a siniestro, la intelectualidad afín y los publicistas equidistantes soliviantados y, cuando ha hecho falta, han levantado el lápiz rojo y el martillo”.
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