Más de 1.200 víctimas son las que se cuentan en la fosa del cementerio de Ciudad Real, la más grande de la provincia y posiblemente de toda Castilla-La Mancha. Data de abril de 1939. El recinto ya ha sido parcialmente exhumado, y también dignificado, pero en los próximos Presupuestos Generales del Estado se contempla una partida para seguir adelante con la exhumación del lugar. Un proceso que no se hará sin dificultades, puesto que la intervención previa de la fosa propició que los restos que siguen ahí, estén envueltos en sacos. Miles de restos de víctimas de la guerra civil y la represión franquista.
Fue durante el primer Congreso de Memoria Democrática de la región celebrado hace unos días cuando el secretario de Estado, Fernando Martín López, anunció que se destinarán 275.000 para esta exhumación y también para otras gestiones del área en la región. Se hará a través del proyecto Mapas de Memoria, un espacio de investigación, creación e intervención social que busca generar conocimiento sobre el pasado reciente, que cuenta con el impulso económico de la Diputación de Ciudad Real. Será, de hecho, la Institución provincial la que reciba la partida desde el Gobierno de España, tal y como han confirmado desde la Vicepresidencia de Castilla-La Mancha. “La exhumación se va a financiar íntegramente por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática”, resaltaba en conversación con elDiarioclm.es, Francisco Alía, director del congreso y también del Plan Regional de Estudio sobre Memoria Democrática de Castilla-La Mancha.
Una identificación “complicadísima”
Desde el proyecto Mapas de Memoria se toman el anuncio con cautela, y aseguran que todavía debe concretarse. También señalan que la fosa “ya no es tal”, puesto que ya se registró una exhumación previa y lo que queda “se metió en sacos”. “Se trata de intervenir en ese osario para seguir adelante con la labor de antropología social de búsqueda de familiares. Pero la identificación sería complicadísima, es difícil hacer muestras de cinco mil restos de huesos”, recalca Julián López García, catedrático y director del Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos.
Esto supondrá también una mayor dificultad a la hora de devolver restos a las familias, pero sí se trabajará en “otro tipo de restitución”, como la devolución del conocimiento de todo lo que se pueda aprender de las víctimas de la represión que siguen enterradas en el osario. Son estos procesos los que se han hecho en las últimas exhumaciones en esta provincia, como las de Almagro, Manzanares o Almadén, todas financiadas con dinero público desde la reactivación de los presupuestos en este sentido. López reflexiona que antes de eso, también se había exhumado con dinero público la fosa situada en Fontanosa (Ciudad Real), que se abrió en 2006.
El proyecto Mapas de Memoria lleva más de quince años trabajando en la dignificación de las víctimas de la provincia de Ciudad Real, con un trabajo de hormiga que durante mucho tiempo no contó con ningún apoyo de presupuesto público. Ha sido gracias al trabajo de estos investigadores e investigadoras que se ha podido llegar al listado más completo de víctimas de la provincia, y que la sitúa como una de las más golpeadas por la represión.
Pero, además, López García resalta que antes no había, por ejemplo, equipos de antropólogos forenses y esto ha cambiado “radicalmente” desde la consolidación de Mapas de Memoria. “No sólo se ha activado todo el sector de la antropología social, sino también la manera de dialogar y conformar los equipos forenses”, resalta el catedrático. Entre ellos, los más importantes los de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el equipo de la Universidad Complutense de Madrid, que trabajó en la exhumación de la fosa de Almagro. “Seguimos con la investigación forense y valoramos la preocupación por la memoria histórica desde el ministerio, más aún con la ley que tenemos ahora”, concluye López García.
La fosa más grande de Ciudad Real
Unas 1220 personas yacen en la fosa del cementerio de Ciudad Real, o en lo que queda de ella. Como señala Julián García, ya ha sido exhumada en alguna ocasión. Su historia se remonta, en principio, a la muerte de Juan Llanos el 13 de abril de 1939 la que “inauguró” la fosa. Llanos venía de un “campo de concentración”, según se establece en el libro del cementerio. Pero la investigación de Mapas de Memoria señala que en realidad la “maquinaria represiva” se puso en marcha el 9 de abril, con el asesinato de Arturo Gómez-Lobo.
Este asesinato, señalan, “inauguraba simbólicamente” la limpieza ideológica con la que el franquismo instauraba su régimen. Y esto, debido a que Gómez-Lobo era uno de los fundadores de Izquierda Republicana en Ciudad Real y una figura “clave” del Frente Popular. La “limpieza ideológica” en la capital y la provincia fue numerosa, y se fusilaron a varias personalidades como el doctor Francisco Colás, director de El Pueblo Manchego; Benigno Cardeñoso, secretario provincial de la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) o Mariano Bartolomé Carrasco, militante de la JSU y director de Komosol. También miembros del Partido Comunista y alcaldes de la capital y de otros municipios.
No todas las víctimas que yacen en la fosa fueron asesinados por fusilamiento, de las que se cuentan casi mil, otras también lo hicieron por las condiciones de la prisión o por el garrote vil. Y todas se enterraron en distintas zonas del cementerio ciudadrealeño. “La deshumanización de las víctimas que comienza con la denigración en vida, continúa con la denigración en la muerte”, señalan desde Mapas de Memoria, pues a varios de ellos se les enterró junto a fetos o personas que se habían suicidado. “De esta manera a los cuerpos prematuros, incompletos y ”desgraciados“, se les añaden otros cuerpos que por ideología tampoco son considerados humanos: los cuerpos ”marxistas“”, describen desde el proyecto.
Fue en los años 80 cuando se abrió la fosa, y a partir de entonces se han realizado diferentes homenajes, con flores o pequeñas lápidas con fotografías.
El futuro de la memoria democrática en la región
Francisco Alía, director del Plan Regional de Estudio sobre Memoria Democrática de Castilla-La Mancha, resalta que el objetivo del primer Congreso de la materia se cumplió: aunar a los colectivos que trabajan en este sector para conocer su labor. Las asociaciones memorialistas pudieron hacer un balance de lo que se ha hecho en la comunidad autónoma desde 2007. Se presentaron las distintas actuaciones en Guadalajara, La Rosa, Alcaraz, Ciudad Real y las actuaciones a futuro, como otro proyecto de gran dimensión en una fosa de Manzanares, en la que se puede encontrar hasta un centenar de cuerpos.
Alía recuerda que el artículo 44 de la Ley de Memoria Democrática introduce el concepto en la educación, con los estudios de los valores de “libertad, justicia, democracia, reparación y no repetición”. Esto también se trató en el Congreso, así como el futuro de la línea estratégica del Plan regional, que ya ha puesto en marcha una página web y ha publicado cuatro libros. De hecho, el Plan va más adelante y participará en por primera vez en la exhumación de una fosa, en la localidad toledana de Tembleque. A la vez, también trabajan en la investigación para la exhumación de una fosa en La Roda (Albacete) y Pajaroncillo (Cuenca).
Culminar el mapa de fosas este año
Entre los objetivos para este año se encuentra culminar el mapa de fosas y víctimas regional. Alía señala que en el Congreso se ha presentado el balance de las 193 fosas localizadas, disponibles los datos del Gobierno de España.
Además, se quiere publicar un libro sobre este tema, “con muchas fotografías”, así como otro sobre la guerrilla antifranquista en la región. Igualmente, se planea establecer un convenio para que el alumnado del Grado de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha pueda trabajar en las exhumaciones como parte de su formación de prácticas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada