El equipo de la Asociación Sputnik Labrego deja sin exhumar los otros restos localizados al tratarse de un enterramiento convencional
Ponferrada
Concluyen los trabajos de exhumación de la víctima de la represión franquista localizada en el cementerio de Fuentesnuevas, una operación que comenzó el pasado mes de julio y que este fin de semana ya ha permitido determinar en un estudio preliminar el origen y la época de los restos hallados en el verano. En principio, el equipo de arqueólogos ha encontrado tres proyectiles de pistola y restos de pupas de insecto junto a uno de los restos óseos lo que, habitualmente, son indicios claros de que se ha producido una muerte violenta según ha explicado el responsable de la excavación, Alejandro Rodríguez.
Los otros restos óseos hallados extramuros durante las primera fase de la excavación no han llegado a exhumarse tras comprobar que no existe ningún rastro de muerte violenta y que puede tratarse de un enterramiento convencional que, por las distintas modificaciones sufridas por el cementerio, pudo quedar extramuros.
Ahora, se tomarán muestras del fémur y de varios molares en el laboratorio para proceder a la identificación del represaliado con las muestras facilitadas por algunos familiares de José Aira y Dositeo Vega, los dos hombres que, según las investigaciones de la asociación Sputnik Labrego, fueron fusilados en la tapia del cementerio de Fuentesnuevas. Será un período de tres meses para tener resultados mientras el colectivo seguirá adelante con los proyectos previstos en Ponferrada como el estudio sobre las fosas del cementerio del Carmen que se iniciarán a lo largo del primer semestre del próximo año
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