dimarts, 18 de juliol del 2023

Ya es hora de hablar de los verdugos franquistas, no sólo de las víctimas

 

https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/hora-hablar-verdugos-franquistas-solo-victimas-memoria-historica/20230715175911214462.html

Ampliando un poco el artículo anterior sobre el "Urge corregir una placa del 'claustro de la memoria democrática'" con el listado de científicos y científicas represaliados que pusieron el mismo día 6 de Julio, me he dado cuenta, que, si está incluido, (¡milagro!) Luis Calandre Ibáñez, pero no lo está Enrique Moles Ormella, el gran químico de la Junta para ampliación de Estudios. (1) Su nieta, Beatriz Moles Calandre, era mi prima, y no puede protestar. 

Hace poco, también se olvidaron, intencionadamente, de este gran científico republicano, cuando quitaron el nombre de Rocasolano, al edificio de Química-Física, y lo cambiaron por el de Blas Cabrera, cuando Moles también tenía suficientes méritos para que llevara su nombre. Ese mismo grupo de expertos del CSIC en memoria democrática, vuelve a repetir este error imperdonable, y no lo ponen en esa lista.

No sé qué está pasando en esa Colina de los Chopos, tanto en el CSIC, como en la Residencia de Estudiantes, pero no se informan bien, y no quieren asumir su origen franquista

Por todo ello, me uno a la Asociación de memoria histórica, que ha presentado un escrito a la presidenta del CSIC, el 10/7/2023, criticando que hablan de científicos represaliados, pero sin contar quien les represalió, y solicitando que se modifique la placa puesta en el claustro.

Tampoco he visto en ese listado de científicos represaliados, a Juan Negrín, que era director del Laboratorio de Fisiología de la JAE, y luego presidente del Gobierno. 

No sé qué está pasando en esa Colina de los Chopos, tanto en el CSIC, como en la Residencia de Estudiantes, pero no se informan bien, y por otro lado no quieren asumir su origen franquista. E insisto, la JAE no fue disuelta, ni "cerrada" en 1938, lo que se creó en 1937-38 fue el Instituto de España, desde el gobierno franquista de Burgos, y bajo el que se aglutinaron las ocho reales academias, que recuperaban lo de "reales" que había sido disueltas por Azaña, en septiembre de 1936. Tanto esas academias, como el Instituto de España, nacieron con el franquismo y siguen activas, y financiadas con cargo a los Presupuestos.