Los trabajos de exhumación en otra fosa de la localidad continúan y ayer se encontró otro cuerpo
El Ayuntamiento ha cedido dos nichos para que descansen “los que murieron luchando contra el fascismo”
Al son de la dolçaina y el tabal y rodeados de banderas republicanas, las cajas con los restos de nueve soldados exhumados en las fosas de Vistabella recorrieron este domingo las calles de este pequeño municipio de la provincia de Castellón hasta el cementerio municipal donde el consistorio de la localidad ha cedido dos nichos para que descansen en paz con la esperanza de encontrar, en un futuro, a sus familiares. Un emotivo homenaje en el que no faltaron albaes, una ofrenda floral y la lectura de diversos poemas.
Como explica el alcalde de la localidad, Jordi Alcon, a La Vanguardia, no se ha podido identificar los restos encontrados pese a las llamadas que desde el Centro de Estudios del Penyagolosa se han realizado e intensificado estos últimos días con la intención de localizar a posibles familiares de combatientes desaparecidos en el llamado Frente de Levante.
Se ha localizado al nieto de una de las posibles víctimas, pero falta que lo confirmen las pruebas de ADN
Solo, explica Antonio Giner, del citado centro de estudios, se puso en contacto con ellos el nieto de una de las posibles víctimas, al que sus familiares le contaron que “el abuelo había sido asesinado en Vistabella”. Las pruebas de ADN, es un proceso lento, confirmarán si se trata de uno de los guardias de asalto ejecutados por el bando franquista en esta localidad.
Explica el primer edil que es complicado localizar a los familiares, pues en las trincheras de Vistabella coincidieron soldados de distintas partes de España que trataban de evitar a la entrada del ejército nacional en València. “Tenemos documentadas 200 personas que murieron en Vistabella y, de momento, solo hemos encontrado el resto de nueve de ellas”.
Mientras explica estos datos, le llega al teléfono un mensaje del equipo técnico que trabajaba este lunes en una fosa del municipio; acababan de encontrar más huesos en la fosa del Tossal de l’Albagés. Tras una larga jornada de trabajo, Antonio Giner confirmó que se han encontrado los restos de “un cuerpo bastante completo” en una zona donde testimonios orales explican que familiares suyos se vieron obligados a enterar a dos personas tras la batalla. Hoy se buscará al otro.
Tenemos documentadas 200 personas que murieron en Vistabella y, de momento, solo hemos encontrado el resto de nueve de ellas
Los trabajos de exhumación se enmarcan en la celebración de las XIV Jornadas de Memoria Histórica de Vistabella del Maestrat que empezaron el pasado sábado con presentaciones de libros, exposiciones y charlas y que acabarán este martes con la visita guiada a las trincheras de la Serra de la Batalla y Mas del Boiro.
Relata Alcon como testimonios recogidos durante estos años explican que muchos de esos 200 republicanos muertos acabaron por rendirse y fueron fusilados por el bando enemigo, sin registrar antes sus nombres o ser juzgados, lo que dificulta todavía más la identificación de los restos hallados y que estos puedan ser cotejados con el ADN de posibles familiares.
Por ello, en la placa que se puso tras el cortejo fúnebre y que recuerda su presencia en el cementerio, no hay escrito ningún nombre, pero sí el recuerdo y homenaje “a la memoria de los nueve soldados de la República que murieron fusilados luchando contra el fascismo en Vistabella”.
Tal y como explican desde el Ayuntamiento, los combates por la defensa de Vistabella se produjeron el 2-3 de junio de 1938 y en ellos murieron en combate o fusilados, más de 200 soldados republicanos. “De los nueve cuerpos recuperados, uno corresponde a un soldado muerto en combate cerca del Mas de Marimón; otros dos fueron asesinados en el momento de enfrentarse a las tropas de la 3.ª Compañía del Tabor de Tetuán, a la llegada de estos en el Mas de los Arcos; los otros seis, pertenecientes a la Guardias de Asalto -una de las unidades que guarnecía Vistabella- fueron fusilados en el Mas del Collarín”.
Los cuerpos fueron recuperados en las campañas de exhumaciones llevadas a cabo entre 2020 y 2022 por la Asociación Científica ArqueoAntro con el apoyo del Centro de Estudios de Penyagolosa y el Grupo para la Investigación de la Memoria Histórica de Castelló.
Una reparación, más de 85 años después, que, como explica Giner, es muy necesaria para dar a conocer lo que paso y “más en los tiempos que ahora corren”.
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