En el corazón del cementerio tinerfeño yace un silencio cargado de historias que nunca se contaron y necesitan luz
En el corazón del cementerio de San Juan, en el municipio tinerfeño de La Laguna, yace un silencio cargado de historias que nunca se contaron, de vidas truncadas que aún claman por justicia y memoria. Allí, entre nichos y cipreses, el Gobierno de Canarias ha decidido iniciar un proyecto que busca arrojar luz sobre uno de los episodios más oscuros de nuestra historia: la desaparición forzada de los denominados “Once de San Juan”, un grupo de once personas desaparecidas durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura militar de Francisco Franco (1939-1975) en la isla.
Una medida que supone el quinto intento de sanar un dolor histórico porque los cuatro anteriores fracasaron. Y es que, a pesar del gran número de personas desaparecidas por los franquistas en la Isla –que se estima que en toda Canarias se calcula que fueron más de 2.000– aun no se ha conseguido encontrar en Tenerife ningún resto humano de aquella represión. Un escenario muy diferente al de otras islas como La Palma, con la exhumación de cuerpos en Fuencaliente, o Gran Canaria, con la apertura de los pozos de Arucas o Tenoya. Y eso que se ha buscado en diferentes lugares, como el Parque Nacional del Teide, la costa de Los Silos y el propio camposanto lagunero.
Los 'Once de San Juan' representan un símbolo del horror y la resistencia. Eran trabajadores, vecinos, padres, hijos; seres humanos que un día desaparecieron sin dejar rastro, víctimas de la maquinaria represiva que buscaba aniquilar cualquier disidencia. Su apodo proviene de su probable destino común: haber sido ejecutados y enterrados clandestinamente en este cementerio, en un intento de borrar su existencia y sus ideales.
Y es que las once personas desaparecidas tenían en común su una vinculación política definida y activa en torno a agrupaciones de izquierda, sobre todo socialistas, comunistas y anarquistas. Algo que venía marcado sobre todo por la Federación Obrera Lagunera, que era el sindicato mayoritario en torno al que se vincula todo el movimiento obrero. De hecho, los expertos apuntan que eran hombres, de entre 30 y 40 años, que coincidían a nivel laboral como panaderos o tabaqueros. Y lo más importante: personas con nombre y apellidos, con familias que aún les recuerdan y por las que todavía no se ha hecho justicia.
No se encuentran los restos, pero sus nombres vencen al tiempo
Estos son: Cecilio de Armas Fernández, Domingo Cruz Cabrera, Manuel Luis Figueredo Rojas, Domingo García Hernández, Saturnino González Rodríguez, Vicente Hormiga Mederos, Juan José Martín Escobar, Alfonso Martín Power, Alfredo Mederos Galán, Guetón Rodríguez de la Sierra Melo y Jacinto Silvera Peña. Hoy, décadas después de lo ocurrido, sus familias, sus descendientes y toda una comunidad que se resiste a olvidar esperan con esperanza que las herramientas de la ciencia y la voluntad política puedan responder las preguntas que han quedado suspendidas en el tiempo.
No es la primera vez que se busca restos de desaparecidos en este camposanto. En 2011, historiadores protagonizaron el primer intento donde la tradición oral situaba los restos de los Once de San Juan. En plena Guerra Civil, entre 1936 y 1937, los militares sublevados y sus seguidores fascistas asesinaron a once tinerfeños vinculados a partidos políticos y sindicatos de izquierdas. Se cree que los enterraron en una fosa. Sin embargo, los trabajos desarrollados entre febrero y marzo de 2011 no encontraron ningún resto.
Los resultados negativos de la última prospección arqueológica realizada en Tenerife se conocieron el pasado viernes. Se desarrolló en el Llano de Maja, en Las Cañadas del Teide, y contó con el respaldo del Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Orotava. Esta investigación partía de los numerosos testimonios que vinculan el Llano de Maja con la desaparición de personas durante los primeros momentos del golpe militar. Varios de esos testimonios apuntaban a la existencia de una fosa en la que se encontrarían los restos de figuras importantes como Carlos Schwartz, alcalde de Santa Cruz de Tenerife. No se halló ningún resto.
Ahora, de nuevo, la Consejería de Presidencia del Gobierno de Canarias, que dirige Nieves Lady Barreto, desarrollará dos proyectos en el cementerio de San Juan para fomentar la búsqueda, localización e identificación de las once personas desaparecidas. El primero es un proyecto de intervención arqueológica que tiene por objeto localizar los restos de los llamados 'Once de San Juan' será liderado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife (ARMHIT) y se fundamenta en la Ley de Memoria Histórica de 2007, que reconoce el derecho de las víctimas de la represión franquista y sus familias a recuperar y honrar la memoria de sus seres queridos.
El segundo corresponde a un proyecto de sondeo para la localización de represaliados de la Guerra Civil en Tenerife en dicho cementerio. Esta iniciativa nace de la necesidad de seguir investigando hechos que acontecieron durante la Guerra Civil y el régimen franquista en Canarias, ya que diversas fuentes históricas y testimonios orales apuntan a múltiples localizaciones en Tenerife donde podrían hallarse restos de represaliados.
Ambos proyectos, que se ejecutan desde la Viceconsejería de Justicia y Seguridad, se encuadran dentro de la línea 1 de la dotación prevista por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática –un total de 32.000 euros– como transferencias a las Comunidades Autónomas y a las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla con el fin de realizar tareas de búsqueda, identificación y
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