dissabte, 6 de novembre del 2021

Sobrevive franquismo en oligopolios españoles.

https://eldiariodecoahuila.com.mx/2021/10/31/sobrevive-franquismo-en-oligopolios-espanoles/ 


En empresas como Iberdrola y Naturgy que siguen creciendo a nivel internacional

Los dos grandes buques del oligopolio eléctrico español, Iberdrola Naturgy, sus campañas publicitarias de generación de “energías verdes” y su expansión internacional, han formado parte de la imagen del país, la Marca España, tanto como el turismo de sol y playa, la selección de futbol, deportistas como Rafa Nadal, el flamenco o las tapas; sin embargo, hay una parte de su historia que suele permanecer oculta.

Se trata de la cercanía que los antiguos propietarios con apellidos de rancio abolengo, mantuvieron con el régimen del dictador Francisco Franco, financiando el golpe de Estado de 1936 y la guerra civil (1936-1939), y luego formaron parte de la oligarquía empresarial del régimen.

Aunque es obvio que ambas multinacionales son producto de posteriores fusiones de diversas sociedades, los mandamases de las compañías eléctricas de origen —apellidos como Oriol y Urquijo y Barrié de la Maza— financiaron y participaron activamente en la sublevación del bando fascista contra la segunda república, y luego lucraron con la represión y el modelo autárquico que impuso el dictador.

No son las únicas compañías con historias similares, aunque algunas de otros giros económicos: Abengoa, Acciona, OHL, ACS y más.

Fueron consentidas

“Al día de hoy, estas compañías que en su origen recibieron muchos beneficios por su cercanía al régimen fascista, siguen sin reparar a las víctimas en España, como sucedió con las empresas beneficiadas por la Alemania nazi”, explica en entrevista Antonio Maestre, autor del libro ‘Franquismo S.A.’ (ediciones Akal, 2019), en el que documenta con amplitud esas redes de complicidad.

En su opinión, el hilo negro que permitió la construcción de esas oligarquías fue “el cobijo del régimen al statu quo de privilegios de los grandes núcleos de decisión de las familias de ámbito más conservador y afines al movimiento (franquista)”.

La clave, recuerda, está en el discurso que Franco pronunció en Lugo el 20 de agosto de 1942, tres años después de terminada la guerra civil, donde deja en claro: “Nuestra cruzada es la única lucha en que los ricos que fueron a la guerra salieron más ricos”. Ese proceso, explica el entrevistado, “tenía como uno de sus motivos fundamentales preservar el patrimonio de las clases altas y asegurar el sistema para que las riquezas estuvieran a salvo y poder engordarlas”.

Por eso, Maestre no duda al afirmar que “el golpe de Estado del 36 fue una especie de acto fundacional del capitalismo español presente”. La razón es que “esa oligarquía empresarial no tuvo problemas para adaptarse en el periodo democrático, porque nunca fue puesta en duda la legitimidad del patrimonio que habían logrado y, por supuesto, no se sintieron constreñidos ni estuvo en riesgo su poder, a pesar de que en muchos casos era ilegítimo y producto de la represión”.

Iberdrola: los años oscuros

“Iberdrola es una de las grandes empresas españolas —quizá el referente de las hidroeléctricas— que se construyeron gracias a las relaciones de sus dirigentes con el franquismo, y siendo partícipes en algunos casos, de manos de sus presidentes, de la represión directa que ayudó a que las empresas de las que bebió el gigante eléctrico español crecieran de manera exponencial hasta convertirse en nuestros días en una de las cinco empresas más importantes del sector en el ámbito mundial”, escribe Maestre.

Iberdrola nació de la fusión en 1992 de Hidroeléctrica Española (Hidrola) e Iberduero (propiedad de Pedro Careaga), empresa que a su vez surgió de la integración de Saltos del Duero e Hidroeléctrica Ibérica.

Pero es la familia Oriol y Urquijo, ligada a los núcleos más influyentes de la política, la economía y los sectores más integristas de la Iglesia católica, la que vertebró la colaboración con el régimen. No sólo “financiaron el golpe de Estado y contrabandearon armas para las milicias sublevadas, participaron de la corrupción, la evasión fiscal, formaron el lobby religioso en la educación y ayudaron a la implantación de los Legionarios de Cristo en España”, explica.

Hidrola estuvo presidida en dos periodos por José Luis de Oriol y Urigüen (1909-11 y 1937-41), un empresario ligado a la Comunión Tradicionalista, que era la influyente corriente carlista de raigambre ultracatólica, y luego perteneció a la Falange, partido único de corte fascista y a su brazo paramilitar.