dissabte, 6 de novembre del 2021

La primera fase de la búsqueda de enterramientos franquistas en Badajoz, sin conclusiones determinantes.

https://www.eldiario.es/extremadura/sociedad/primera-fase-busqueda-enterramientos-franquistas-badajoz-conclusiones-determinantes_1_8450169.html 


Restos localizados ahora en el cementerio Badajoz


Los trabajos de la primera fase para localizar enterramientos de víctimas de la represión franquista en el cementerio de Badajoz han terminado sin conclusiones claras debido a la cantidad de capas de sepulturas encontradas, tanto en tierra como en ataúdes, la profundidad a excavar, y las transformaciones habidas en esa zona del camposanto en los 85 años transcurridos, ha informado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex) que está realizando ese proyecto.

Los resultados preliminares de esta intervención no permiten descartar ni confirmar la presencia de los enterramientos asociados a las víctimas en la zona estudiada, pues para ello sería necesario el levantamiento de algunos de los depósitos óseos e inhumaciones hallados para poder, en primer lugar, practicarles un análisis antropológico forense completo y, por otro lado, examinar el terreno por debajo de los mismos y determinar de manera definitiva si en estas zonas sondeadas se hallan, afirma la asociación.

El área de intervención se ha ceñido a una concreta zona dentro del Departamento 4 del citado Cementerio de San Juan de Badajoz, en parte dentro del espacio del actual de homenaje de las víctimas de la Guerra Civil y posterior dictadura, que actualmente constituye una zona ajardinada sin enterramientos señalizados, en la cual se construyó por parte del Ayuntamiento de Badajoz en 1986 el monumento memorial que ocupa una posición central; se han realizado 4 sondeos o catas.

Los objetivos del proyecto se han centrado en dos cuestiones fundamentales: en primer lugar, hacer una revisión completa del libro de enterramientos del cementerio entre los años 1936 y 1949, y otros documentos custodiados en el Archivo Municipal, con el ánimo de encontrar datos más precisos sobre la ubicación de los enterramientos, como así ha sucedido; y en segundo lugar, analizar con metodología arqueológica diferentes puntos del Departamento 4 para conocer la estratigrafía del subsuelo y determinar los usos a los que ha sido destinado el terreno a lo largo del tiempo, determinando la presencia o ausencia de evidencias relacionadas con el enterramiento de las víctimas, continúa Armhex en su informe.

La intervención arqueológica ha consistido en la realización de varios sondeos o catas, por medios mecánicos y manuales, gracias a los cuales se han investigado otros tantos puntos del Departamento 4, lugar donde las fuentes escritas y orales consultadas ubican algunos de los enterramientos individuales y colectivos de este período. Las dimensiones, orientación y profundidad de los sondeos han estado condicionadas por la naturaleza de las actividades humanas identificadas en ellos, por las propias características del terreno, así como por tratar de causar el mínimo impacto posible a las zonas ajardinadas y construidas. Los trabajos arqueológicos han venido apoyados por el análisis antropológico in situ de los restos humanos que se han localizado, con el objetivo de identificar posibles signos de muerte violenta y corroborar si podían corresponderse con los cuerpos de las víctimas.

La intervención ha sido "particularmente compleja" al tratarse de un terreno que ha sufrido importantes modificaciones y cambios de uso a lo largo del tiempo (ochenta y cinco años), que han alterado la fisonomía de la zona, al tiempo que han eliminado las referencias espaciales que existían de los enterramientos de las víctimas que se hallan registradas en el libro del cementerio. Ello viene a unirse a la dificultad inherente de tratar de localizar a un gran número de víctimas, producidas a lo largo de un proceso represivo muy dilatado en el tiempo (desde 1936 hasta 1949), a lo largo del cual el patrón de asesinato y enterramiento fue variando mucho.

En todo este sector del cementerio han podido constatar el recrecido del terreno mediante el aporte de tierras, en algunos puntos de gran potencia, para su nivelación previa al ajardinamiento y construcción del Memorial en recuerdo de las víctimas. Bajo estos recrecidos, en los cuatro sondeos efectuados se ha constatado la existencia de importantes depósitos de restos óseos humanos en posición secundaria.

No obstante, para poder determinar con plena fiabilidad si tienen alguna relación con las víctimas de la represión franquista, sería necesaria una nueva intervención en una segunda fase en la que se procediera a la excavación y documentación completa de los contextos funerarios localizados y, en determinados casos, a su exhumación, lo que permitiría su estudio forense en laboratorio. Toda vez que se tiene constancia, sobre la base de la documentación escrita, de que algunas de las víctimas sobre todo las procedentes de los consejos de guerra, fueron enterradas en ataúdes, por lo que no se puede descartar a priori su posible relación con las tumbas identificadas. Por otro lado, en relación a los depósitos secundarios, tampoco se puede descartar por el momento que algunos de los restos que contienen puedan pertenecer a víctimas de la represión, puesto que sólo se han documentado de manera superficial y desconocemos, en la mayoría de casos, la potencia total que tienen.

Todo ello partiendo de la base de que, dado el tiempo transcurrido desde los hechos y las numerosas reformas efectuadas en el cementerio a lo largo del tiempo, es factible que algunas de las fosas comunes donde se enterró a las víctimas pudieran ser afectadas y removidas posteriormente por la realización de nuevas sepulturas u obras para acometida de diferentes servicios del cementerio.

Por lo tanto, los resultados de esta intervención no permiten descartar ni confirmar la presencia de los enterramientos asociados a las víctimas en la zona estudiada, pues para ello sería ineludible el levantamiento de algunos de estos depósitos óseos e inhumaciones para poder, en primer lugar, practicarles un análisis antropológico forense completo y, por otro lado, examinar el terreno por debajo de los mismos y determinar de manera definitiva si en estas zonas sondeadas se hallan las fosas de la represión a las que alude la documentación escrita conservada.


https://www.hoy.es/badajoz/sola-fosa-comun-20211106135750-nt.html

«No hay una sola fosa común, hay varias repartidas por todo el cementerio viejo de Badajoz»

La investigación para localizar a las víctimas del franquismo revela que hay depósitos en los cuatros departamentos antiguos del camposanto

Miriam F. Rua
MIRIAM F. RUABadajoz

La primera fase de los trabajos para localizar a las víctimas del franquismo en el cementerio viejo de Badajoz ha revelado que no hay una única fosa común, sino varios depósitos repartidos por los cuatro departamentos más antiguos (del 1 al 4), previo a la ampliación del camposanto de San Juan.

Lo corrobora la arqueóloga Silvia Herrero, que ha estado al frente de unos trabajos desarrollados durante todo el mes de octubre: «No hay una fosa común como tal, sino múltiples enterramientos tanto individuales como colectivos repartidos por todo el cementerio». Dado que en Badajoz la represión comenzó en agosto de 1936 y acabó en 1949, Herrero argumenta que «no se puede mantener una misma fosa abierta durante tantos años». 

Esta certeza ha tenido respaldo documental durante la parte de documentación asociada a las cuatro catas que se han hecho en el departamento 4, donde se creía hasta ahora que se habían sepultado a las víctimas del franquismo. En el libro de enterramientos del cementerio que la historiadora Ana María Silva ha localizado en el Archivo Municipal aparecen registradas víctimas de la represión franquista en los departamentos primero, segundo, tercero y cuarto, enterradas en fosas comunes, sepulturas y nichos.

Silva no quiere dar aún una cifra exacta de cuántas fosas aparecen en el citado libro de registro a la espera de analizar más pormenorizadamente los datos que ha recogido, pero apunta a que el grueso está en el departamento cuatro, donde hay referencias de hasta ocho fosas.

El registro de víctimas documentadas incluye fundamentalmente a los condenados a la pena capital por los consejos de guerra, que fueron fusilados a partir de 1937, explica Silva, en el campo de tiro de la cañada real de Sancha Brava. «El Ayuntamiento mandaba un camión para recoger los cadáveres y los enterraban en diferentes depósitos del cementerio de San Juan». Se registraban por fosas, ordenados por el piso, la fila y el número de enterramiento. «Según esto, imaginamos que se trata de zanjas muy profundas y con los cuerpos apilados, pero hasta que no se excaven no sabremos si esta organización servía a efectos únicamente del registro o no».

En los enterramientos irregulares hay personas no solo de Badajoz y la provincia, también de Cáceres, Jaén o Ciudad Real

Por las fechas, de momento no han encontrado un patrón de enterramiento entre las diferentes fosas. «Estamos intentando determinar si hay una secuencia lógica, pero a simple vista parece que no, que desde el primer momento se están usando diferentes depósitos», explica la arqueóloga.

Además de las fosas, en el registro aparecen víctimas enterradas en sepulturas sin identificar y en nichos con nombre. En este último caso, se trata de familias a las que se les permitió enterrar a su familiar. «Es el caso –ilustra Silva– del exalcalde Eladio López Alegría, fusilado el 16 de septiembre de 1936, que tiene un nicho con su nombre en el cementerio». Los nichos no son objetos de investigación porque, recuerda Herrero, «en estos casos han recibido una sepultura digna, que es lo que buscamos con las víctimas que están en enterramientos irregulares».

«Faltan nombres»

En el libro de registro del cementerio viejo también se ha descubierto que, entre las víctimas que están en fosas comunes no solo hay personas de Badajoz y la provincia, también de Cáceres, Jaén o Ciudad Real. «Eran personas que tras pasar por los consejos de guerra, los enviaban a la prisión de Badajoz y eran ejecutados y enterrados aquí».

Pese a que, como califica Silva, el libro de enterramientos «es un tesoro para esta investigación», lo cierto es que cruzando estos datos con los del registro civil la cifra de víctimas es inferior. «Hay nombres que están en el registro civil y no aparecen en el libro de enterramientos, sobre todo entre los días 14 y 18 de agosto, los que coinciden con los fusilamientos masivos».

«CON TANTOS LUGARES Y VÍCTIMAS, SE NECESITA FINANCIACIÓN CONTINUA»