Se buscaban los cuerpos de cuatro vecinos de Moncofa y ya se han encontrado seis cadáveres que los investigadores creen que pertenecen a soldados fusilados en el campo de concentración de la localidad
En el año 1969, un taxista de Barcelona que realizaba un servicio reconoció la procedencia geográfica de una familia por su acento. ¿De dónde sois?, les preguntó. De Moncofa, respondieron. Fue entonces cuando les explicó que él, durante el franquismo, había estado recluido en el campo de concentración de esta localidad costera de la provincia de Castellón y que, una noche, le obligaron a conducir una furgoneta con cuatro prisioneros hasta un campo de la localidad vecina de Nules. Allí, los ejecutaron sin juicio previo.
La historia la cuenta Juan Luis Porcar, investigador y miembro del Grup per la Recerca de la Memoria Històrica de Castelló, que ahora supervisa los trabajos en una fosa conocida popularmente como la fosa del chófer, dado que la pista de este taxista de Barcelona -unida a los testimonios orales de vecinos de Nules- ayudaron a localizar el posible lugar donde, al menos cuatro cuerpos, fueron enterrados.
Desde hace unas semanas los arqueólogos han empezado a excavar en la zona, en un proyecto, explica Porcar, que no ha sido nada sencillo. De hecho, cuenta como, tras tener casi firmado el convenio con la Diputación de Castellón -con toda la documentación ya presentada-, la nueva corporación provincial surgida de las elecciones municipales del 28-M, optó por no otorgar subvención alguna. Un golpe duro, explica Miquel Mezquida, arqueólogo y director del proyecto que trabaja desde 2020 por conocer que sucedió en este campo entre los términos municipales de Nules y de Moncofa.
Con los trabajos previos ya realizados, la entidad memorialística, sin el apoyo económico de la Diputación, tiró de recursos propios y de donaciones privadas para alquilar una retroexcavadora y llevar a cabo la exhumación. Sin embargo, pasaban los días, se agotaba el dinero y la búsqueda resultaba infructuosa.
Contratiempo
Los trabajos corren a cuenta de una entidad memorialista pues la nueva Diputación de Castellón optó por no firmar el convenio pactado por la anterior corporación
“Habíamos perdido la esperanza”, explica a La Vanguardia Francisco Canós, que busca a uno de sus tíos en esta fosa. Dos hermanos de su madre fueron fusilados durante los primeros años de la posguerra. A uno, lo tenía localizado en Castellón, donde fue ejecutado tras un juicio rápido, pero el otro no lo conseguían localizar hasta dar con la pista de la fosa de Nules/Moncofa donde, además de su tío Manuel Arnau Canós, se espera que estén Amadeo Martí Vila, Esteban Alavés Millán y José Belloti Palmer.
Como explica Porcar, los cuatro fueron víctimas de la llamada represión extrajudicial “típica de los primeros días de la posguerra, cuando el aparato franquista todavía no estaba instalado y, sin juicio alguno, se sacaban a determinadas personas y se les fusilaba”. Francisco Canós cuenta que a él le contaron que a su tío lo sacaron una noche del campo de concentración, le pegaron una paliza y le obligaron a cavar su propia tumba antes de matarlo.
Los trabajos empezaron en septiembre, pero pasaban los días y las semanas y no encontraban los restos. Cuando ya se pensaban que no encontrarían los cuerpos, narran Porcar y Canós a este periódico, la semana pasada encontraron los primeros huesos en una esquina de la parcela donde trabajaban.
La sorpresa ha sido esta misma semana cuando han encontrado más restos sumando un total de seis cuerpos. Esta circunstancia ha hecho que Francisco Canós dude si los huesos son efectivamente de su tío, pues no fueron solo los cuatro que buscaban los que perdieron la vida en este campo entre las localidades de Nules y Moncofa.
Hallazgo
Se esperaba encontrar cuatro cuerpos y ya se han encontrado seis
La razón la explica el investigador del grupo de búsqueda que señala que, si bien los cuerpos buscados eran los de la gente del pueblo, habría otros procedentes de otras localidades que fueron capturados y llevados al campo de detención y de ahí, ajusticiados y enterrados en la fosa del chófer.
Mezquida comparte esta tesis. "Ya cuando empezamos a excavar un historiador local se nos acercó y pronosticó que encontraríamos más de cuatro cuerpos", relata. Así, la semana pasada encontraron cuatro y esta última semana dos más. Explica el miembro de la asociación científica ArqueoAntro, que el campo de concentración de Moncofa estuvo en marcha tres semanas, por lo que lo más previsible es que puedan aparecer más restos de soldados de otras zonas de España que se rindieron en el frente de Levante y que nadie ha reclamado hasta ahora.
Por ello, se hace necesario ahora el análisis de los restos de ADN. Cuenta Mezquida que se pueden hacer algunas aproximaciones examinando la edad biológica de los restos, pero que si todos son de edades parecidas, sería complicado conocer las identidades sin un análisis de ADN. Este análisis genético, lamenta el director de la exhumación, estaba incluido en el convenio que se iba a firmar con la Diputación de Castellón.
Sin embargo, avisa Porcar, tras los gastos de la exhumación ya no hay más dinero, por lo que piden el apoyo de la ciudadanía a través de su campaña de donaciones o la participación de las instituciones públicas para terminar un trabajo que, solo por el empecinamiento de familiares y entidades memorialistas, ha podido ver la luz.
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