La organización, pionera en la exhumación de fosas de represaliados en la Guerra Civil, acusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid de rendir homenaje a las víctimas del holocausto nazi pero negar el reconocimiento a las del franquismo.
Nuevo movimiento político peliagudo de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso se desplazaba a Cracovia (Polonia) para participar en la reunión anual en recuerdo del Holocausto. En un momento en el que las víctimas civiles palestinas del ejército israelí en Gaza ya suman 25.000 personas —en su mayoría mujeres y niños, según la ONU—, un desmesurado número al que habría que sumar cientos más en la Cisjordania ocupada y los territorios colindantes al Estado israelí, donde viven los refugiados palestinos, Ayuso realizó un discurso en el que compró uno por uno el imaginario comunicativo creado por el sionismo israelí.
Con frases como que el trato que se les está dispensando a Israel y al pueblo judío es “inaceptable”, —con un clásico del argumentario sionista incluido al intentar unir sionismo con judaísmo—, y sin mención alguna al exterminio de palestinos que está provocando Israel, Ayuso terminó su intervención con la frase: “Que aquello que sucedió no tan lejos, no hace tanto, no vuelva a repetirse”.
En España, además de la ola de críticas por el enésimo desprecio de un dirigente del PP al genocidio que está perpetrando Israel en Palestina, es en materia de memoria donde el acto y las palabras de la presidenta han causado un nuevo malestar.
Si Ayuso daba a conocer su presencia en Auschwitz con un mensaje en redes en el que se leía “No hace tanto ni tan lejos se cometieron los más graves delitos contra la humanidad”, desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), pionera en localización y exhumación de víctimas de la represión franquista en la Guerra Civil, le han espetado: “Quienes redactaron la Declaración de Derechos Humanos incluyeron la palabra universal porque eran conscientes de que su universalidad era uno de sus valores principales. Por eso, consideramos que es una buena ocasión para recordarle que esa universalidad sirve en Auschwitz o para el edificio de la presidencia de la Comunidad de Madrid que fue durante la dictadura franquista, la sede de la Dirección General de Seguridad”.
MEMORIA HISTÓRICAMadrid, ciudad que no recuerda
El colectivo ha recordado a Ayuso que en los sótanos de la actual sede de su Gobierno, previamente centro neurálgico del aparato represor franquista, miles de personas fueron torturadas por el mero hecho de ser homosexuales, militantes de partidos políticos, estudiantes o disidentes políticos. Maltratos y torturas fueron el pan de cada día tras las detenciones ilegales realizadas por el aparato del régimen en un espacio que, lejos de estar musealizado, ni siquiera es reconocido como un espacio de memoria que honre a quienes allí sufrieron y murieron.
Oportunismo
El presidente de la ARMH, Emilio Silva, ha expuesto este martes sobre Ayuso que “si su viaje a Auschwitz no fue simplemente oportunista, la presidenta de Madrid tiene el deber moral de reconocer a las víctimas del franquismo y decir desde su despacho, como escribió ayer, que no hace tanto ni tan lejos se cometieron los más graves delitos contra la humanidad en el mismo edificio en el que ella ejerce sus funciones, porque la primera victoria del nazismo en Europa fue que Hitler ayudase a Franco a conquistar violentamente el poder”.
El colectivo ha entregado un escrito a la Consejería de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid en el que pide a la Administración regional madrileña “que deje de ocultar la historia de la represión franquista y se coloque una placa en la fachada de la Real Casa de Correos, sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, que recuerde a las personas que allí fueron torturadas, que denuncie hechos tan graves y que reconozca a los hombres y mujeres que lucharon y se esforzaron para que quienes desde 1983 ocupan el despacho de la presidencia de la Comunidad de Madrid hayan llegado al puesto como consecuencia del resultado de unas elecciones democráticas y no por la designación de quienes tomaron el poder violentamente mediante un golpe de Estado y llevaban a cabo los nombramiento a partir de la voluntad de un dictador”.
Al respecto, en un paralelismo claro con el nazismo que ha condenado Ayuso en Polonia, desde la ARMH señalan que “el sufrimiento de todas esas personas debe servirle a la sociedad para recordar el daño y el terror que causó la dictadura franquista su conquista violenta del poder”. “Hechos tan graves y tan aleccionadores de lo que no se debe repetir deben ser reconocidos públicamente”, añaden.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada