dilluns, 26 de gener del 2009

Espionatge al PP de Madrid: L'Aguirregate i Los hombres de Paco. 25/01/2009.


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EDITORIAL: 'Espías autonómicos'

La presidenta Aguirre debe una explicación sobre quién y para qué se ha ordenado el espionaje
26/01/2009

La Comunidad de Madrid cuenta con un servicio de espionaje ilegal, nutrido con dinero público y dirigido desde despachos oficiales, que ha sometido a seguimientos, fotografiado y convertido en objeto de informes a varias personalidades políticas madrileñas, tanto del Ayuntamiento de la capital como del Ejecutivo autónomo, todas pertenecientes al Partido Popular. Éste es el núcleo indiscutible de los hechos, corroborados por abundante documentación, testimonios de personas espiadas e incluso confusas explicaciones de algunos sospechosos de haber espiado. Alguien a muy alto nivel en la Comunidad, uno o varios responsables políticos, viene utilizando métodos propios de dictaduras totalitarias para resolver contenciosos políticos o económicos, en flagrante vulneración de los principios constitucionales y atentando contra los derechos fundamentales.

Mucha tinta ha corrido sobre las divergencias y rivalidades entre las dos fracciones que dividen a los populares madrileños, y de la guerra entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. También sobre la crisis abierta en Caja Madrid, desde que la presidenta de la Comunidad expresó sus deseos de revelar al actual presidente, Miguel Blesa. Pero ni la batalla por el poder en Madrid ni la crisis de la entidad de ahorro deben contar en lo más apremiante de este caso, que es conocer en todos sus detalles hasta dónde ha llegado la vulneración de derechos y libertades y quiénes son los responsables dentro de la Administración de estas actividades ilegales indignas de una democracia.

Lo único que ha reconocido hasta ahora el consejero de presidencia Francisco Granados es que su Gobierno ha encargado a ex policías y guardias civiles labores de contravigilancia y seguridad de edificios. Pero hay constancia y testigos de que, además, bajo su responsabilidad se realizaron pesquisas sobre la corrupción municipal en Ciempozuelos, las mafias de las discotecas o la trama policial de Coslada, todas ellas fuera de sus competencias, algo que permite conjeturar que las redes de espionaje forman parte de una actividad más amplia a cargo de una o varias células a las órdenes de una o más consejerías.

Muchos han venido despachando con chistes, a veces de fondo condescendiente, sobre unos falsos servicios de inteligencia comparables a ridículos personajes del cine o del cómic. Los hechos hasta ahora acreditados por las investigaciones publicadas por EL PAÍS no admiten broma alguna, y aún menos maniobras para desviar la atención, como las declaraciones de Esperanza Aguirre que cargan la culpa del espionaje sobre quienes lo están contando o quienes puedan obtener beneficios indirectos de las peleas internas entre los populares, hasta llegar a la asombrosa teoría de un montaje destinado a desviar la atención ante la pésima situación económica que traviesa España.

Estamos ante un caso muy serio, en el que hay que aclarar el exacto organigrama del equipo o equipos de espías; la cadena de mando entre quienes han tomado la decisión de realizar estas actividades ilegales, han dispuesto de dinero público para efectuarlas y han dado las órdenes concretas y los agentes que las han efectuado; y finalmente el establecimiento de las responsabilidades políticas en las que ha incurrido el Gobierno de la Comunidad, empezando por su presidenta, el vicepresidente, y siguiendo por el consejero bajo cuyo organigrama se presume que han actuado quienes han organizado esta actividad tan despreciable. La falta de un cuadro completo no significa que no haya caso o que nada tenga que ver la Comunidad, como se han hartado de repetir los máximos responsables de su Gobierno, al igual que la inexistencia del arma humeante no constituye prueba de que no se haya cometido un asesinato por bala cuando hay cadáver y hay herida mortal que lo demuestran.
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JESÚS MARAÑA

Ni Gallardón es el príncipe azul ni Aguirre la bruja.

Lo que se esconde detrás del ‘Aguirregate’

25 Ene 2009 23:42

Hasta el momento, ni el PP ni el PSOE han derrochado imaginación a la hora de responder al rosario de pruebas y testimonios sobre la trama de espionaje urdida (con dinero público) en los más altos despachos o en las alcantarillas de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre vaticina que “todo acabará en nada” y habla de “campaña orquestada”. María Dolores Cospedal, secretaria general del partido y encargada de la investigación interna, ha hecho unas cuantas llamadas, las suficientes para exculpar por adelantado a Aguirre, su ex jefa y madrina política. Rajoy se compromete a que “pase lo que pase”, el PP saldrá más unido de este carajal. Alfredo Pérez Rubalcaba califica lo ocurrido como una aventura “de Mortadelo y Filemón”, mientras el máximo responsable del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, ha desaparecido una semana, en lugar de cumplir su obligación de exigir que se aclare hasta la última línea de esta novela negra.


Pues no. La punta del iceberg del Aguirregate no es un serial de viñetas de Mortadelo y Filemón y haría muy mal el PSOE en limitar las consecuencias a un episodio más de las habituales puñaladas políticas entre Esperanza Aguirre, cabeza y cartel del liberalismo humanista de Hayeck, y Alberto Ruiz-Gallardón, presunto rostro moderno y progresista de la derecha. Es verdad que todo responsable de Interior, ya sea en un Gobierno central o autonómico, termina teniendo cara de ministro del Interior. Hasta Belloch pasó de dibujar un perfil de El Greco a disfrutar como un mono loco con la información privilegiada que facilitan policías, espías y detectives. La información es poder. Los dos periodistas que desvelaron el Watergate recibieron un consejo diáfano de uno de sus jefes: “Si conseguís tener a alguien agarrado por los cojones, tendréis su corazón y su cerebro”. No son ni uno ni dos ni tres los políticos que en estos momentos se sienten agarrados por sus partes, e intentan por todos los medios desviar el vendaval para no ver finiquitadas sus carreras políticas.

El vicepresidente mintió
A fecha de hoy, al menos hay dos asuntos graves perfectamente demostrados. Por una parte, varios altos cargos del PP madrileño han sido espiados, fotografiados en viajes privados y sometidos a seguimientos diarios. Por otra, uno de los espiados, el vicepresidente y mano derecha de Aguirre, Ignacio González, ha mentido. Dijo que apenas conocía a Enrique Sánchez, empresario a quien acompañó en un viaje a Suráfrica: “No es amigo mío ni le adjudiqué nada”. Público ha demostrado ya, con el boletín oficial de la Comunidad de Madrid en la mano, que la empresa de seguridad de Enrique Sánchez recibió una adjudicación multimillonaria del Canal de Isabel II, presidido a su vez por el propio Ignacio González. A él le toca, además, explicar por qué pagó “en metálico” los 8.000 euros que costaba el viaje.

El común de los mortales no suele abonar tal cantidad en metálico (en la hipótesis de disponer de ella) si no es a punta de pistola. Por mucho menos que eso, en el país más admirado (después del Reino Unido) por la liberalísima Esperanza Aguirre, dimiten de sus cargos gobernadores, secretarios de Estado y hasta presidentes. Un político, en democracia, puede hacer casi de todo, menos robar y mentir. Ignacio González ya ha hecho lo segundo, y tiene el cuajo de responder aplicando las dos máximas del refranero que más daño hacen a un régimen democrático: “La mejor defensa es un buen ataque” y “El que resiste gana”.

Adjudicaciones y maletines
Pues no. Ni el más ingenuo de los contribuyentes puede tragarse que esta trama de espionaje tenga como único trasfondo una pelea de poder interno en el PP. Cuesta creer en la casualidad de que la bomba estalle cuando distintas familias políticas de la derecha juegan al Monopoly con Caja Madrid, la cuarta entidad financiera de España. Y cuesta todavía más no relacionar esta maraña con la red que durante décadas ha marcado una forma de tomar decisiones políticas: la que unía a empresarios y administraciones públicas por medio de concesiones, adjudicaciones, comisiones, maletines… y por ahí hasta llegar a la palabra prohibida: corrupción.

La presunción de inocencia limita al norte con los datos objetivos y con el sentido común. Es hora ya de analizar en detalle la finísima frontera que separa a un Gobierno autonómico que presume de todas las esencias del liberalismo de la de una tropa de políticos sensibles a la tentación totalitaria de manejar a su antojo concursos públicos, adjudicaciones millonarias, medios de comunicación y privatizaciones, que colocan el Estado del Bienestar al borde del precipicio. Si Rajoy ambiciona algún futuro no condicionado exclusivamente a que el paro ahogue a Zapatero, más le valdría levantar las alfombras del PP de Madrid, donde ni Gallardón es el príncipe azul ni Aguirre la bruja, sino más bien dos polos que se necesitan mutuamente para que la batería no se descargue. Y si el PSOE madrileño quiere dejar de ser el verso libre que ha sido desde los tiempos de Pablo Iglesias, ya puede Tomás Gómez despertar de esa siesta infinita. Madrid puede ser el rompeolas de todas las Españas, pero no Sicilia.
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El equipo de espías requisó un 'dossier' contra Granados

FRANCISCO MERCADO -


El informe era sobre el patrimonio del consejero de Interior y su esposa, según un dirigente regional

El espionaje desde dentro. Un dossier con información supuestamente comprometedora para el consejero de Interior y secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, circulaba por dependencias de la propia Comunidad de Madrid, según sostienen altos cargos del Ejecutivo regional. Granados, sin embargo, nunca ha tenido conocimiento de que existiera ese dossier sobre su patrimonio, según fuentes próximas al consejero.

Uno de los principales cargos del Gobierno de Esperanza Aguirre ha confirmado a EL PAÍS que ex agentes que trabajan en el área de Seguridad de la Consejería de Interior, desde donde se han hecho seguimientos a políticos del PP, requisaron el ordenador donde se encontraba presuntamente el dossier contra Granados en un despacho de la Ciudad de la Justicia, sociedad dependiente de la Consejería de Justicia de la Comunidad de Madrid.

La documentación supuestamente comprometedora para Granados se encontraba, según las mismas fuentes del Gobierno regional, en el despacho de Juan Carlos Fernández, hombre de confianza del ex consejero de Justicia, Alfredo Prada. Fernández era director de Seguridad de la Ciudad de la Justicia, y, meses antes de que le requisaran documentos en su despacho, había sido uno de los objetivos de los seguimientos a políticos por ex policías a sueldo de la Comunidad de Madrid. El consejero Alfredo Prada también fue investigado y seguido por los espías.

El 27 de junio, el entonces director general de Seguridad, Sergio Gamón, fichado por la presidenta Esperanza Aguirre, y cuatro de sus colaboradores, aprovecharon la ausencia de Juan Carlos Fernández para entrar en su despacho y requisar documentos. Lo hicieron un día después de que el jefe de Fernández, el consejero Alfredo Prada, fuera destituido por Esperanza Aguirre.
El dossier incluía información sobre el patrimonio de Francisco Granados y de su esposa, e intentaba vincular al consejero con empresas constructoras, tomando como base el vehículo particular del consejero de Interior que estaba a nombre de una empresa y que resultó intencionadamente incendiado para centrar la atención sobre su propietario. Por contra, personas del entorno de Granados apuntan en privado que el dossier no le comprometía a él sino al vicepresidente, Ignacio González. Lo sorprendente es que distintos miembros del Gobierno de Aguirre reconozcan en privado saber el contenido de un ordenador cuya requisa -robo, según la denuncia- nunca han reconocido oficialmente, ni devuelto.

En efecto, en octubre de 2006, el coche del consejero Granados fue incendiado cuando estaba estacionado en el aparcamiento de la urbanización de Valdemoro en la que reside. La investigación descubrió que el incendio había sido intencionado (la policía encontró aceleradores del fuego en el interior del coche) y que el vehículo, un Mini Cooper descapotable, estaba a nombre de una constructora de Valdemoro, Grandes Locales de Negocios.

Granados explicó entonces que el vehículo era de su esposa, pero que el concesionario en el que lo compró no había tramitado aún el cambio de titular por problemas burocráticos. El PP pidió inmediatamente que la Fiscalía General del Estado investigase si el incendio en el domicilio del consejero Granados tenía relación con el caso del Ayuntamiento de Ciempozuelos, donde acababa de dimitir el alcalde socialista, Pedro Torrejón, por un escándalo urbanístico de supuesto cobro de comisiones ilegales. El juez que investigó el caso Ciempozuelos, Agustín Carretero, fue fichado posteriormente por el consejero Granados como alto cargo de su consejería.
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Un ex policía que urdió un bulo contra Zapatero
Los agentes tomaron notas a mano de sus pesquisas
Tema: Espionaje político en la Comunidad de Madrid
Gamón y Halffter
El ex policía que fichó Granados urdió un bulo contra el Gobierno de Zapatero
González recoloca a uno de los altos cargos citados en los seguimientos
Fotografía: Sergio Gamón (segundo por la derecha), en una presentación de la policía de Alpedrete
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Granados relaciona la trama de espionaje y la batalla por Caja Madrid
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de Madrid indica que la polémica en torno al control de la entidad creó "algunos enemigos" al Gobierno regional que podrían "ser autores" del espionaje.

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Garante de la unidad "pase lo que pase"
MARÍA JESÚS GÜEMES
Mariano Rajoy lanza un mensaje en el que exige cohesión interna en medio de la tormenta desatada por el caso de espionaje. El líder conservado parafrasea a Obama para reclamar "un nuevo patriotismo".
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‘Aguirregate’: La Comunidad, el Ayuntamiento y la actuación del PP , por Manuel Rico
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El Mundo: 'Unidad parapolicial'
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Pedro J. acusa a Rajoy de "alentar el acoso contra Aguirre"
El Mundo denuncia la existencia de una "unidad parapolicial", esta vez dependiente Gallardón

ELPLURAL.COM

La prensa afín a Esperanza Aguirre no cesa en sus intentos de desvincularla de la supuesta trama de espionaje dependiente de la Consejería de Presidencia e Interior de su Ejecutivo. El diario El Mundo echa en cara hoy a Mariano Rajoy que eludiera ayer apoyarla y diera “pábulo” al “affaire” al afirmar que él garantizará “la unidad del partido pase lo que pase”. “En esta crisis, ha dado en todo momento la impresión de que Rajoy se decantaba por Gallardón”, sostiene el rotativo que hoy ofrece una nueva exclusiva de espionaje: el alcalde de Madrid también habría montado una “Unidad de Seguridad Corporativa que se dedica a controlar a los concejales al margen de la estructura jerárquica” de la Policía”.

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Según publica hoy el diario El Mundo, el sindicato de la Policía de Madrid, UPM (Unión de Policía Municipal) ha denunciado que Alberto Ruiz-Gallardón tiene a su disposición la llamada Oficina de Seguridad Corporativa, integrada por 20 agentes de élite, que actúan al margen de la estructura del cuerpo policial y que se escapa al control al que está sometido el resto del Cuerpo. Según el secretario provincial de UPM, Demetrio Pérez, la unidad no figura en el organigrama de la Policía y está dirigida pro Juan Carlos Durán, un ex sargento de la Guardia Real que fue jefe de seguridad de la Comunidad de Madrid durante la presidencia de Gallardón y actualmente es director general de Seguridad Corporativo del Ayuntamiento.

Seguridad y "contravigilancia"
Según esta denuncia, el equipo de Durán se encarga de la seguridad del alcalde, que combian con “tareas de contravigilancia a los concejales”. Además, el director del grupo “tiene acceso al diario de todos los agentes y de los escoltas de los concejales”. El delegado de Seguridad del Ayuntamiento, Jesús Mora, ha negado que en la unidad trabajen agentes municipales y aclaró que los policías a los que se refiere UPM dependen orgánicamente del Grupo de Vigilancia y Protección, que son los encargados de las tareas de escolta de los concejales.

¿Espionaje regional o municipal?
Esta información demuestra, según el editorial del rotativo, que “los papeles publicados sobre seguimientos a Cobo y Prada podrían haber salido tanto del personal de la consejería de Granados como de esta unidad municipal”. Y es que, para Pedro J. Ramírez, todas las fuerzas, incluso la propia dirección del PP, se han puesto en contra de Esperanza Aguirre en la supuesta trama de espionaje desvelada por El País.

"Recriminación y desconfianza" de Rajoy
Según el diario de Unidad Editorial, “la distancia que separa a Aguirre de Rajoy se agrandó ayer” cuando el líder de los populares “no solo eludió apoyar a la presidenta” regional, sino que “afirmó que se compromete a ‘garantizar la unidad del partido, pase lo que pase’, dando así pábulo a que el affaire del supuesto espionaje puede tener consecuencias graves”. A juicio de Pedro J., Rajoy sólo ha tenido frase de “recriminación y desconfianza” hacia la lideresa “como si ella fuera la responsable de las tribulaciones del partido”, "alentando con su actitud el acoso" contra la presidenta.

Relación con Caja Madrid
“No sería justo decir que la dirección nacional lidera la operación contra Esperanza Aguirre, pero sí se puede afirmar que no le ha dado el respaldo que merecía. Si esa ‘unidad del partido’ se ha quebrado a ojos vistas es porque Rajoy ni impuso criterio único en relación al deseo de Blesa de eternizarse en Caja Madrid ni obligó a Ayuntamiento y Comunidad a hablar con una sola voz cuando comenzaron las acusaciones de espionaje con más ruido que nueces”, advierte el periódico, que ya trató de relacionar la supuesta trama de espionaje con la lucha por el control en la entidad financiera.

"Cosas mucho más terribles"
Y para seguir con su defensa de Aguirre, Pedro J. le recuerda a El País que “en España han ocurrido cosas mucho más terribles” que la posible existencia de un grupo parapolicial de contravigilancia dependiente del Ejecutivo regional madrileño, y que para dar “pon sentado que el Gobierno de Aguirre es responsable”, el periódico de Prisa “debería demostrar que los documentos fueran realizados por alguien vinculado a la Consejería de Granados”.

"Paradójico"
“No dejaría de resultar paradójico que el mismo medio de comunicación que defendió que no se podían exigir responsabilidades políticas a Felipe González cuando su ministro de Interior y su secretario de Seguridad fueron encausados por secuestros y asesinatos, mantuviera ahora que el Gobierno de Aguirre es responsable de que el ‘personal adscrito’ a la Consejería de Granados haya podido apuntar a qué hora llegaban al trabajo determinados cargos públicos”, añade el rotativo de Ramírez.
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Tras el caso Naseiro -del que se salvó el PP por los pelos judiciales del Tribunal Supremo-, José María Aznar decidió nombrar tesorero del partido a Álvaro Lapuerta, un abogado y empresario nacido en Madrid, que ya había sido diputado con Manuel Fraga ejerciendo de jefe supremo de la derecha española y que, residente en Logroño, pasaba por ser el hombre fuerte de los populares en La Rioja.

Antes, durante la dictadura del general Franco, Lapuerta –cuñado del que fuera ministro de Obras Públicas, Federico Silva Múñoz- fue procurador en Cortes por el denominado tercio familiar, que era una burda caricatura de las elecciones democráticas. Llamado coloquialmente en La Rioja El Chato de Cameros, fue propietario del diario La Nueva Rioja y era considerado uno de los caciques más influyentes en los círculos conservadores de esa Comunidad. En su periódico, escribió Aznar los famosos artículos de evidente reticencia respecto a la Constitución española y de no escasa nostalgia hacia el régimen franquista.
El jovencito Aznar
Aznar lo conocía bien y lo había tratado a lo largo de sus dos años largos de vivir en Logroño, hacia el final de la década de los setenta. El matrimonio Aznar-Botella se había trasladado a Logroño, destinado a esa ciudad en su calidad de inspector de Hacienda. También se trasladó su compañero y amigo Miguel Blesa -en la actualidad tan atacado por Esperanza Aguirre- con su mujer. Fue allí, en la sede de Alianza Popular (AP), sita en la plaza de los Alféreces Provisionales, cuando el 27 de enero de 1979 se presentó a media tarde un jovencito Aznar para darse de alta en AP.
Notoria ascensión política
Lapuerta apadrinó de facto a Aznar quien inició de este modo su notoria ascensión política. Algo más joven que Fraga, Lapuerta mantuvo y mantiene excelentes relaciones con el ex ministro de Franco. En La Rioja, y también en Madrid, los políticos veteranos –tanto del PP como del PSOE- coinciden en describirlo con estas palabras: “Álvaro Lapuerta, a sus ochenta años, es la viva historia del PP , naturalmente”.
Mayo de 2008
Pues bien, este hombre –tan cercano a Aznar y a Fraga- reapareció de modo estruendoso ayer gracias a la portada de El País. En mayo de 2008 –en plena guerra de sucesión interna-, Lapuerta fue espiado. “Avisé a Rajoy de que me estaban espiando en Madrid”, declaró a Francisco Mercado, el periodista que viene publicando desde hace unos días el Espe-gate –según mi colega y buen amigo Javier Valenzuela-, o el Watergate con callos a la madrileña.
“Adjudicaciones sospechosas”
El líder del PP, Mariano Rajoy, fue informado por Lapuerta entonces. Altos cargos del Gobierno Aguirre están en el punto de mira y quien ha sido tesorero del PP hasta hace bien poco asegura que por medio hay “adjudicaciones sospechosas” del Gobierno madrileño. Lapuerta, en todo caso, exonera de responsabilidad a la presidenta del Ejecutivo regional.
Fraga, el único
Una vez difundido ayer otro capítulo de este escándalo monumental, fue Fraga el único dirigente del PP que no tiró pelotas fuera ni negó la mayor de esta historia siniestra. Se limitó a decir que él no creía que hubiera habido espionaje, pero que cada cual sabrá lo que hace. Puntualizó además que este tipo de cosas a veces suceden en el interior de los partidos.
Pronto, Zapatero
Mientras tanto, han resonado los rebuznos dialécticos de Juan José Güemes, las ironías hirientes de la lideresa, las estólidas consideraciones de Cristóbal Montoro y de Javier Arenas, la vuelta al silencio ominoso de Rajoy y la frivolidad manifiesta de la investigadora Cospedal. La teoría despreciable de González Pons, portavoz oficial del PP, acusando a Alfredo Pérez Rubalcaba de mover los hilos del affaire desde el Ministerio de Interior, no hace más que crecer. Pronto la culpa del espionaje la tendrá el mismísimo Zapatero.
Huída hacia adelante
Es curioso. No quieren creerse ni las declaraciones de Lapuerta, que es pata negra del PP. La situación resulta curiosa, aunque lógica. Ocurre que tienen, cada día que pasa, más miedo. Recurren a la huida hacia delante, incluso desmintiéndose a sí mismos como el tal ex policía Peña, que aspiraba a ser el Edgar Hower del FBI esperancista y que, a la que se descuide, hasta podría visitar obligadamente alguna que otra celda y no precisamente monacal. Peña no contaba con la aparición de El chato de Cameros. Elemental, querido Watson.
Enric Sopena es director de El Plural
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El Mundo lo publicó y fue condenado por no contrastar los datos
El responsable de la policía de Granados fabricó un bulo contra el Gobierno de Zapatero

Denuncia “métodos propios de dictaduras para resolver contenciosos”
El País: “La presidenta Aguirre debe una explicación sobre el espionaje”

Montoro califica la supuesta trama de “ruidito de fondo”
Fraga no cree que haya espionaje pero avisa: “Cada uno sabrá lo que ha hecho”
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TRAMA DE ESPIONAJE EN MADRID

El consejero no comparecerá ante el pleno -como exigían el PSOE e IU-, sino en una sesión extraordinaria de la Comisión de Presidencia
CADENASER.com 26-01-2009

'El País' publica este lunes una nueva información de la presunta trama de espionaje llevada a cabo por políticos del Partido Popular en Madrid. Así, se informa de que el equipo de espías requisó un informe que aludía al patrimonio del consejero de Interior y secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados y de su esposa.

Un bulo contra el Gobierno de Zapatero Aguirre: "La Comunidad de Madrid no tiene espías"
AUDIOS: Entrevista íntegra a Alfredo Prada
AUDIOS: Rajoy: "Yo me comprometo a garantizar la unión de este partido pase lo que pase"
Zapatero advierte que "saben muy bien a quien tienen que mirar desde Génova"
Un consejero de Aguirre crea su servicio secreto particular con un ex policía y ex guardias civiles
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, espiado con cámaras ocultas
Alfredo Prada: "La Fiscalía debería actuar de forma urgente"
Mariano Rajoy conocía que había espionaje político en su partido
Güemes: "El País publica basurilla para ver si le ayudan a superar la crisis de Prisa"

Uno de los principales cargos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha revelado a El País que ex agentes que trabajaban en el área de Seguridad de la Consejería de Interior requisaron el ordenador que contenía el 'dossier0 contra Granados.

El informe versaba sobre el patrimonio de Granados y de su esposa y su contenido trataba de vincular al consejero con constructoras tomando como base el incendio intencionado del vehículo particular del propio consejero, que estaba a nombre de una empresa.

Fuentes próximas al consejero de Interior han indicado que Granados nunca ha tenido conocimiento de que existiera ese 'dossier' sobre su patrimonio. También personas del entorno de Granados apuntan que el informe no le comprometía a él sino al vicepresidente, Ignacio González.

El ordenador con la información confidencial se encontraba, según fuentes del Gobierno regional, en el despacho de Juan Carlos Fernández, hombre de confianza del ex consejero de Justicia, Alfredo Prada.

"Nuestros enemigos en Caja Madrid pueden estar tras la trama"
Además, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de Madrid, Francisco Granados, ha indicado en una entrevista en El Economista que la polémica en torno al control de Caja Madrid ha podido crear "algunos enemigos" al Gobierno regional dentro de esa entidad, que podrían "ser autores" de la trama de espionaje en la Comunidad.

Granados insiste en que desconoce "quien ha facilitado, financiado y montado la infraestructura" que ha hecho posible que varios altos cargos de la política madrileña hayan sido seguidos en los últimos meses.

Comparecencia de Granados
La Diputación Permanente de la Asamblea de Madrid se reune este lunes para decidir cuándo comparecerá el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, en sede parlamentaria para hablar de la supuesta trama de espionaje.

Granados pidió comparecer en la comisión de Interior de la Cámara para informar sobre "cómo la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior ejerce dentro de sus competencias las funciones relativas a la vigilancia y protección de sus edificios e instalaciones", petición que se suma a las de los grupos parlamentarios de PSOE e IU que también reclaman que Granados comparezca en sede parlamentaria.

Un bulo contra el Gobierno de Zapatero
'El País' también informa este lunes que el ex policía que fichó Granados Marcos Peña urdió un bulo contra el gobierno de Zapatero. La noticia falsa se publicó en 'El Mundo' en mayo de 2006 y se refería a un supuesto trato de favor en el escándalo del fraude de Afinsa. Así, se involucraba a Jorge Blázquez Lidoy, número dos de la Oficina Económicxa de Presidencia del Gobierno, que entonces dirigía el actual ministro de Industria, Miguel Sebastián.

Aguirre: "La Comunidad de Madrid no tiene espías"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asegurado este lunes en Bilbao, en relación a la supuesta trama de espionaje político, que la Comunidad de Madrid "no tiene espías".

Estas han sido las únicas palabras pronunciadas por Aguirre respecto a esta cuestión al término del desayuno Forum Euskadi, en el que participó el presidente del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti.
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Losantos, contra la "escuálida" carrera del líder del PP y el "oneroso déspota de ambiciones"
ELPLURAL.COM

“La campaña de Rajoy y Gallardón para liquidar el PP de Madrid va a todo trapo”. Así ha valorado esta mañana desde la COPE Federico Jiménez Losantos la supuesta trama de espionaje que, según las informaciones de El País, la Consejería de Presidencia e Interior madrileña ha organizado para llevar a cabo seguimientos a distintas personalidades del propio PP regional. El locutor ha insistido en su programa de hoy en apuntar a Mariano Rajoy y Alberto Ruiz Gallardón como los creadores de esta trama para “acabar” con Esperanza Aguirre, ya que esta supone, según dijo, “un obstáculo en la carrera de Rajoy hacia la nada y en la carrera de Gallardón hacia el sillón de Mariano”.

Los medios de la derecha siguen haciendo campaña a favor de Esperanza Aguirre y no cesan en su empeño de defender a la presidenta madrileña de las informaciones sobre una supuesta trama de espionaje que apuntan a su Ejecutivo. Si el diario El Mundo contraatacaba hoy a las informaciones de El País asegurando que en la Comunidad de Madrid existe otra red de vigilancia parapolicial, esta vez dependiente del Ayuntamiento, el siempre cercano a Aguirre, Federico Jiménez Losantos, tiene claro que las noticias del grupo Prisa al respecto forman parte de “una campaña emprendida por Gallardón y Rajoy para acabar con el PP de Madrid, porque Aguirre es un obstáculo en la carrera de Rajoy hacia la nada, y en la carrera de Gallardón hacia el sillón de Mariano, que tiene que estar al caer ya”.
"Los Hombres G"
“Los Hombres G no son los de David Summers, no, son los hombres del oneroso déspota de ambiciones”, apuntó el locutor de la radio de los obispos, recogiendo la información del rotativo de Pedro J. Ramírez, y exigió a Gallardón, al que también se refirió como “el faraón” o “la Carla Bruni de la derecha española”, que explique la existencia de esta supuesta segunda trama. “Seguro que lo explica, porque es un hombre transparente. El licenciado vidriera era de hormigón a su lado”, ironizó.
A Rajoy le "sobra" Aguirre
Tampoco ahorró en descalificaciones a Mariano Rajoy, a quien acusó de dar ayer un “discurso” sobre la unidad del partido que se convirtió en “una colección de mentiras y bobadas”. “¿Qué unidad del PP, si desde las elecciones de marzo nunca ha tenido menos unidad el PP? Has destrozado el PP vasco, lo has hundido en Cataluña y te lo quieres cargar en Madrid”, acusó a Rajoy, y le echó en cara que le “sobra Aguirre”.
"Verte nos produce repulsión"“
Si el que no gustas eres tú. Vete a un congreso democrático, no a una chapuza búlgara infecta como lo de Valencia, y si te votan lo militantes, pues muy bien, tendrás legitimidad, ahora no tienes ninguna, ninguna. Y desde lo de San Gil, verte a muchos de los votantes del PP, que lo hemos sido, nos produce repulsión por no decir otra cosa”, le recriminó.
"Interés de banda"
Además insistió en que el alcalde madrileño y el líder del PP están llevado a cabo esta operación “por puro interés de banda”, porque la carrera “escuálida” y “vermiforme” de Rajoy “se terminó” y ahora está obligado a “ir matando con tal de que no haya sucesión”. “Se trata de la lucha por el poder del PP, porque en menos de un año, el PP está para los leones, está descompuesto”, añadió.
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