‘Muerte de un miliciano’ es, sin duda alguna, una de las fotografías más icónicas de la
Guerra Civil española. La instantánea tomada por el húngaro
Robert Capa dio la vuelta al mundo, convirtiéndose en u
no de los iconos más reconocibles del horror de la guerra española. Pero no fue la única.
Durante su estancia en Madrid en 1936, el fotógrafo captó varias imágenes que reflejaron el horror de la guerra tras los bombardeos de la aviación alemana sobre
Madrid .
Una de las que más trascendieron a nivel internacional fue la captada por el húngaro en la calle Peironcely 10, en el barrio madrileño de Vallecas. Se trata de una fotografía en la que se muestran unos niños jugando ante la destrozada fachada del edificio madrileño.
Una fotografía que trascendió a nivel internacional
El 10 de diciembre de ese mismo año, la revista francesa Regards fue el primer medio en publicar las fotografías de Capa durante los bombardeos de Vallecas. Variaos días más tarde, el 18 de ese mismo mes, la imagen captada en Peironcely 10 se convertía en portada para el prestigiosos Zürcher Illustrierte , que tituló la fotografía como 'Niños en Madrid'.
Portada del diario suizo Zürcher Illustrierte. / Zürcher Illustrierte
No obstante, estas fotografías no llegarían a España hasta enero de 1975 . Durante la dictadura del general Franco, el trabajo fotográfico de Robert Capa fue silenciado, por posicionarse a favor de la República. Por lo tanto, pasaron cuatro décadas hasta que España pudo ver por primera vez las fotografías de Robert Capa sobre la Guerra Civil en la ‘Gaceta Ilustrada’.
Con el objetivo de proteger el edificio vallecano, convertido en uno de los iconos del horror durante la Guerra Civil, un total de 20 entidades nacionales y extranjeras han lanzado una campaña de carácter internacional. La iniciativa, apoyada por el International Center of Photography (ICP) de Nueva York, la Casa de Velázquez Academié de France, la revista francesa Regards o el Instituto Goethe, entre otras instituciones, solicita a la Comunidad de Madrid la protección como Bien de Interés Patrimonial. También ha pedido al Ayuntamiento la inclusión de este edificio en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos.
La historia de la vivienda de la calle Peironcely 10
En 1923, el constructor Román Hernanz, natural de Rades de Pedraza (Segovia) adquirió un terreno de 466 metros cuadrados por 1.500 pesetas. Sobre ese solar, Hernanz Bartolomé construiría una vivienda con catorce cuartos y dos patos en el plazo de cuatro años. Desde su edificación, y hasta que comenzó la Guerra Civil, la construcción, valorada en 35.000 pesetas, fue destinada al negocio del alquiler para familias obreras.
Estado actual del edificio de Vallecas. / #SalvaPeironcely10
Tras la Guerra Civil, la vivienda permaneció semiderruida y abandonada durante prácticamente una década . En 1947, Hernanz Bartolomé vendió su propiedad a Florencio Esteban López, quien decidió reparar sus daños para venderla posteriormente a particulares.
El último vestigio de los orígenes de la vivienda de protección oficial
En la actualidad, esta vivienda está dividida en quince viviendas con una superficie que varía entre los 17 y los 24 metros cuadrados. Viviendas en la que actualmente viven familias en grave situación de precariedad y condiciones de hacinamiento. Por esa misma razón, los impulsores de la iniciativa solicitan tanto la protección como la mejora de las condiciones de vida de las familias que actualmente viven en el histórico edificio .
El edificio destaca por su valor icónico e histórico internacional. Se trata del último vestigio de los orígenes de la vivienda de protección oficial , de la estructura económica del Madrid de los años 30 y del concepto que se tenía del hogar obrero. Por todo ello, las más de 20 instituciones piden la declaración como Bien de Interés Patrimonial al histórico inmueble del número diez de la calle Peironcely.
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