Gracias a los estudios realizados por la profesora de historia, la Villanovense Tina Merino, se conocen muchos detalles de lo que ocurrió en Villanueva. Hubo 2 levantamientos fascistas contra la República. El primero, el 19 de julio de 1936 dirigido por capitán franquista Gómez Cantos, la Guardia Civil, falangistas, personal civil y militares, pero el 30 de julio los rebeldes fueron derrotados por milicianos republicanos y Guardias de Asalto. En su huida los rebeldes se llevaron como rehenes a autoridades y simpatizantes del Gobierno republicano de la ciudad. Agolpados en camiones, detenidos por la fuerza y privados de libertad 54 vecinos de Villanueva fueron conducidos a Miajadas con destino a Cáceres, zona controlada por los rebeldes, entre ellos preso y herido de muerte el Alcalde de Villanueva de Izquierda Republicana, Rafael García Calderón.
El 24 de julio de 1938 Villanueva cayó en manos franquistas. En la ciudad se inició una feroz represión sobre los Republicanos, sus amigos, los que tenían enemistades con vecinos derechistas, los militantes de los partidos y sindicatos del Frente Popular, PSOE, UGT y JSU. En las JSU de Villanueva, en noviembre de 1936, estaban afiliados 500 hombres y 50 mujeres. Y en la Sociedad Obrera Femenina “Renacer” de Villanueva (perteneciente a la UGT) había más de 500 mujeres afiliadas. La represión la llevaron a cabo las hordas militares, junto a la Guardia Civil, la Falange y la derecha local. Al entrar los moros en Villanueva, robaban y saqueaban las casas y después violaban a las mujeres. Las vecinas saltaban las tapias para huir y refugiarse de los moros.
Fue un genocidio. Los Republicanos eran inmediatamente fusilados tras las denuncias de vecinos derechistas. A las mujeres las rapaban la cabeza, las paseaban por el pueblo para humillarlas, algunas fueron violadas y después asesinadas. Diariamente, sin juicio se producían “las sacás”, los detenidos eran llevados en camiones y encarcelados en la cárcel municipal o en otros recintos. De noche se les fusilaba en las tapias del cementerio municipal, en la Plaza de España, en caminos, después se les remataba con el “tiro de gracia” y eran enterrados fosas comunes, vallados, cunetas. Muchos fusilados fueron inscritos en el registro como muertos en actos de guerra o muerte natural.
Estaba prohibido llorar a las víctimas e incluso el luto. Además del asesinato, a las familias les hurtaron los cuerpos de las víctimas. El resultado fue la instalación en la sociedad del terror, el estigma de ser familia de los “rojos” que se extendió durante toda la dictadura franquista, el exilio interior de muchas familias, y el silencio que llega hasta nuestros días. Acabada la guerra muchos Republicanos evacuados republicanos volvieron a Villanueva donde le esperaban las nuevas autoridades franquistas, la Guardia Civil y los falangistas, que los cachearon, maltrataron y condujeron al Ayuntamiento y a la Cárcel. Víctor Bernal Hernández, con 14 años, fue conducido a la cárcel junto a su madre y su hermana de pañales. También Antonia Hidalgo Gutiérrez, como su madre y hermano Santiago de 17 años, hijo del Alcalde Joaquín Hidalgo Santos del PSOE, asesinado en Badajoz el 23 de mayo de 1941.
Según fuentes históricas hay confirmados los asesinatos de otras 13 personas, y probablemente otras 44 más a las que La Causa General les aplicó “El bando de guerra por las fuerzas nacionales”. Otras 6 personas de Villanueva sufrieron además la represión nazi al acabar la Guerra. En 1939 se exiliaron en campos de refugiados del sur de Francia, y participaron en la lucha antifascista en Europa al estallar la 2ª Guerra Mundial. Cayeron prisioneros de los nazis que los internaron en el campo de Mauthausen-Gusen (Austria) donde 5 de ellos murieron.
En el 2011 se realizó un homenaje a las 754 personas represaliadas que estuvieron en la cárcel, en batallones de trabajo esclavo, se exiliaron, o fueron asesinadas por el franquismo. En 2012 se inauguró un Memorial con los nombres de 301 personas asesinadas De éstas 26 eran mujeres y 3 estaban embarazadas cuando las mataron. Otros 45 nombres de villanovenses asesinados por el alzamiento franquista del 36 figuran en una lápida como identificados en una segunda fase del Memorial que existe en ese cementerio.
Recientemente la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEx) ha recuperado los restos de 4 personas víctimas de la represión franquista en una fosa en Villanueva de la Serena, inhumados boca abajo y sin ataúd, dos de ellos con las manos atadas atrás y con proyectiles alojados en el cráneo. Los restos han sido entregados al Ayuntamiento de Villanueva de la Serena.
Agustina Merino Tena, de la Asociación de Familiares del Memorial de Villanueva de la Serena, explica que el objetivo es “dignificar sus nombres, rendirles el homenaje que se merecen como luchadores republicanos antifascistas extremeños; implicar a las instituciones públicas y a la sociedad civil en la defensa de estos valores democráticos; que las nuevas generaciones los conozcan y los hagan suyos, y facilitar información y ser espacio de encuentro de los familiares de las víctimas republicanas de la guerra civil y el franquismo en la ciudad de Villanueva de la Serena. Nacimos con un espíritu unitario y pluralista, sin señales de identidad partidista, para luchar contra el olvido y conseguir verdad justicia y reparación, así como garantías de no repetición con motivo del levantamiento militar fascista en España el 18 de julio de 1936”.
Documentación: Todos los nombres (1, 2 y 3). Eldiario.es (Jesús Conde, Jose L. Aroca). Villanueva De La Serena. Europapress. El periódico de Extremadura. ARMHEx. imagen procede de Cadena Ser
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