HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DE LA MASACRE DE LA CARRETERA MÁLAGA- ALMERÍA
Tomamos el AVE hacia Málaga a las 7:35 h. Previamente nos habíamos ido reuniendo en la estación de Atocha en torno a la escultura de Eduardo Úrculo, que representa al viajero:
Ildefonso nos repartió el periódico “EL OTRO PAÍS DE ESTE MUNDO”, en cuya portada destacaba el titular “La Francocracia española y la cuestión catalana”.
Y en cuyo interior pudimos leer varios artículos relacionados con la Memoria Histórica. “Las cuatro muertes de Miquel Grau y la impunidad de los franquistas” sobre Miquel Grau, militante del Moviment Comunista del País Valenciá quien fue asesinado en 1977 por un fascista de Fuerza Nueva mientras colocaba carteles convocando a la celebración del Nou d’Octubre con el lema “Llibertat, Amnistía i Estatut d’Autonomía”
“Herrera de la Mancha: Una historia de exterminio penitenciario”, sobre este penal inaugurado en 1980 siguiendo la línea iniciada por Alemania para acabar con los presos de la Fracción del Ejército Rojo y en España con los presos políticos y sociales más combativos.
“Julio Álvarez del Vayo: una vida de luchador por la República”, fue ministro de Asuntos Exteriores de la República, expulsado del PSOE por su apoyo a la guerrilla antifranquista y murió el 1985 siendo el presidente del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP)
“La trágica historia de un campesino andaluz” Sobre el asesinato de José LIzana Martín, de Trasmulas (Granada) en 1936, acusado de colaborar con los marxistas. Trágica como las cientos de miles de historias de jóvenes asesinados tras el golpe de Estado fascista en todo el Estado español. La mayoría sin ningún tipo de parafernalia leguleya, otros, como Lizana Martín tras un supuesto juicio sumarísimo sin ningún tipo de garantía ni legalidad jurídica.
“Torturadores en altos cargos”, donde se recuerda que cuatro guardiaciviles imputados por torturas ocupan altos cargos y posiblemente sean ascendidos al generalato. El artículo termina. “Esa es la cruda realidad de la tortura en el Estado español: los torturadores, en lugar de condenas adecuadas, reciben indultos, medallas y ascensos. Y por si fuera poco, hasta son nombrados generales”. Yo añado que es la cruda realidad de la tortura y también la criminal realidad del militarismo en el Estado español y en el resrto del mundo.
“Conocí a Sofía Blasco, la santa laica, en el frente de Somosierra…”, sobre esta mujer de Biarritz que en 1936 tenía 59 años y ayudó a los milicianos del frente de Madrid.
LLegamos a la estación de Málaga tras casi tres horas de viaje,la estación se llama María Zambrano en honor a la pensadora, filósofa y ensayista, nacida en Vélez- Málaga. Participó en las Misiones Pedagógicas enen Cáceres, Huesca y Cuenca. Profesora de filosofía en la Residencia de Señoritas y en el instituto Cervantes, en el que Machado ocupaba la cátedra de Francés. Se sumó al manifiesto fundacional de la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura (AIDC), colaborando en su redacción y marcando el compromiso de la libertad del intelectual con el pueblo puesto en pie por una razón armada. Se exilió en 1939 y no regresó a españa hasta 1984.
Nos estaban esperando compañeros del colectivo Málaga Republicana, quienes habían organizado la marcha en homenaje a las víctimas de la Desbandá. Nos guiaron hasta la plaza del Obispo desde donde a las 11:00 salió la marcha encabezada por una pequeña pancarta con el lema “CONTRA LA IMPUNIDAD Homenaje a las víctimas de la masacre fascista de la carretera Málaga- Almería de 1937”
Tras ella ibamos las compañeras y compañeros de la Plataforma contra la impunidad del franquismo con nuestra pancarta de las caras que representa a todas y todos los desaparecidos por el golpe de Estado y la represión franquista. Con más de 150.000 personas desaparecidas somo el segundo país del mundo, detrás de Camboya en número de desaparecidos. Una compañera que ha estado durante las fiestas de Año Nuevo en Camboya me ha relatado que en todas las ciudades hay grandes monumentos en recuerdo de los asesinatos. Con los cráneos de las víctimas exhumados, expuestos y catalogados según el tipo de asesinato del que fueron víctimas. Con museos de interpretación de la guerra. Con mensajes dirigidos a que tanto la población, los historiadores y las nuevas generaciones, como los turistas conozcan la historia, el horror y el sufrimiento, para evitar que vuelva a repetirse. Mientras que en el Estado español…
Una quinientas personas marchamos a lo largo de unos 10 kilómetros atravesando diversas calles de la ciudad, los primeros kilómetros fueron un poco incómodos ya que nos obligaron a caminar por zonas peatonales, por las aceras y cuando había que cruzar la calzada la policía nos metía prisa para no “entorpecer” el tráfico. Resulta bastante incongruente que sea más importante para las autoridades municipales de Málaga el tráfico que reivindicar la historia de la masacre y la dignidad de las víctimas.
En el camino vivimos diversas experiencias, un compañero malagueño me narró como su madre había hecho ese recorrido en 1937 pero afortunadamente no fue asesinada por los bombardeos aunque vivió durante cuarenta años inmersa en el terror y el silencio. Recibimos algunos ataques como el de un ciclista fascista que nos gritó “Terroristas”, y otro hombre que desde el portal de su vivienda nos ondeaba una pequeña bandera monárquica como forma de menosprecio a las banderas republicanas que se exhibían en la marcha y que representan a la legalidad de la II República, que fue conculcada por el golpe de Estado y que a día de hoy no ha sido aún restablecida. Y como forma de menosprecio a las miles de víctimas de la masacre, civiles, mujeres, mutilados, menores, ancianos, campesinos, obreros, maestras y maestros. Personas a las que seguramente los abuelos de esos mismos fascistas de bandera monárquica y cerebros sin escrúpulos bombardearon o dispararon desde los barcos criminales.
Llegamos al Peñón del Cuervo. En este punto los barcos de los golpistas sublevados comenzaron a disparar a la población civil que huía de la represión fascista desatada tras la ocupación de la ciudad de Málaga por parte de las tropas del golpista Queipo de Llano. A la vez que por el aire los aviones de las tropas fascistas italianas comenzaron a bombardear por aire a las 150.000 personas que huían de la barbarie fascista.
En este lugar hay una gran placa que recuerda “a las miles de víctimas de la violencia fascista asesinadas entre Málaga y Almería”
en honor a los brigadistas de Canadá a quienes vino a unirse el doctor Norman Bethune en cuyo homenaje hay colocada una placa sobre el túnel.
Bethune vino a socorrer a los soldados heridos implantado el primer centro de donación y transfusión de sangre de la historia del Estado español. Y se vio atrapado en la carretera en medio de la muchedumbre que huía, vivió los bombardeos, escribió un diario e hizo una serie de fotos que han quedado como testimonio para la historia de la masacre.
En una explanada junto al túnel estaba preparado un pequeño atril donde el representante de Málaga Republicana nos dio la bienvenida y el agradecimiento a todas las personas que habíamos participado de la Marcha, para dar acto seguido la palabra a representantes de diversos colectivos que habian colaborado. Nuestro compañero Ildefonso habló en nombre de la Plataforma contra la impunidad del franquismo, remarcando nuestras reivindicaciones para que sean juzgados los crímenes del franquismo, para que se derogue la Ley de Amnistía y para que se promulgue una Ley de Víctimas del franquismo.
Allí tuvimos una pequeña comida con paella y pinchos (nada para vegetarianos, por cierto, esto es un toque de atención a los organizadores para que en próximas ediciones de la Marcha se acuerden que hay personas vegetarianas en el movimiento memorialista)
En un stand se promocionaba el libro “EL GUERNICA ANDALUZ” de Paco Doblas, con ilustraciones de Antonio Zamorano y con el DVD de la película “La historia del silencio” de Leonor Jiménez.
Tras descansar atravesamos el túnel de Norman Bethune para tomar un autobús que nos llevó de nuevo a la ciudad de Málaga. Allí tomamos una merienda y dimos un paseo por la ciudad de camino hacia la estación de tren María Zambrano.
La ciudad tiene poca monumentalidad, aunque parece que sí tiene mucha vitalidad. NO pudimos ver el Museo Picasso, ni la exposición de Juan Gris y Maria Blanchard, una de las pocas mujeres españolas de los años 30 (falleció en 1932 a los 51 años) que han pasado a la historia universal del arte.
SALUD, MEMORIA, REPÚBLICA Y DIGNIDAD PARA TODAS LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO
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