Los malditos bastardos españoles que liberaron París tienen su propio cortometraje
Rodaje del cortometraje documental sobre La Nueve dirigido por Daniel Hernández. Foto: David Martín.
En 2009 Quentin Tarantino adaptaba libremente en su película Malditos bastardos las vivencias de trece voluntarios del ejército norteamericano pertenecientes al 506º Regimiento Paracaidista. No cortaban cabelleras pero igualmente aterraban a sus enemigos. Sin necesidad de usar tantos elementos de ficción, si algo honroso pudo aportar España para acabar con el fascismo durante la II Guerra Mundial fue, sin duda, la rabia y el valor de La Nueve, la primera división acorazada que entró en París para echar a los nazis.
La historiografía ha tardado muchos años en reconocer el mérito a este grupo de voluntarios del ejército de la Francia Libre como los primeros antifascistas que se introdujeron en la capital francesa y sigue sin reconocer que ya estaban allí cuando el ejército de EE UU alcanzó el Nido del Águila, la casa de vacaciones de Hitler. Daniel Hernández, director de cine, como parte de ese ejercicio de recuperación de la memoria, ha grabado un cortometraje que se estrenará en el próximo festival de Cannes. Francia redescubrirá a La Nueve.
“Llegué hasta La Nueve porque en un estreno de una peli mía se me acercó un señor y me dijo: tienes que escribir sobre los Maquis”, cuenta Daniel a El Salto. “Me puse a investigar pero es que todas las historias sobre la Guerra Civil tienen un final triste, así que es un poco frustrante. Mola un montón pero esto va a acabar mal. En algún momento investigando sobre ellos me doy cuenta de que algunos estuvieron en La Nueve y que habían liberado París. Descubrí por fin unos héroes antifranquistas que habían ganado”.
La también conocida como División Leclerc estaba formada por hombres menores de 20 años, en su mayoría anarquistas, que habían sufrido la derrota en España y habían acabado en campos de concentración franceses. Pudieron tomarse la revancha en un recorrido que les llevó desde el norte de África a Estrasburgo aunque algunos incluso llegaron hasta Indochina siguiendo a su capitán Raymond Drone.
Cuando se habla de La Nueve siempre se evoca la sensación de traición que estos hombres debieron de sufrir al ver que, tras acabar con Hitler y Mussolini, los ejércitos no se dirigirían hasta España para acabar con Franco: “No quiero ahondar mucho en la derrota, dejar una moraleja que es ‘no olvidar’, pero matizado, no quedarnos con eso”.
Esos hombres querían volver a España con todo el apoyo internacional y restaurar la República. La realidad les acabó instalando a todos en varios puntos de Francia y reiniciando sus vidas a miles de kilómetros de casa, cada cual en un oficio y sin reconocimiento francés de sus hazañas ya que el orgullo gaullista, como dice Robert Gildea, no permitía reconocer a nadie que no fuese francés en la liberación de París.
Daniel Hernández es director de cortometrajes y documentales de corte reivindicativo. Con Génova libera (2005) contó cómo fueron las jornadas de la cumbre del G-8 de 2001 en las que fue asesinado Carlo Giuliani. Con La Nueve acude al Festival de Cannes por segunda vez en su carrera, repitiendo en una sección en la que se presentan cortometrajes. Su intención es la de poder encontrar mecenas, productores y financiación para llevar a cabo la historia de estos republicanos antifascistas a la gran pantalla en forma de largometraje, un reto complicadísimo pero para el que se ve con el material ideal.
Pese a que se basa en una historia real, el cortometraje contiene elementos de ficción. Con un presupuesto de unos 20.000 euros se narra una historia que conecta el belicoso pasado con el olvido al que han estado sometidos hasta la actualidad. “Hemos pasado por todas las etapas de La Nueve y siendo una producción independiente ha sido un reto enorme. Recrear por un lado la España de la Guerra Civil, por otro Argelia, Europa… además está contado a través de la visión de este hombre desde la actualidad, así que también tenemos el presente”.
La producción no contó con ningún aporte económico del Estado, algo que por otra parte, daban por hecho que no ocurriría: “No nos han dado ningún tipo de ayuda ni subvención pero en contrapunto hemos gastado un dineral en altas a la seguridad social, en IVA, sin contar todas las trabas que nos ha puesto la administración”.
Este gesto forma parte de la clara intención de mantener a La Nueve en el olvido, y es que durante muchos años se ha creado la imagen de que la II Guerra Mundial la ganó gente sin ideología pero que odiaba a los nazis. No es plato de buen gusto para muchos recordar que los que iban a la vanguardia de los ejércitos antifascistas eran comunistas y anarquistas. “En España hubo una intención clara de silenciar la existencia de La Nueve, también por parte del gobierno francés al principio para mostrar a los soldados franceses como los únicos liberadores de la capital de Francia”, asegura el director. “Francia da poco a poco pasos hacia el reconocimiento. La División Azul luchaba con los malos y tiene calles y plazas y La Nueve, no”.
Fue en 2004 cuando el alcalde de París, Bertrand Delanoe, reconoció públicamente en un homenaje al Ejército Francés la labor de La Nueve. Y fue justo hace un año cuando Manuela Carmena, de la mano de la alcaldesa de París Anne Hidalgo, abrió en Madrid un parque en memoria de la división acorazada.
¿Y por qué haces una película de La Nueve y no una de la División Azul? La readaptación de la clásica pregunta que se hace en España cada vez que se quiere recordar el pasado no institucional. Lo mejor de todo es que no es la primera vez que la oye. “Nos han hecho muchos comentarios en esa línea. La existencia de la División Azul está ensalzada y en cambio La Nueve ha sido olvidada y ninguneada. Entre otras cosas elegí la Nueve porque considero que es muy transversal. Tiene lo que unía a todos, el antifascismo, ¿qué valor menos ofensivo hay?”.
Las grandes producciones del cine español reciente pecan de ser equidistantes y La Nueve contiene los típicos elementos que hacen que sea imposible verla con un gran presupuesto, al menos por ahora. Daniel intentará conseguir que varios países entren en la financiación de la cinta para poder hacer un producto digno, de calidad y con difusión. Es la única manera de conseguir estrenar en el futuro una cinta de acción para que todos los públicos conozcan La Nueve y, por qué no, contar por una vez una historia de los años cuarenta en la que republicanos españoles no acaben en el paredón.
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