Las catas arqueológicas comenzarán en el cementerio de La Salud, en una parcela en la que se calcula que reposan unos 200 cuerpos
82 años después de ser fusilados. 82 años después del inicio de una represión que solo en la ciudad de Córdoba acabó con un 5% de su población. 82 años después de que más de 4.000 cordobeses muriesen fusilados, el próximo 10 de enero comenzará la exhumación de los cadáveres arrojados sin identificar a las fosas comunes de los cementerios de Córdoba.
Las excavaciones comenzarán en el cementerio de La Salud, en la parcela de San Ramón. Allí se desarrollarán las catas arqueológicas previas a las exhumaciones de los restos de víctimas de la represión franquista. En esta zona hay 42 fosas comunes localizadas, donde reposan los restos de unos 200 cadáveres. Es, aseguran desde la plataforma Dejadme Llorar, la parcela en la que están más localizados los cadáveres, ya que allí hubo familiares que pudieron poner placas a sus seres queridos. Se trata de la primera gran fosa común que se abrió en 1936, al inicio de la represión franquista en Córdoba.
Estos trabajos se enmarcan en las estipulaciones contempladas en el protocolo de colaboración firmado el pasado 6 de febrero, entre el consejero de Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática de la Junta de Andalucía y la alcaldesa de Córdoba, para la recuperación de la Memoria Histórica.
Los trabajos que se van a desarrollar tienen dos objetivos: de un lado, documentar la localización de enterramientos de víctimas en fosas individuales –lo que parece ocurrió con mucha frecuencia dado el alto número de víctimas- y, de otro, el inicio de actuaciones en la fosa común, previo al trabajo arqueológico propiamente dicho, que determine si es posible desarrollar el proceso de exhumación posterior.
Estos primeros trabajos serán desarrollados por equipos técnicos de reconocida solvencia científica y dilatada experiencia en temas relacionados con la recuperación de la Memoria, que irán emitiendo de forma periódica informe de resultados de los mismos.
Hasta llegar aquí se han desarrollado exhaustivos trabajos de documentación e investigación para determinar la existencia de fosas comunes y su posible ubicación, así como sobre la represión en Córdoba, los enterramientos de las víctimas y las modificaciones que han sufrido en este periodo de tiempo los cementerios municipales, trabajos que se han desarrollado por los investigadores, en los archivos militares de la II Región y en los históricos municipal y provincial.
La fase preliminar de investigación histórica, desarrollada por un equipo multidisciplinar compuesto por investigadores e historiadores, arqueólogos y antropólogos, ha determinado la necesidad de llevar a cabo una serie de trabajos de tipo arqueológico en los cementerios de La Salud y San Rafael, con el objeto de concretar al máximo la situación de las fosas, su delimitación y dimensiones, así como el grado de afección que acciones posteriores hayan podido tener sobre las mismas.
Los trabajos ya realizados acreditan que tanto en el cementerio de San Rafael, como en el de Nuestra Señora de la Salud, existen fosas comunes utilizadas para sepultar a las víctimas de la represión, pero que dado su alto número, también se utilizaron enterramientos individuales, donde se arrojaron varios cuerpos.
El hecho de que los trabajos arqueológicos se inicien en el cementerio de la Salud, se debe a que ha sido el que menos modificaciones ha sufrido en este periodo. Con posterioridad a esta actuación, la Universidad de Granada desarrollará los trabajos previos conducentes, en caso de ser posible científicamente, a la identificación genética de las víctimas, a través de la toma de muestras de ADN a sus familiares, y para que pasen a engrosar el Banco de ADN de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo en Andalucía, en virtud al convenio específico suscrito entre la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía. Para ello, la Delegación del Gobierno de la Junta en Córdoba, a través de su Oficina de Memoria Democrática, mantiene actualizado un censo de víctimas y familiares solicitantes para la toma de muestras.
Estos trabajos se enmarcan en la colaboración entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba, al que ahora se sumará también el Ministerio de Justicia a través de la Dirección General para la Memoria Histórica del Gobierno de España. Esta acción va a sentar las bases para un convenio entre estas administraciones para abordar los trabajos completos de exhumación y análisis antropológico de los más de 4.000 cuerpos de víctimas que reflejan las fuentes documentales.
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